La nueva ley antitabaco ha dejado a los españoles sin una de sus más queridas aficiones: el descanso del cigarrito a media mañana. En justa contraprestación, les ha devuelto el placer de chivarse a la Inquisición.
Un cigarrillo que se apaga, una hoguera que se enciende. España y yo, señora, somos así.
lunes, enero 03, 2011
Cigarrito
Categorías: acusicas, reflexiones de besugo, salud
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