Se sospechaba de antiguo que la naturaleza tiene por afición imitar al arte. Alfredo Pérez Rubalcaba, en inversión singular de un título de Delibes, fue de siempre, sobre fondo rojo, un hombre gris.
Por esas cosas que tiene la imagen, el fondo rojo rubalcabense se ha transmutado en suavísimo e inocente azul conservador. Por si acaso se trata de un homenaje a "La Metamorfosis" de Kafka, he bajado al supermercado a comprar un bote grande de Cucal aerosol.
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