lunes, julio 13, 2009

De cómo la realidad imita al insulto

Una de las más curiosas maneras de mandar a tu interlocutor a freir puñetas -la lengua de Cervantes y más la de Makinavaja es muy rica en tales expresiones- consiste en desearle que se lo trajine un pez-picha, especimen que todos teníamos por una metáfora del pene...

8 comentarios:

koala dijo...

¡Mira tú qué curioso! Un perfecto hueso peneano, como los perros.

Por cierto, ¿tu pingüino es macho o hembra?

suri kata dijo...

Yo me lo sabía sin terminarlo en picha: anda y que te f*ll* un pez!
Así cuadra el descubrimiento.

A pingüinín le pega ser macho. Por como mira.

Achab dijo...

Koala, suri kata:

Es macho y muy macho.

koala dijo...

¡Jajaja! Muy bueno Suri, por cómo mira.
Por esa mirada de atolondrao pidiendo comida.
Sí, definitivamente es macho, jajaja

Er-Murazor dijo...

¿Y la hembra del pez de la foto, será un pez-vagina?

Esther Hhhh dijo...

Pero que cosas se encuentran excavando...

Besitos

Esther Hhhh dijo...

Por cierto, capi, vos perdisteís la L en este post... Dadle un repasito...

Besitos

Achab dijo...

Voy a ver