Intoxicaciones alimentarias aparte, la Regula Monasteriorum, que así se llamaba el manual de instrucciones del buen cenobita, tenía normas para todos los aspectos de la vida monástica. No les voy a contar por estos lares cómo debe ser el hábito del monje, cómo hay que organizar el dormitorio o a qué hora hay que levantarse para rezar. Baste con señalar que la Regla responde a un criterio uniforme y constante que deja muy claras las opiniones e intenciones del buen padre fundador:
- El monje es humilde y obedece sin poner pegas;
- El monje es diligente y trabaja como el asno en la noria;
- El monje es austero y las tiene que pasar canutas para mejor acondicionar su alma.
En definitiva, ser monje no es una fiesta y cuando sueltas la azada tienes medio minuto para ponerte a rezar.
La fiesta de San Benito de Nursia se celebra cada año el día 11 de julio, que es él día en que un señor con barba ha comparecido en el Congreso para recordarnos que el buen español obedece a Europa, tendrá que trabajar como un burro y las pasará canutas para llegar medio vivo a final de mes.
Ignoro si las duras medidas bastarán para salvar nuestros pecadores cuerpos del fuego de los mercados. Lo que tengo que reconocerle al Gobierno es que el día escogido para darnos el susto no se ha podido elegir mejor.