viernes, abril 29, 2011

Guapas, guapas y guapas...

Hasta hace unas horas yo, que no comprendía la razón última de la monarquía, me comportaba como un furibundo republicano. Pero eso se acabó. Ahora sé, por ejemplo, que la misión histórica de la monarquía británica era producir a las hijas de Sarah Ferguson y dejarlas irrumpir en una tienda de ropa con la chequera repleta y unas ganas incontrolables de arruinarle la fiesta al pavisoso de su primo.




Me encantan. Son, probablemente, lo mejor que ha dado la Gran Bretaña desde el pastel de riñones. Ya sólo tengo que decidir si le declaro mi amor a la mesonera putanesca con sombrero de pirata o a la rubia disfrazada de mesa camilla con una garrapata prehistórica encaramada a la sesera.


Al final será la rubia porque uno es animal de costumbres, pero créanme que me va a costar.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Si ya lo decía mi abuelo, que el dinero no valía para nada. A éstas por lo menos.

Griselda dijo...

Cuando vi la foto ayer lo primero que pensé fue que la rubia tiene cara de estar pensando que se ha dejado la plancha encendida

Anónimo dijo...

A mí me recuerdan a las hermanastras de cenicienta.

cristina dijo...

Bueno la elegancia no tiene nada que ver con el gasto que podamos hacer. La elegancia estaría en saber llevar el vestido más barato como si fuera un Versace. Y aqui se nota que lo unico que no pudieron comprar fue eso, la elegancia.

maggie dijo...

Ya que te obliga tu abuela a asistir a la boda más aburrida del mundo, por lo menos da la nota y haz que te miren más que a la novia. Hombreya.

petete dijo...

¿No serán las hijas de ZP?