En la Roma clásica era muy frecuente colocar una estatua del dios Príapo para guardar los campos. Ignoro por qué la estatua de un diosecillo medio cabra con un cimbel descomunal tenía un efecto disuasorio sobre los ladrones de la antigua Roma, pero lo que parece claro es que se ha diluido con el tiempo.
A los chorizos italianos de hoy, por lo que se ve, les pone.
miércoles, abril 13, 2011
Priaperías
Categorías: noticiario, política, sexo
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1 comentario:
Bueno, pero....las chicas esperaron demasiado antes de decir que querian irse....
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