Pues bien, deberé buscarme otros modelos. La baronesa, que anda un poco escasa de claderilla ha decidido subastarlo para reunir los 20 o 30 millones que necesita para llegar a fin de mes. Suyo era y en su derecho está de venderlo, pero su ausencia me va a doler.
En fin, es lo que diferencia a los ricos de los pobres. Para enfrentar a los acreedores los pobres recurrimos a poner excusas. Los ricos, que para algo lo son, prefieren subastar "La Esclusa".