Hoy es un gran día para los gatos. O, mejor dicho, una gran noche. Científicos de la clínica Mayo de Minnesota se han puesto a trastear en los genes del gato callejero hasta logra una variedad de micifúes fluorescentes que, a mayores, resultan inmunes al virus del SIDA.
Como si no fuera suficiente con las siete vidas que les asigna la tradición, estos gatos pueden dedicarse al vicio felino sin otro temor que verse sobrecargados de una numerosa y mayadora prole luminiscente. Además, para colmo de la invulnerabilidad gatuna, pueden cruzar la carretera en una noche sin luna a salvo de camioneros cegatos.
Luego dirán que por la noche todos los gatos son pardos. Eso era la versión de prueba. El zapirón 2.0 reluce con verdura nuclear.
1 comentario:
es buen avance :) muy bonitos
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