domingo, agosto 08, 2010

Automoción jainista


Los seguidores más rigoristas del jainismo cubren su boca con un velo y barren el suelo que van a pisar. De este modo, evitan el riesgo de tragar un mosquito, pisar una hormiga o jalarse un infusorio, actos de agresión injustificable que perjudican mucho al karma.


Vistas las consecuencias que mis viajes en automóvil tienen sobre la microfauna española creo que tengo dos opciones: o bien le coloco un velo a mi coche o bien me resigno a reencarnarme en mosquito.

Incluso podría pedirle información al ejemplar incrustado en el parabrisas. Claro que, sin cabeza, poca cosa me podrá contar.

1 comentario:

suri dijo...

Cierto es que los viajes son una masacre bichicida. Y lo mal que se limpian, los tíos.