lunes, mayo 07, 2007

La estación fantasma


Hoy les voy a contar una historia de desaparecidos y confusiones. Resulta, mis pequeños suspiritos azules, que en el metro de Madrid existe una parada de nueva creación, llamada Simancas, que comparte nombre con el barrio donde se encuentra, el candidato socialista a Presidente de la Comunidad y un pueblo de Valladolid. Sin embargo, los nuevos mapas del metro se han editado con omisión de dicho apeadero.

El señor Simancas, en vez de agradecer la oportunidad de ser, por una vez, noticia, se ha mostrado muy ofendido y ha insinuado que se trata de una medida de carácter mágico vudú urdida por sus enemigos políticos para labrarle la desgracia. No sé, qué quieren que les diga, aparte de que este hombre no parece necesitar demasiada ayuda externa para desmorrarse en los recuentos electorales, yo no termino de imaginarme a Esperanza Aguirre invocando a Changó mientras agita una maraca confeccionada con la calavera de un simio negro. A mí me parece, más bien, que sea el típico bromazo del becario mal pagado, como aquella vez que insertaron en el horóscopo del periódico la infausta predicción de que todos los nacidos bajo el signo de Tauro morirían acuchillados, cosa que, afortunadamente, no sucedió.

De todas maneras, lo mismo le convenía a don Rafa cambiarse el apellido, que el suyo llama mucho a confusión. Por ponerles un ejemplo, unos días antes de las últimas elecciones autonómicas, estaban dos señoras discutiendo de política en la farmacia de mi madre, que se halla muy cerca de la malhadada parada escapista.

Una de las señoras, tras realizar una vehemente defensa de sus convicciones, declaró:

- Yo voy a votar a Simancas.

Su contertulia lo tomó por una declaración geográfica, que no política, y convencida de que la entusiasta socialista debía depositar su voto en el Instituto Publico de Educación Secundaria del barrio de Simancas, contestó:

- Yo no. Yo a los salesianos.

Que, por cierto, fue tirar el voto. Ni un solo escaño sacaron los padres salesianos. Una injusticia, con lo buenos que son, que nos llevan de excursión...

7 comentarios:

suri kata dijo...

Pobre. Va a ser lo que me dijo en lo de Pompeyo, ni se refleja en las fotos ni aparece en los mapas.

blondie dijo...

Llamémosle broma, llamémosle favor, que como ya han dicho muchos, lo importante es que hablen de uno, aunque sea mal.

Las mercedarias también nos llevaban de paseo, cuantos recuerdos así de golpe.

Anónimo dijo...

Igual es que es tan tan vampiro que no se refleja ni en los planos del metro. Por cierto, creo que yo he visto esa estación.

Anónimo dijo...

Gracias por hacerme reir Capitán.
Me ha gustado mucho eso de "mis pequeños suspiritos azules" ;-)

Besos de Anita

Tamaruca dijo...

Al principio confundía a Urdaci con Simancas. Les encuentro cierto parecido físico.

Por cierto que si haces doble-click tres veces seguidas sobre la patita derecha del pingüino (nuestra izquierda) se cae al agua, ¡jijiji! Lo tiro siempre que vengo, no lo puedo evitar.

CGI MANAGEMENT dijo...

¿No será porque es como un poco pequeñín?

Achab dijo...

Suri Kata, Gin:

Eso va a ser.

Blondie:

En realidad los mios eran agustinos, pero para el caso convalida.

Anita:

A juzgar por el color tipo del opositor, casi que, para vuecencia, deberi'a emplear un "suspirito blanco".

Tamaruca:

Debe de ser el espiritu de la inutilidad que a ambos posee.

Florecilla:

Bueno, pero Sarko tambien y no le va mal.