viernes, junio 27, 2008

Emoción


Yo acostumbraba a pensar que el fútbol era un deporte un tanto soso. Acostumbrado al baloncesto o al tenis, donde se anota un punto cada medio minuto, el balompié se me antojaba un divertimento de insufrible morosidad.

El problema, no obstante, no residía en el deporte rey sino en mi defectuosa manera de presenciarlo. Ayer por la tarde, para escarmiento de mi presunción y enmienda de mi ignorancia, pude averiguar cuán emocionante se torna un España-Rusia sentando a mi abuela en el sofá del salón.

Para que se hagan una idea, cuando mi abuela grita: "-¡Ay, ay, ay, ay! ¡Los rusos! ¡Los rusos! ¡Los rusos! ¡Nos van a marcar, nos van a marcar! ¡Uh! ¡Uh! ¡Uh! ¡Gol va a ser! ¡Ay, qué pena!"- eso significa que un hijo de la Madre Rusia acaba de controlar el balón en su propio campo.

De haberse tratado de nuestro campo lo más seguro es que hubiese comenzado a rezar.
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8 comentarios:

Anónimo dijo...

JAJAJJAJA
que maja tu abuela...
qué dijo al acabar el partido?

Anónimo dijo...

Gracias a los avisos de tu abuela, no nos marcaron ni un gol!

Anónimo dijo...

Mi madre cada vez que ve un indicador con los fueras de juego en la pantalla, siempre dice: "¿ay, no me digas que España gana 8-3 a Brasil?". Claro, que previamente pregunta - pasados 60 minutos de partido- ¿quienes son los españoles? :-)

Cattz dijo...

Mi yaya lo que no termina de pillar es lo del cambio de campo... Siempre anima hacia el mismo lado :)

Anónimo dijo...

Con una abuela así como comentarista hasta yo lo disfrutaría.

Marga

Anónimo dijo...

Para hoy puedes pintar pequeños bigotitos en la pantalla y decirle a tu abuela que el campo está lleno de Hitlers.

Esther Hhhh dijo...

Si es que no hay nada como una abuela futbolera al lado para ver un partido, siempre se hace mucho más ameno, jejejeje...

Besitossssss

Achab dijo...

Criaturilla:

Que había estado muy emocionante.

Anónimo A:

Es una benefactora.

Anónimo B:

Los españoles generalmente son los que pierden, menos esta vez, claro.

Cattz:

Es una opción. Creo que empezaré a hacerlo también.

Marga:

Sin duda.

Glenclous:

¿Y para qué quiero yo qu emi abuela anime a Alemania?


Esther:

Eso si no te infartas antes.