martes, marzo 01, 2011

Café


El médico, tras comprobar que tengo el estómago como una regadera de macetas, me ha prohibido terminantemente el café y los picantes. Lo de los picantes lo siento en el alma, pero comoquiera que no hay ni un solo restaurante indio que merezca la pena en esta ciudad de provincias, podré vivir con dicha abstinencia.

Lo del café será peor. Era mi elixir de vida y mis botas de siete leguas. Su falta se va a notar. Con decirles que hoy me he quedado dormido camino del trabajo... Tiene mucho mérito. A la oficina me desplazo andando.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo he sustituído el café normal por un café soluble biológico.
Es algo más caro, pero mi estómago ha notado una gran diferencia.

San Marcos dijo...

aún recuerdo aquel combo cafeína-nicotina; lamentablemente ya no es posible tal exibición pública

si, bwana dijo...

Como dice San Marcos, la cafeína sin nicotina no merece la pena. ¡Cómo añoro la ccp, café, copa y puro de antaño!

hungech dijo...

A café or coffee shop is a restaurant with full-service tables and counters and broad menu offerings over extended periods of the day.[3] In hotels, the coffee shop is a more popular-priced alternative to the formal dining room. Coffee shops often encourage families and provide special menus for children. To establish a family-friendly atmosphere, in many localities they do not serve wine or beer.
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