lunes, marzo 23, 2009

De los muy brutos paisanos que cría la verde Erin



Chulainn es el personaje  más popular de la mitología irlandesa. Como la mayor parte de los héroes de la verde Erin, Chulainn era un poderoso guerrero, diestro en el manejo de la espada, matador de gigantes y protector de los débiles.  Dos características peculiares lo diferencian, sin embargo, de otros musculosos hibernios:


- En primer lugar, su muy nutrida colección de geasa. Los geasa son los tabúes rituales de la Irlanda pagana. Chulainn, por ejemplo, tenía prohibido comer carne de perro,  rechazar cualquier alimento que le ofreciera una mujer o mirar de frente a una moza desnuda. Si el guerrero respetaba sus geasa se tornaba prácticamente invulnerable.  De infringirlos podía arriesgarse a una muerte dolorosa y atroz.

-  La otra peculiaridad del muchacho era la ríastrad, un estado de enajenación transitorio bajo cuyos efectos se convertía en una bestia sedienta de sangre solamente interesada en el asesinato, el incendio y el pillaje.  Cuando al tipo se le hinchaba la vena del cuello la única manera de detenerlo era enfrentarlo a uno de sus tabúes. Así, en cierta ocasión, las mujeres del Ulster consiguieron evitar la devastación de su tierra rodeando desnudas a Chulainn mientras este cruzaba un río. Para evitar quebrantar sus votos, el enfurecido irlandés hubo de sumergir su cabeza en el agua helada, remedio que bastó para aplacar sus ansias homicidas.

Dejemos con esto a los irlandeses de antaño y centrémosnos  en su progenie contemporánea.  El sábado pasado se jugaba el partido decisivo del Torneo de las Seis Naciones de rugby.  Los dos únicos equipos con posibilidades de victoria, Irlanda y el País de Gales, se enfrentaban en Cardiff. Servidor, que experimenta a un tiempo una honda simpatía por los galeses y una profunda carencia de planes alternativos, se puso su mejor camiseta roja y se fue a gritar "Cymru am Byth!" (*)  al bar de la esquina.



En el último segundo del partido, el galés Stephen Jones intentó una difícil transformación que, de haberse llevado a efecto, hubiera significado la remontada del equipo local.  El lanzamiento, para desconsuelo de la hinchada roja, se quedó cinco metros corto. Los irlandeses retuvieron la victoria.  

En el fondo, mejor así.  El bar de la esquina es un pub irlandés.  Conforme el pelotazo de Jones se acercaba a palos,  una docena de hipertrofiados parroquianos vestidos de verde iba experimentando las primeras fases de la ríastrad.  

A ver dónde encuentro yo, en Madrid y a las ocho de la tarde, cincuenta mozas galesas que se queden en cueros para salvarme la vida.

-ooOoo-

(*)  ¡Gales por siempre!

8 comentarios:

si, bwana dijo...

Sospecho que la riastrad puede producirse por inflingir la geasa de comer carne de perro. ¿Y esta gente va a misa?

suri kata dijo...

Aquí lo que tenemos es mucha riastrad y poco geasa.

Anónimo dijo...

Así que carencia de planes alternativos...
Tomo nota :P

Anónimo dijo...

Una buena ducha fria, remedio mítico

T dijo...

Usted iría con Gales pero yo voy con los chicos del cardo, los aguerridos escoceses, y por perder, perdimos hasta la Calcuta Cup.
Pero me alegro por los irlandeses. Lo de ganar a los tres 15 del Reino Unido de la Gran Bretaña en sólo torneo es para que les hagan un monumento en Dublin.

Anónimo dijo...

Yo tengo mucha riastrad hoy...me he peleado con los muebles...y casi me ganan.
snif
ni yo me entiendo
criaturilla

Achab dijo...

Bwana:

No, esos eran paganos hasta la médula.

Suri:

Mismamente.

Glenclous:

¿Es usted fan de Gales?

Alfina:

Muy efectivo, además.

T:

No dé ánimos a los comedores de patatas que ya están muy crecidos.

Criaturilla:

Hay sillas muy traicioneras.

koala dijo...

Se me ocurren muchos planes alternativos para ti: HACERME UN DUPLICADO de la tarjeta SIM que he perdido y por supuesto, planear cómo me vas a recibir dentro de 2 semanas... Aaahhhhhh