Leo con preocupación en la prensa que sesenta energúmenos han asaltado el despacho del consejero balear de educación para enunciar en lenguage internacional por señas -mojicón viene, guantazo que va- su discrepancia con la política educativa del asaltado.
Dos conclusiones saco de la protesta.
La primera es que los manifestantes tienen razón. La educación en España es un asco y bien lo prueban al hacer exhibición de no tenerla.
La segunda es que el consejero balear de educación tiene un despacho demasiado grande. Yo estoy más que contento con el tamaño de mi despacho y no me caben sesenta energúmenos ni apilándolos en los estantes.
martes, mayo 22, 2012
Épica del energúmeno apilado
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
Ay Capitán, cuanto le echaba de menos! :-)
En realidad en nada extraña, ya ve sus compatriotas del aeropuerto Barajas en eso de los pasajeros en tránsito. Tienen una manera de mover el tolete que envidiaría la bastonera más sexi de cualquier carnaval... Yo por si las dudas le solicito atentamente una invitación para el próximo comentario... aunque este solo sea en tránsito...
Se esperaba a unos manifestantes con camisetas verdes pidiendo más educación, y nos encontramos a unos camisas pardas haciendo gala de la falta de ella.
Lo que me da pena es no haber estado el día de la "resurreción". :-)
Bienvenido y bien hallado
Jajajajaja, Capitán... sus análisis son tan certeros como únicos. Cómo se le echaba de menos, pardiez.
La moraleja es: ten un despacho en el que sólo quepa tanta gente como seas capaz de vencer en combate desigual.
Yo, con un dos por dos ya me sobra.
Publicar un comentario