jueves, noviembre 12, 2009

El secreto de Próculo

Aviso a navegantes. El artículo que sigue es más verde que un plato de espinacas.
Si estas cosas les dan apuro, regresen mejor mañana.
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En un discreto rincón de su monumental "Historia de la Decadencia y Caída del Imperio Romano", Edward E. Gibbon transcribe una curiosísima carta de Próculo, usurpador del Imperio, a su amigo Meciano:

"Proculus Maeciano adfini salutum dicit. Centum ex Sarmatia virgines cep, ex his una nocte decem inivi; omnes tamen, quod in me erat, mulieres intra dies quindecim reddidi "

Lo cual, en lengua vernácula, viene a significar lo siguiente:

"Saludos de Próculo a su amigo Meciano. He capturado a cien vírgenes sármatas, de las cuales yací con diez en una sola noche. A todas las demás las hice mujeres en el plazo de quince días."



Por dejar las cuentas claras: 10 + 15 x 6 = 100.

¡Casi nada! Para que luego insinúe Mr. Gibbons que el Imperio Romano estaba en decadencia... Se conoce que los usurpadores romanos hacían mucho ejercicio, comían alimentos sanos y estaban fuertes como los robles, pues cosas así ya no pasan.

Si el hombre de hoy quiere mantener el ritmo del fogoso Próculo no tiene más remedio que recurrir a la química. Los sinvergüenzas que pueblan la red se aprovechan de tan triste desgracia y pretenden hacerse de oro mediante el tráfico ilegal de viagras de baratillo. Acabo de revisar la carpeta del "correo no deseado" y, en el útimo mes, se han acumulado más de cien ofertas de reconstituyentes para el badajo que no serán, por lo general, más que polvos de talco prensados, chinas pulidas de la propia China o aspirinas pintadas de azul.

La más original de las ofertas sigue, por el contrario, la pretensión homeopática de curar la enfermedad con lo mismo que la provoca:




Reza el anuncio: "You will recharge your amorous gun much faster, if you swallow one before you jump to bed". Lo cual, traducido al idioma de nuestra tribu, significa: "Recargarás mucho más rápido tu pistola amorosa si te tragas una antes de irte a la cama".

Ahí lo tienen, sin química, sin pastillas, sin sildenafilo...

¿Sería ese el secreto del amigo Próculo?

7 comentarios:

si, bwana dijo...

Lo extraordinario del tal Próculo es, que con semejante nombre,fuera
tan fogoso con el sexo opuesto. Me hubiera parecido más lógico que se tratara de alguien que prefiriera
tomar por el apellido.
Opino que le cuadraba más haberse lamado "Própolla", digo yo.

Anónimo dijo...

Pues tampoco es tan verde.Podrías a escribir algo realmente verde,jejeje

Anónimo dijo...

Mi libro naturista dice que la viagra puede sustituirse por apio licuado , que sabe mal, pero hace el mismo efecto sin producir riesgos cardiovasculares...Alguien lo ha probado?

suri kata dijo...

Hala, exagerao. Qué verde ni qué verde.

Achab dijo...

Bwana:

Bueno, según sus crónicas su mujer era un monstruoso virago bigotudo así que lo mismo le daba también al próculo.

Anonimo alpha y suri:

Son ustedes insaciables.

Anónimo beta:

Puf, apio licuado... creo que prefiero el sildenafilo. No sé a qué sabrá, pero peor no puede ser.

Esther Hhhh dijo...

Capi, Capi, Capi, yo siempre lo digo: Ya no hay hombres como los de antes... Aish....

Besitos

Achab dijo...

¿Tienes 99 amigas sin plan?