jueves, mayo 10, 2007

Historia del paralítico motorizado


Periódicos y telediarios gustan mucho de tener alguna noticia curiosa que insertar entre las desgracias habituales y facilitar de este modo el cambio de tercio y la entrada de los banderilleros. Ayer le tocó el turno a la historia del paralítico motorizado.

Parece ser que el otro día, la policía de Narón, provincia de La Coruña, recibió varias llamadas alertando de la presencia de una camilla motorizada que se desplazaba pisando huevos por la autovía que une El Ferrol con Villalba. Los uniformados que se desplazaron a la citada vía encontraron, en efecto, que Antonio, un tetrapléjico de 42 años, circulaba por el arcén pilotando, con considerable miedo y sirviéndose de la boca, un abracadabrante híbrido de cama y motocarro.

El minusválido, muy aliviado por su rescate, aclaró a los agentes que él no tenía gana alguna de estar allí; que se había equivocado de salida en una rotonda y que había acabado en la vía rápida, pero que su intención primera nunca fue otra que dirigirse al “Club” a distraerse un rato.

En fin, no es que yo esté muy puesto en las alternativas de ocio en el medio rural gallego, pero, francamente, me sorprendería mucho que don Antonio fuera socio del club de tenis local. Es más, me sorprendería enormemente que hubiera club de tenis en Narón, provincia de La Coruña, y menos tan cerquita de la carretera. Entiéndame, no es que me parezca mal que don Antonio se distraiga como pueda, bastante tiene ya con lo suyo y todo alivio que se procure es poco, lo que me intriga es cómo demonios se apaña para hacerlo. Vale que el hombre es habilidoso, que conduce la motocama esa con la boca y pinta cuadros con los dientes, pero a bote pronto, yo diría que las actividades propias de un prostíbulo exceden un tanto de sus capacidades actuales. En fin, lo mismo es que le hacen descuento en los cubatas.

En cualquier caso, demostrado queda que las rotondas son un invento del diablo - o de los franceses, que tantum monta- y que solamente sirven para estrellar ciclistas, perder tetrapléjicos y disminuir los ingresos del pequeño comercio rural gallego.

¡Que las supriman ya, hombre!

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Me asaltaba la misma duda que a ti. Nadie me ha dado una solución satisfactoria.

Anónimo dijo...

Este tio es un genio, un crack. O como dice mi primo, el puto amo.

Anónimo dijo...

Pues la opción de que le hagan descuento en los cubatas no es para nada descartable... Me he reído mucho con el párrafo final de las rotondas.

Te visitaré a menudo. Salud!!

Tamaruca dijo...

Padezco una fobia justificada a las rotondas. Si logro superarlo, hablaré de ello.

Me ha dado una pena esta noticia... Asumo que hoy estoy sensible pero es que me produce muchísima tristeza imaginarme al pobre hombre ahí, solico por la carretera para que una moza de bondad infinita y un corazón como una casa de grande (sólo comparable a su estómago) le haga un apaño por unos pocos euros, no sé... De verdad que toda la escena en sí me da ganas de llorar :'(

Anónimo dijo...

Como dice tamaruca, a mí también me ha dado más pena que otra cosa.
Estaremos sensibles.

Besos Anita

Esther Hhhh dijo...

A mi me encanta girar alrededor de una buena rotonda a toda pastilla... jejejejjee, es tan divertido angustiar a los que viajan contigo... Es un buen método para conseguir que se decidan rápido a donde se va o que se va a hacer, no falla...
Teneis razón Capi, soy una viciosa, y este es otro de mis vicios, jejejjejeeje...
Y hablando de vicios ¿os habeis quedado con el cenicerito que el hombre este llevaba en el pecho? Yo no quiero alarmar más a la sociedad, pero juraría que tenía un porrete en él...

besitossssssss

querida_enemiga dijo...

Me ha dado mucha pena a mí también la noticia. Yo en cambio no tengo tanta manía a las rotondas, sino más bien a los que hacen mal uso de ellas... que hay cada loco al volante...

Anónimo dijo...

Pues si le digo, a mi lo que menos me llamó la atención fue eso de que pilotara la camilla por la carretera (que al fin y al cabo es tetrapléjico, a ver cómo se va a desplazar si no) sino que lo hiciera para irse al club a echar unas copas porque pilotar la camilla de vuelta, bebido, sí que debe ser un deporte de alto riesgo.

Anónimo dijo...

A mi también me ha dado una pena infinita.El mundo está lleno de pobre gente buscando cariño en lugares equivocados...
En cuanto a lo del porro... supongo que estando así, es lo menos que puede meterse "pal cuerpo".
En cuanto a lo de sus capacidades...sin duda es una necesidad más social que física.
Y en cuanto al deporte de riesgo...como gallega y conociendo nuestras autovías...me sorprende que pueda contarlo.Este hombre tiene un ángel de la guarda enorme...

Anónimo dijo...

Pues hombre, si al pobre individuo lo unico que le quedan son los ojos... pues nada, que le alegren un poco la vista de vez en cuando me parece muy bien. Eso si, La poli deberia haberle hecho "soplar" no vaya a ser que lo de "Perderse en la rotonda" fuera de vuelta ya bebido, y no otra cosa...

(Es lastimoso que un individuo asi tenga mas vida social que yo... sinf)

Achab dijo...

Hartos de ZPorky:

Pues la compañía, supongo.

SebastianDell, Criaturilla:

Si ha sobrevivido a una autovía gallega montado en eso deberían darle un formula uno. Ese hombre gana el mundial sin meter la tercera.

Mescalino:

Si unes todas las rotondas del país con un rotulador formas una gigantesca estrella de cinco puntas, seguro.

Tam, Anita, Querida_enemiga:

Si penita da mucha, pero no sean tan morbosas, que dado su estado al Club va solo a beber y hablar. Si tiene una lesión medular en las vértebras del cuello, anda que ocurra por debajo de este le afecta lo más mínimo.

Esther hhhh:

Eso ya no me afecta, que para fumar porros no hace falta la pelvis… Pelirroja, viciosa confesa… Esto se pone interesante.

Gin, Alienígena:

Pues no lo había pensado, pero tienen razón.

Tamaruca dijo...

La sexualidad está en el cerebro.

No es morbo, sólo hemos contemplado una de las dimensiones que todas las personas tenemos por naturaleza. Bueno, quizá algunos la repriman; los curas, por ejemplo. Pero claro, ellos en vez de dimensión tienen morbo.