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martes, enero 06, 2009

Ya vienen los Reyes Magos caminito de Belén

Los Reyes Magos de Oriente han dejado en mis zapatos la última edición de varias leyes y un polo de rayas horizontales.




La cadena y la bola esperarán hasta mi cumpleaños.

lunes, octubre 06, 2008

El arte de regalar

En Oriente, hacer regalos no es una cuestión baladí. En Japón, por ejemplo, cuando uno recibe un regalo incurre en giri. Giri significa deuda y también obligación. El giri puede perseguirte de por vida y cubrirte de vergüenza, oprobio y humillación. El giri, en definitiva, es muy mal negocio y debe saldarse a la primera ocasión.

Tratándose de regalos, la regla de oro es la siguiente: todo regalo exige la entrega de otro de similares características y valor. Si el regalo de respuesta es demasiado modesto, exhibes una impúdica falta de agradecimiento. Si es demasiado valioso estás insultando a tu benefactor. Más de un japonés empezó aceptando un cigarillo y acabó sacándose el mondongo con una katana.

Para evitar estos problemas, existen tiendas especiales que venden los regalos más comunes identificando su valor con un código de colores. Si devuelves un regalo del mismo color, tu honor quedará a salvo y la gente sabrá que eres un nipón educado, correcto y de buena crianza.

En China, donde tenían un problema parecido, han encontrado una solución mejor. Un regalo universal que satisfaga todos los gustos y evite incurrir en deshonor. El regalo perfecto para toda ocasión.

El envoltorio lo proclama con orgullo:
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REGALO ELEGANTE.
Igualmente adecuado para gustos populares o refinados
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Muy cierto. Si regalas la espantosa tortuga-reloj con declaración de amor en colorines es indiferente que el receptor del regalo sea un estirado eunuco de la corte imperial o un humilde campesino de Cantón.

En cualquiera de los dos casos te lo va a incrustar en tu muy honorable esfínter anal.

viernes, diciembre 28, 2007

Tarjetitas

Mi primo pequeño es partidario de las felicitaciones navideñas artesanales y personalizadas. Demasiado personalizadas, en realidad. Este año me ha caído un tarjetón con un pingüino y el escalofriante mensaje:

"Que tengas una Navidad feliz con tantas cosas que recordar".

En roman paladino, que no se te indigeste el Código Civil, que ya es pedir.

Para Reyes le regalo un Herodes articulado.
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lunes, diciembre 24, 2007

Regalos


Esto de compartir dos naturalezas -humana y bloguera- tiene un cierto atractivo. Otras veces, en cambio, es un auténtico fastidio.

Por ejemplo, acabo de encontrar el regalo perfecto para mi hermano: precio razonable, intenso friquismo, colores elegantes e irónicas lecturas dobles. Orgulloso de mi hallazgo, me muero de ganas de contárselo a todo el mundo... y no lo puedo hacer sin estropear la sorpresa.

Me van a obligar a buscarme amigos de verdad, de esos que comentan el fútbol, se beben el vino bueno y te afanan el jamón.

¡Confío en que les pese sobre sus negras y entumecidas conciencias!
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