viernes, agosto 10, 2007

Power Ball

Mi hermano es curioso como un ratón de campo. Como además posee avanzados estudios de física, su curiosidad se expresa a dos niveles: el propio del maduro y respetable indagador científico que es y el del niño chico que en su vida dejará de ser. Ambas facetas se excitaron al unísono cuando, por vez primera, observó en el escaparate de una tienda un curioso artefacto giroscópico-gimnástico denominado Power Ball.

El ingenio, una esfera azulada del tamaño de una mandarina grande o una naranja pequeña, se presentaba como un medio entretenido de ejercitar muñecas y antebrazos. La publicidad prometía que si el adquirente intentaba girar el cacharrito el artefacto ofrecería mayor resistencia conforme se incrementara la velocidad de giro. Mi hermano empezó a devanarse los sesos en pos del fundamento físico del hallazgo y su mujer, para facilitarle la tarea, le regaló el chisme.

Unos pocos días más tarde la curiosidad científica de mi consanguíneo estaba satisfecha. Tras unos cuantos experimentos, el científico aficionado pudo darse por satisfecho. Hasta el último secreto del cacharro estaba al descubierto: sus mecanismos habían sido observados, sus propiedades documentadas y su comportamiento modelizado. Sin embargo al niño interior aún le quedaba mucho por hacer. Por de pronto, descubrir a cuántas revoluciones podía rotar la dichosa esfera.

Para desesperación de su esposa, Starbuck anduvo sin parar agitando la bolita día tras día. Que ella le habalaba, el giraba la esfera. Que veían la televisión, el rotaba el artefacto. Que se iban a dormir, el giróscopo los acompañaba. Tanta dedicación sirvió para que él alcanzara unas impresionantes 11.000 revoluciones por minuto y ella decidiera deshacerse del cacharro, objetivo que ha logrado, temporalmente, prestándome el chisme mientros ellos se van a bucear a Fuerteventura.

¡Inocente! El abajo firmante es dos años más crío que su hermanito mayor, de modo que, si antes convivía con un obsesivo rotante, cuando vuelva de las islas convivirá con un obsesivo rotante en abierta competición con su obsesivo y rotante hermano.

Por de pronto, ya tengo la bola a 9.278 revoluciones. Del fin de semana no pasa que supere las 10.000

Palabrita de obsesivo-compulsivo.

14 comentarios:

Gato dijo...

No, si aquí cada cuál con lo suyo. Somos todos nor-ma-les. Que sí.

Cattz dijo...

Yo la tengo en naranja. En realidad se la regalamos a mi madre con la esperanza de que la usara para poner en forma sus brazos porque se quejaba mucho de eso, pero visto el abandono al que era sometida, he decidido adoptar a la pobre power ball. Aunque a Caos no le gusta un pelo :)

suri kata dijo...

Anda que meterse en la cama con la bolita...
Su cuñada todavía no ha descubierto las ventajas psiquiátricas de los contenedores de obra.

Luis dijo...

Joder...qué rural soy...mira que no conocer la bolita de las pelotas! (valga la redundancia..)

reve dijo...

Es un artefacto infernal...
Mi cuñado la descubrió hace ya mucho tiempo, cuando aún nadie la había llamado power ball, y era dificilísima de conseguir. Él es montañista, y la idea principal era un poco la de la madre de Cattz, usarla para lo que es, fortalecerse.
Pero hay, el espíritu competitivo... al final acabó haciendo competiciones con mi otro cuñado, y con unos dolores de brazo tremendos. Acabó toda vida social y familiar posible, y dedicaban todos sus esfuerzos a conseguir más revoluciones que el otro...

Al final sus dos respectivas se deshicieron de las dichosas bolitas, igual que tu cuñada... la historia se repite...

Eride dijo...

Mi hermana por fin ha conseguido que pruebe (y adore) el simulador de pump it up que le conseguí en eBAy.

Te cambio al físico por la friki y una botella de Gatorade.

Cattz dijo...

Vaya, tengo una power ball, una alfombrilla para el pump it up (bueno, en realidad tengo dos), una wii y una nintendo DS. Algo falla, porque no tengo una larga cola de frikis adorándome detrás XD
¿Es buen momento para decir que tengo una rubia prima solita también?

CGI MANAGEMENT dijo...

Y...
¿Dónde dices que la venden?

Achab dijo...

Gato:

Normalísimo, y ya está a 9890.

Cattz:

¡Oye! Que si te vas a sentir mal yo te hago reverencias como si tu retambufa fuera La Meca.

Lo de la priam puedes decirlo siempre. Es cosa que vende muy bien.

Suri:

¿y eso no computa como trío?

Luis:

Ya llegará.

Reve:

Afrotunadamente, por aquí no hay nadie que me quite la bola: a las polillas no parece que les importe.

Florecilla:

En el VIPS de Lista, mismamente.

Anónimo dijo...

Tercera vez.

CAPULLO.

Esther Hhhh dijo...

Telita con la bolita... Pues oye, tiene su gracia, que os conste, Capi, que ni sabía que existía, pero me han dado ganitas de probarla, jejejeje... Si es queee mira que me gusta tocar las "bolas" jejejeje ;-P

Besitos

Achab dijo...

Eride:

Guapa, no te enfades, que me estab pensando el cambio.

Esther:

¡Vicio, vicio!

Tamaruca dijo...

¡JAJAJA!

Yo también tengo uno, me la regalaron mis compis de escalada para que cogiera fuerza en los antebrazos, el primer día me emocioné tanto con la puñetera bola que al día siguiente no podía ni coger el boli de las agujetas que tenía :D

La verdad es que funciona. Es evidente que sigo pareciéndome más a Olivia que a Popeye pero sin duda tengo más fuerza desde que compito contra la centrífuga :)

Achab dijo...

Tam:

La acaba de recuperar mi hermano y menos mal, porque me empezaban a salir sospechosos bultos en los brazos