Los copilotos se aburren. Es una de las realidades universales de la conducción. El remedio más popular contra el tedio consiste en ir leyendo cada letrero que se pone a la vista del amodorrado acompañante:
"- Igrexa, s. XIV.
- Bueno...
- Casa rectoral, s. XVIII.
-Vale...
-Ponte romana.
- ¡Ave César!"
Y así va pasando la vida en el coche del Capitán Achab.
domingo, septiembre 18, 2011
Ponte
Categorías: turismo
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