lunes, julio 02, 2007

De cómo la realidad imita al arte y puñaladas en el pecho

Ya que ayer metí en estas andanzas a doña Louise Andreas Salomé voy a aprovechar para contar un chascarrillo que le concierne y que, además, permite el pedante divertimento de adoptar una pose estirada y exclamar:

- "¡Observen, señoras, señoritas, caballeros y monos antropomorfos con cuánta desfachatez la naturaleza imita al arte!"

En fin, al grano. Uno de los episodios más célebres de la segunda parte del Quijote narra cómo el pobre Basilio se presenta en los festejos previos a la boda entre el rico Camacho y la hermosa Quiteria. Tras una hiperbólica declaración de amor a la bella, el desdeñado rival "con ligero desenfado y determinado propósito" se arroja sobre su estoque traspasándose el pecho. En los trances finales de su agonía, el suicida solicita que se le permita desposar a la moza, pues, siendo inmediata su muerte, nadie sufriría perjuicio por ello. Aceptada la proposición y culminado el enlace, Basilio se alza en pie, y muestra ser fingida la herida para ira y desespero de Camacho y su gente. El Caballero de la Triste Figura, siempre más hábil con el verbo que con la lanza sentencia:

"–Teneos, señores, teneos, que no es razón toméis venganza de los agravios que el amor nos hace; y advertid que el amor y la guerra son una misma cosa, y así como en la guerra es cosa lícita y acostumbrada usar de ardides y estratagemas para vencer al enemigo, así en las contiendas y competencias amorosas se tienen por buenos los embustes y marañas que se hacen para conseguir el fin que se desea, como no sean en menoscabo y deshonra de la cosa amada."

Novelesco acontecer, sin duda, pero la realidad, más diestra en imitaciones que un taller de bolsos de Pekín, se las ingenió para calcar el suceso.

La joven Louise (Lou o Lojla) Salomé, decidida muchacha rusa de buena familia, pasó a finales del siglo XIX como un vendaval por la vida amorosa de los más insignes gafapastas centroeuropeos de la época: Nieztsche la pidió sin éxito en matrimonio, Paul Rée vivió con ella dos años sin lograr tocarle un pelo, Freud y Rilke caerían, a su debido tiempo, rendidos también a sus pies... Sin embargo sólo un hombre consiguió llevarla al altar, el filólogo y orientalista alemán Friedrich Carl Andreas, un peculiar personaje, hijo de un noble persa, nieto de una malaya, mago en la India, sabio en europa y excéntrico en cualquier lugar.

Sabedor de lo dificilita de convencer que era Lojla, el señor Andreas se presentó en su casa con una navaja barbera y tras declararle su encendido amor, se la clavó en el pecho. El buen hombre había calculado previamente, con el auxilio de un manual de anatomía, dónde herirse sin finiquitar su existencia, pero, con los nervios, estuvo a punto de fallar. Su petición de matrimonio in articulo mortis resultó extremadamente convincente, principalmente porque se estaba desangrando de verdad, y la arisca rusa se casó con él. Lo que no consiguió fue que, en 43 años de matrimonio, la furibunda tigresa rubia con la que había matrimoniado accediera a acostarse con él. (*)

Supongo que para eso hubiera necesitado otra navaja igual de afilada y, qué quieren que les diga, si la primera vez se rasuró el pericardio tampoco es cuestión de tentar a la suerte con una segunda exhibición de pulso.

--ooOoo-

(*) La verdad es que no esta nada claro que lo consiguiera nadie. El mejor posicionado es Rilke, que se mudó un tiempo a casa de los Andreas y viajó con ella a casa de Tolstoi. Se escribían cartas de amor y todo eso, pero tratándose de dos pájaros de tal pluma, no es cosa que nada permita asegurar.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

y como sería la pregunta?
-señorita, quiere usted ser mi inminente viuda?
-Vale, hombre, vale, espera que llamo al médico, o mejor, al notario.......
como cabras!

Eride dijo...

Nospornada pero conmigo un pavo se clava un cuchillo para meterme mano y como mucho como mucho, si me cae bien y hay cobertura, le llamo al SAMUR.

suri kata dijo...

Qué manía de acuchillarse y qué raro que la otra con lo lista que parecía cediera. Si no te gusta no te va a gustar por pena, si se abre en canal como si se tira por un puente.

Cattz dijo...

Tal vez dejaba una hermosa pensión huerfanita. Que tampoco es plan de ser tonta con la comida del mañana.

Anónimo dijo...

A ver, cómo no iba a ser arisca la chiquilla, caramba!

Esther Hhhh dijo...

Madre del Amor Hermoso Capi, pobreta si es que menudos individuos, como mínimo se hizo lesbiana por necesidad. Si hoy en día cuesta ver hombres que se cuidan y demás.... Que ya sabeis que por vos no lo digo eh?, aunque últimamente con tanto libro os estais descuidando Capi, que las opos son peor que la circonita...

Besitosssssssss

Achab dijo...

Criaturilla:

Más o menos.

Eride:

Vaya, pues guardo la podadora.

Suri:

Ya, pero como se va a morir te da igual. O eso te crees.

Cattz:

Bien pensado.

Gin:

Le iban raritos, admitámoslo.

Esther:

Bueno, le gustaban los hombres, pero sólo para mirar.

GUANDARRRR dijo...

Tenía dinero este Andreas?? para mi que la rusa vio un chollo. "Joe, qué mal está este pavo, si me caso con él heredaré pronto en cuanto le diga que no me meto en su cama. A la siguiente seguro que acierta fijo".

Jolín con la rusa... si ya lo hablamos en su día Achab, nunca te fíes de los rusas...

Achab dijo...

Guandarrrr:

Pues no, la que tenía pasta era al rusa. Gente rarita, que se dice.