jueves, marzo 25, 2010

Discreción ante todo


En ocasiones, la adorable superhembra rubia que ameniza mis estudios aprovecha mis treinta años de experiencia como varón para sondear los más profundos recovecos de la psique masculina. El distraído examen de un catálogo de complementos ha sido causa impulsora de su última indagación:

- ¿Tú crees que algún hombre se fija alguna vez en qué bolso llevamos las mujeres?

- Hmmm... si es bastante rarito es posible que sí.

- ¿Quién tiene que ser rarito? ¿El hombre o el bolso?

- Basta con uno de los dos.

Es más, si me topo con el bolso que sale en la foto lo invito a un salteado de brotes de bambú.

4 comentarios:

criaturilla dijo...

Pues a mi me gustan los bolsos de tu rubia, y ella es un solete.

Marga dijo...

Espero que ese bolso sea del catálogo y no de tu rubita si he entendido bien...Mi pregunta es ¿como es que se ha fijado usted en dicho complemento, a instancias de la susodicha o de motu proprio?

Saludos

si, bwana dijo...

¿Qué bolso?

Achab dijo...

Criaturilla:

Más mona...

Marga:

Es del catálogo, lo es.

Bwana:

El oso disecado con cremallera