Loquillo, el cantante, quería un camión para ser feliz, demostración práctica de ser infinitos los caminos que llevan a la felicidad.
El caso del camionero francés que ha empleado los millones de la lotería en salvar la empresa para la que conduce es un ejemplo práctico de cómo la realidad imita al arte. Pero no le critiquen. El hombre es feliz. Y tiene un camión.
lunes, febrero 07, 2011
Yo para ser feliz quiero un camión
Categorías: noticiario
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2 comentarios:
Nosotras creemos que había bebido mucho de lo que lleva la localidad de donde es por nombre... ya se arrepentirá.
Oye, que yo siempre he querido tener un camión... En concreto estoy enamorada de ciertos modelos yankis, en rojo y cromado, que... uhmmmmmm... "yo para ser feliz quiero un camión, yo para ser feliz quiero un camión, escupir a los urbanos, a mi chico meter mano, yo para ser feliz quiero un camión" jejejje...
Besitos
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