viernes, junio 29, 2007

La gaya vida del barón von Cramm

Desde que el otro día empleé una foto suya para ilustar una entrada sobre tenis, la idea de escribir una semblanza del tenista germano Gottfried von Cramm me venía rondando por la cabeza. Ciertamente y dadas las abigarradas preferencias eróticas del aristocrático deportista, hubiera quedado más propio redactarla ayer, pero uno no está demasiado pendiente del calendario homofestivo y se le pasó la fecha. En cualquier caso, su vida fue lo suficientemente azarosa y movida como para justificar este relato al margen del iridisado festejo de ayer.

Gottfried Alexander Maximilian Walter Kurt von Cramm, nacido en 1909, además de un montón de nombres y un apellido sonoro como el restallar de una fusta, poseía una extraordinaria habilidad con la raqueta y una elegancia sobre la cancha que, a decir de los que le vieron jugar, rara vez se ha vuelto a dar. Tales cualidades le llevaron a ser seleccionado para el equipo internacional alemán, con el que ganó la Copa Davis cuatro años consecutivos, triunfo que redondeó en 1934 con los torneos de Hamburgo y París, los más importantes que en aquellos años se jugaban sobre arcilla. El público lo adoraba. Alto, rubio, guapo, educado y elegante, era el sueño imposible de todas las muchachitas del Reich. Imposible mayormente, no sólo porque Gottfried estaba casado sino porque estaba secretamente liado con el -repito, el- joven cantante judío Manasse Herbst.

Las autoridades nazis, que ignoraban lo del judío, decidieron que von Cramm era el mejor ejemplo de superhombre germano en almacén, así que trataron de emplearlo para sus fines publicitarios. Gottfried Alexander quien, como la mayoría de la vieja aristocracia -supongo que también como la mayoría de los amantes homosexuales de actores judíos- despreciaba a los nuevos mandamases, los mandó a freir espárragos. Los espárragos, lamentablemente, no eran muy apreciados por la policía del Reich, que, en venganza, se puso a escarbar en su vida hasta dar con un judío en ropa interior. Mala cosa en aquellos pagos. Mala de verdad.


Llevado a juicio, Godofredo fue condenado a un año de prisión. Se libró de algo peor porque su inmesa popularidad animó al tribunal a apreciar una atenuante rocambolesca: enajenación mental derivada de las infidelidades de su mujer con un deportista francés. Para mí que lo del adúltero gabacho fue lo que conmovió al tribunal. El encornador llega a ser de Leipzig y el tenista acaba gaseado.

Cumplida su pena, en mayo de 1939 el noble pelotero decidió reemprender su carrera deportiva. Ganó el torneo londinense de Queen's y, cuando se disponía a participar en Wimbledon, la organización le retiró la invitación por considerar que "no era adecuado permitir la entrada de presidiarios en el club". Quiso Godofredo desquitarse ganando el Abierto de los Estados Unidos, pero el gobierno americano le negó el visado, por no desear la entrada en el país de "delincuentes sexuales". Probó seguidamente suerte en Roma, pero el gobierno alemán le ordenó regresar de inmediato a Berlín. La causa del regreso era de antología: el gobierno temía que en un torneo repleto de superhombres arios -la guerra acababa de empezar- acabara ganando un desafecto fornicador de hebreos.

A esas alturas, von Cramm era ya muy consciente de la conveniencia de quitarse de enmedio antes de que lo vistieran a rayas y lo perfumaran con Zyclon-B, de modo que se presentó en la oficina de reclutamiento más cercana y se alistó, como soldado raso, en la División Acorazada Hermann Goering, que partía hacia el frente a la mayor brevedad.

Finalizada la guerra, el barón -heredó el título cuando su hermano la espichó- tomó de nuevo la raqueta, ganó un par de campeonatos nacionales, hizo fortuna importando algodón, se casó con la mujer más rica del mundo y se mató en un accidente de tráfico en El Cairo, en 1976.

Una vida completita la del barón.

jueves, junio 28, 2007

¡Chivato, acusica!

Los delatores tienen una larga tradición. Los mitos griegos, que vienen a ser la prehistoria de toda conseja, tenían su emblemático soplón. El protochivato se llamaba Ascálafo y cuidaba los jardines del infierno. Por hacer méritos ante el patrón, delató que la primaveral Perséfone, de la que Hades, Rey de los Muertos, se había enamorado, había probado los frutos del Infierno: siete semillas de granada que la obligarían a permanecer otros tantos meses del año en el sombrío reino de los muertos.

A Deméter, poderosa deidad y madre de la moza, no le hizo gracia ninguna emparentar con el sieso de Hades y encerró a Ascálafo en una cueva. Cuando, muchos años después, Heracles lo liberó, Ascálafo se había transformado en un chismoso búho de orejas cortas. Los antiguos griegos eran así de raros. Hoy en día encierras a uno en idénticas condiciones y sólo se te convierte en xilófono de huesos.

En las noticias de ayer no había ni búhos, ni cuevas ni granadas, pero sí una buena historia de delaciones. Ya sabrán ustedes que seis soldados patrios fueron cobardemente asesinados hace unos días en el Líbano por el ruín método del explosivo con mando a distancia y que, desde entonces, se discute si el equipamiento de nuestra milicia es el adecuado para cumplir las misiones o una invitación a que salga cierta la afirmación aquella de don Bernardo López García: "desde la cumbre bravía / que el sol indio tornasola, / hasta el África que inmola / sus hijos en torpe guerra / no hay un puñado de tierra / sin una tumba española".

El ministro del ramo, Sr. Alonso, quien, lógicamente ,defiende la primera postura aprovechó una comparecencia pública para admitir que nuestros blindados no llevan inhibidor de ondas, pero que eso no es imprudencia culpable porque los italianos tampoco llevan. A los transalpinos no les ha hecho demasiada gracia el comentario así que, por si acaso hubiera algún moro-bomba con la oreja a punto, un responsable del ejército itálico ha declarado que los españoles mienten con saña y que ellos tienen unos inhibidores de diseño, de cojón de mico y mira tú que cosa más linda; que tú te paseas al lado de un tanque italiano y se te inhiben las ondas, el eros, el thánatos y hasta las ganas de hacerle un favor horizontal a la Monica Bellucci.

Uno, que se conoce a los italianos y sabe que son como nosotros pero en allegro giocosso, sospecha que su inhibidor será una caja de panetonne llena de grillos con algunos cables de colores sueltos y una bombilla roja intermitente, que es algo que viste mucho. Pero una cosa es que te vaya la artesanía defensiva y otra que el vecino te pinte una diana en el culo para salvar el suyo.

En fin, menos mal que Deméter lleva siglos de baja, que si no, en su próxima comparecencia el señor Alonso no iba a poder decir mucho más que "¡uhú, uhú!" antes de salir volando por la ventana.

miércoles, junio 27, 2007

Moreno-camionero


Mi vida monástico-opositora está empezando a afectar a mi aspecto externo. No lo digo por la escalada de dioptrías, pues, total, las córneas ya las dí por perdidas cuando aprendí a juntar letras a los cuatro añitos y descubrí que la vida me atraía más en letras de imprenta. El elemento fundamental que me diferencia del común de los mortales es mi mortal palidez, ineludible marca de los adoradores del flexo. Tan malsano y vampírico aspecto sólo se atempera por mis ocasionales partidos de tenis y sus consecuentes pinceladas de moreno-camionero .

- Pues es la primera vez que veo un moreno-camionero con cuello de pico.

Bueno, rectifico. Tan malsano y vampírico aspecto sólo se atempera por mis ocasionales partidos de tenis y sus consecuentes pinceladas de moreno-wimbledonero.

Definitivo, en el dichoso club de tenis deberían hacer algo por modernizar el uniforme. Aunque teniendo en cuenta que las piscinas llevan cincuenta años segregadas por sexos, dudo mucho que los cuellos redondos estén entre las prioridades más inmediatas de la dirección.

martes, junio 26, 2007

De peces, condecoraciones, impuestos y barbas


En los tiempos en que el zar Pedro I trataba de modernizar Rusia y construirse una capital elegantona a orillas del río Neva, el monarca decidió que las frondosas barbas de sus cortesanos daban una imagen muy poco moderna de su Imperio y que sería muy conveniente suprimirlas. Para estimular el afeitado de sus súbditos, don Pedro gravó la pilosidad facial con un impuesto anual de cien rublos. Ahí tienen un ejemplo de lo que los psicólogos llaman "refuerzo negativo". Refuerzo positivo, por el contrario, hubiera sido conceder una medalla a los boyardos mejor rasurados.

En España, según se ve, somos más partidarios del segundo método. Sin ir más lejos, el BOE del viernes pasado vino cargadito de condecoraciones, entre ellas, una medalla al Mérito Naval concedida a don Gregorio Peces-Barba, político socialista, redactor de la Constitución, Alto Comisionado para el Apoyo a las Víctimas del Terrorismo y rector de la universidad Carlos III de Madrid. Algunas publicaciones, notorias por su escaso aprecio al gobierno actual, pusieron el grito en el cielo y afirmaron que don Gregorio, madrileño de nacimiento, jamás tuvo más relación con el mar o la marina que tomar el sol en la playa y zamparse ocasionalmente unas cuantas gambas al ajillo.

De piedra me he quedado. ¿Es posible ser más obtuso? ¿Resulta concebible mayor mala fe? ¿Acaso no es evidente la relación de don Gregorio con el océano? ¿Es que aún no han descubierto su vínculo con los mares? Pues está clarísimo: los peces, señores, los peces.

Ahora ya sólo queda facturarle cien rublos por la barba.

lunes, junio 25, 2007

Simulacro

Academia. Día D, hora de la merienda.

"- Entonces este es tu último simulacro antes del examen, ¿no?

- Si siguen convocando a este ritmo sí.

- Vale, entonces un ejercicio variadito. Empecemos los civiles con un tema difícil y largo, el 52, "Los censos en derecho común y en Cataluña". Luego uno que no sea tan largo pero que tenga miga, veamos... el 58, el del incumplimiento, la mora, el dolo y la culpa y para terminar, venga, uno difícil, el 100, el de la tutela. De Mercantil el 55, que es bastante complicado, lioso y largo. Tienes 5 minutos para hacer el esquema. ¿Alguna pregunta?

- Sí, una. ¿Qué tiene de variadito este examen?

- Esto... te quedan cuatro minutos paar el esquema."

Sabía yo que me tenía que haber alistado en los marines, la disciplina es muchísimo más llevadera.

domingo, junio 24, 2007

El desconcertante misterio del griego menguante

A veinte metros de mi casa hay un restaurante griego que, desde el día que abrió destacó por tres cosas: su excelente pulpo al carbón, el tamaño desproporcionado de sus raciones y los abracadabrantes bailes griegos que amenizan las cenas de los viernes.

Pasado el tiempo y ya afianzada una clientela estable, el local decidió comenzar una acelerada política de reducción de costes: el pulpo ha ido perdiendo tentáculos a ritmo de carga, si el plato original incluía cuatro apéndices y una variante intermedia reducía a dos la ración, en la actualidad, un miserable y solitario muñón naufraga temeroso en océanos de escarola; el yogurt griego, que antaño rebosaba la copa coronado de nueces y miel hoy apenas envuelve las dos pequeñas nueces que subsisten del viejo festín; el pan ácimo cabe ya en la palma de la mano y el ouzo se rebaja con licor de melocotón.

Sin embargo, en esta disolución imparable del universo tangible, dos baluartes resisten la disminución: la mousaka, cuyos recios bloques permitirían por igual alimentar a un regimiento de húsares que reconstruir el Partenón y los dos bailarines griegos, que cada año que pasa están más gordos.

Debe de ser que bailar el sirtaki de "Zorba el Griego" -única pieza del folclore helénico, como bien saben los clientes de cualquier restaurante griego del mundo- engorda lo suyo a pesar del vigoroso movimiento que exige. También es posible que sean ellos los que se zampan las siete patas restantes del increíble cefalópodo menguante que, viendo lo que les aprieta la faja, puede que sea lo más cercano a la verdad.

viernes, junio 22, 2007

Comunicación entre especies


Volvía yo a mi casa después de un paseo nocturno -es conveniente airear un poco los temas en orden a su mejor asentamiento- cuando fui a topar con un gato que, con andares pausados, se dirigía a mi encuentro. El félido paseante nocturno no era un minino negro portador de mala suerte ni un cruel león devorador de hombres sino, en consonancia con el refranero, la ciudad y el horario, un pardo rayado y discreto micifú callejero.

Sin embargo, todo lo que el bicho no tenía de insólito, lo tenía de educado. Viendo que mi trayectoria interceptaba la suya, el ambulante zapirón se sentó sobre sus cuartos traseros, puso su mejor cara de haber ido a colegio de pago en el más selecto tejado y me cedió la iniciativa.

Sospechando que la intención del animal era remarcar su derecho de preferencia -el cuadrúpedo circulaba con la pared a su derecha- decidí apartarme del muro y despejar su trayectoria. Nada más hacerlo, el gato se incorporó y con paso solemne me rebasó por el hueco habilitado. Admirado por tan civilizadísimo comportamiento, giré la cabeza para contemplar su marcha.

El animal, advertido de mi gesto, giró a su vez la suya y con educadísimo acentó sentenció:

- ¡Miau!

Llámenme loco, sospechen que las oposiciones me están secando el cerebelo, que el té me lo mandan de Marruecos o que planto cáñamo entre los geranios, pero, por un momento, palabrita del Niño Jesús, llegué a pensar que el gato iba decir gracias.

jueves, junio 21, 2007

Dime de qué presumes...


Me han decepcionado los indios y no me refiero a los americanos emplumados, que no tienen culpa de nada en este invento, sino a los de la India lejana y misteriosa: los de los fakires, el shitar y el curry de pollo. Resulta que después de tanto dar la tabarra durante siglos con el Kama-sutra, el Kama-shastra, el Ananga Ranga y demás manuales de jodienda acrobática, a la hora de de la verdad han resultado ser unos sosainas de tomo y lomo.

Uno ya empezó a desconfiar de ellos cuando hace unos mesecitos montaron un enorme pollo -sin curry- porque un actor de Hollywood besó a una actriz local en un acto benéfico sin tener la decencia de casarse antes con ella, pero las últimas noticias me han confirmado en mi opinión. Resulta que a un fabricante hindustaní de derivados del latex se le va a caer el pelo por añadir un artefacto vibrador a sus productos.

La ministra de energía de la república india, Kailash Vijayvargiya, ha declarado a la BBC que "los juguetes sexuales están prohibidos en India y el dispositivo vibrador no es más que un juguete sexual vendido como si fuera un preservativo. El trabajo del gobierno es promover la planificación familiar pero no vender productos para el placer sexual". Vamos que si ya tienen problemas para que los hindúes dejen de reproducirse por las buenas, si encima se divierten va a ser peor. El argumento tiene su lógica, lo que no entiendo es por qué lo enuncia la ministra de energía. Será que hay déficit de pilas en el subcontinente.

En cualquier caso, esto es un golpe definitivo para la reputación erótica de Oriente. Ya lo advertía G. MacDonald Fraser por boca del lenguaraz Harry Flashman: "[...] conocía las 97 formas de hacer el amor de las que los hindúes se sienten tan orgullosos - aunque, tenedlo en cuenta, no es más que palabrería, ya que la 74 es como la 73 pero cruzando los dedos."

Pues eso, un auténtico timo con turbante. Menos mal que el palak paneer sigue estando riquísimo.

miércoles, junio 20, 2007

Del arte de trazar fronteras en Finlandia

Comentaba ayer alguien que los finlandeses son marcianos. Yo no es que tenga un conocimiento demasiado exhaustivo de los nacionales de dicho país -mi experiencia al respecto se limita a un finés, dos finlandesas y una señorita que pasaría por una bella granjera de las islas Åland si su acento no delatara su estirpe, nacimiento y crianza murciana- pero me siento autorizado por los hechos a confirmarlo. A fin de cuentas, el muchacho me explicó las costumbres sexuales de su patria mientras preparaba un postre típico que sabía a galletas maría y las dos mozas, completamente ebrias, se empeñaron en enseñarme los primeros versos del Kalevala en la versión modernizada de Elias Lönnrot.


Por si no les resultara suficiente, hoy les voy a contar una bella y surrealista historia de fijación de fronteras que atañe tanto a los finlandeses como a sus vecinos suecos. Resulta que, en la extensión de mar que separa ambas naciones existen numerosos peñascos inhabitables. La titularidad de los mismos nunca hubiera sido un tema demasiado candente si no fuera porque las aguas circundantes están repletas de suculentos pescaditos y un nórdico puede tomarse muchas cosas con filosofía, pero nunca sus arenques. Los arenques, como el bacalao, los salmones y la cerveza, son cuestión de vida o muerte.

En un ejemplo de buenrollismo nórdico, a mediados del siglo XIX, los interesados decidieron trazar una línea recta, quedando para los suecos los islotes occidentales y para los fineses los orientales. Aquellos que pisaban la línea se partieron a regla y asunto resuelto. Bueno, no del todo. Resulta, que por un error de cálculo, los fineses habían construido un faro en el trozo sueco del minúsculo islote de Märket y no se mostraban dispuestos a cederlo de gratis.
.
En vez de zarpar con viento fuerte de levante y liarse a leches, la comisión fronteriza se reunió de nuevo y acordaron trazar la frontera dentro del islote ajustándose a las siguientes reglas:

- el faro debería seguir siendo finés;

- ninguna de las partes podría perder territorio; y

- la frontera marítima, que dependía exclusivamente de la parte de costa que a cada cual le correspondiera, debía permanecer fija, no fuera que los arenques cambiaran de nacionalidad.

Desde entonces, la frontera sueco-finlandesa en la islita de marras discurre tal que así:

La proxima vez que los marroquíes planten una tienda de campaña en la isla Perejil deberíamos mandarles a los finlandeses. Perderíamos media isla, cierto, pero lo que nos íbamos a reír cuando veinte agrimensores nórdicos le explicaran a los militares magrebíes por dónde pasa la nueva frontera no tendría precio.

martes, junio 19, 2007

Reparto

Hubo un tiempo en que mi hermano, influido por alguna de esas revistas para matemáticos enajenados y físicos estrambóticos a las que está suscrito, dedicaba sus ocios a diseñar algoritmos equitativos de reparto. Así, si dos sujetos quieren repartirse una tarta y no se ven capaces de cortarla por mitades exactas e incontrovertibles, lo más justo es que uno divida y el otro elija el pedazo que más le pete. Hasta ahí me acuerdo yo, porque la cosa se complicaba notablemente cuando el número de litigantes excedía del par. Si quieren saber más contacten con Starbuck, que seguro que les imparte gratis et amore una amenísima charla de diez horas sobre la división teórica de la bollería industrial.

De todos modos deben de existir métodos más sencillos de repartirse el turrón, pues los políticos, que no tienen pinta de estar suscritos al Scientific American, se las ingenian de maravilla para distribuirse cargos, prebendas y emolumentos entre ciento y la madre. Sin ir más lejos, en el Ayuntamiento de Palma de Mallorca se han aliado el PSOE, Unión Mallorquina y unos tipos llamados el Bloc, que por lo que parece, tienen su origen en la previa reunión de Izquierda Unida, los Verdes, el Partido Socialista de Mallorca y Esquerra Republicana de Cataluña. Según cómo se hagan las cuentas te pueden salir hasta seis copartícipes.

Prueba de que repartir es más fácil de lo que dicen los sabios locos es que estos pactos al mogollón no son tan excepcionales. En media docena de ayuntamientos navarros se han arrejuntado PSOE, IU y Na-Bai, que a su vez se compone de PNV, EA, Aralar y Baztarre. De nuevo, tirando a lo alto, se cuentan media docena. Claro, que en estos casos el algoritmo que probablemente rija sea más bien el de yo me cojo un sillón, tú una moqueta, el otro se sube a un coche oficial y el resto que pase a recoger un sobre después del pleno.

Pero vamos, no seamos desconfiados, que lo mismo la cosa funciona de verdad. En Finlandia, durante los años noventa, gobernó una coalición de cinco partidos -el Partido Socialdemócrata de Finlandia (Suomen Sosialidemokraattinen Puolue), la Alianza de Izquierdas (Vasemmistoliitto), la conservadora Coalición Nacional (Kansallinen Kokoomus), el inclasificable Partido del Pueblo Sueco (Svenska Folkpartiet) y la Liga Verde (Vihreä Liitto)- tan abigarrada y variopinta que pasó a la historia como la "Coalición Arcoiris" y cuentan las crónicas que fueron años de tranquilidad, progreso, móviles Nokia, renos gordos, mozas rubicundas, maromos fortachones y toneladas de salmón ahumado.

Claro, que estamos hablando de finlandeses y eso, de por sí, explica casi cualquier cosa. Aquí acabarán a gorrazos entre los seis y, cuando se odien, le echarán la culpa a la oposición. Si no, al tiempo.

Actualización de última hora:

Escuchando la radio, acabo de saber que, en el reparto mallorquín de concejalías a los de UM les han tocado tres. Dice mucho de su capacidad negociadora, ya que, según parece, sólo obtuvieron dos concejales. Luego dirán que ganar las elecciones es rentable.

lunes, junio 18, 2007

El nombre del héroe

Yo, en materia de cómics soy un poco pedestre: me sacan de Tintín, Asterix y Mortadelo y ya no me hallo. Sin embargo, debo reconocer que disfruto considerablemente de las malintencionadas descontextualizaciones que el marciano realiza en su página. Concretamente, hoy andaba el buen señor martirizando al energúmeno en mallas llamado "Lobezno", cuando, al contemplar la portada del cómic yanqui en que fundaba sus sicalípticas insinuaciones, me he percatado de una de esas alteraciones en la traducción que tanto me divierten a mí.

Resulta señores, que el tiparraco, un cascarrabias vestido de amarillo y negro -¿alguien recuerda algún lobo amarillo?- que comparte manicura con Freddy Krugger se llama en la versión original "wolverine". Tal palabrejo sólo tiene que ver con el lobo en su etimología (pequeño lobo o lobito en inglés arcaico), ya que, con tal vocablo designan los angloparlantes a un bicharraco malintencionado, feroz, puñetero y voraz: el glotón (Gulo gulo) .




Ahora se explica el uniforme, de hecho si los pones uno junto al otro incluso se dan un aire. Probemos, a ver:





Todo encaja: amarillo, negro, solitario, mala leche... lo mismo son compañeros de camada y todo.
.
Claro, que, por una vez y sin que sirva de precedente, me solidarizo con los traductores. No puede uno ponerse demasiado pejiguero si la consecuencia es acabar escribiendo: "¡En guardia, muchachos, que nos ataca el temible Glotón!"- amenaza que sólo atemorizaría a un bocata de chorizo- o lo que es peor: "¡En guardia muchachos que Gulo-gulo se nos aproxima por la retaguardia!". Esta variente asusta más, pero creo que tampoco responde a las intenciones del personaje.

En tales condiciones, no me extraña que se decidieran por llamarlo Lobezno. Aunque el tipo tenga bastante poca pinta de cachorrito, el nombre, por lo menos, retiene algo de dignidad.

domingo, junio 17, 2007

Nihil novum sub sole


En el circo romano, que era donde corrían los jacos y no donde se zumbaban los maromos, competían cuatro equipos: los rojos, los blancos, los verde-puerro y los azules. Los dos últimos eran los más exitosos, aunque la primacía de los verdes llegó a hacerse incontestable bajo el dominio de Nerón. Sus rivales argüían que tales éxitos sólo podían explicarse por el favor que el emperador, bajo cuerda, les prestaba.

Sin embargo, fallecido Nerón de una indigestión de espada, los corredores verderones continuaron imponiendo su ley. El poeta Marcial, notorio seguidor del equipo, aprovechó la ocasión para tocarle las narices a sus rivales con el siguiente epigrama:

"Saepius ad palmam prasinus post fata Neronis
Pervenit et victor praemia plura refert.
I nunc, livor edax, dic te cessisse Neroni:
Vicit nimirum non Nero, sed prasinus"


En cristiano, la cosa sonaría tal que así:

"Más veces los verdes tras la muerte de Nerón obtienen
la palma y más premios como ganadores consiguen.
Venga, voraz envidia, dí ahora que a Nerón cedías:
es evidente que no vencía Nerón, sino los verdes."

Luego dirán que la manía de embarrar el deporte con los detritos de la pugna política, es síntoma y signo de nuestar moderna y local idiocia.

Por cierto, que me cuentan mis asesores futboleros que esta noche se decide la liga y, que en la última vuelta, ha pasado primero el carro de los verde-puerro.

viernes, junio 15, 2007

Disforia de género animal

"It is a story about a Cock and a Bull -
and the best of its kind that ever I heard!"
L. Sterne


Comoquiera que ayer me metí con las feministas y la presencia de un coro de mujeres embravecidas pidiendo a gritos mi cabeza sería un grave impedimento para la memorización correcta del Código Civil hoy, para compensar, voy a unirme a una de sus reivindicaciones.

Resulta que tras sesudos estudios, el Consejo de Mujeres del Municipio de Madrid ha determinado que el plantígrado del escudo matritense es hembra, ya que un documento del siglo XIII habla "del escudo de la osa" y que el desconocimiento general de tan relevante hecho no es sino un ejemplo más de la secular marginación de la mujer (y de la osa) en el relato oficial de la Historia. Para recalcar su indignación estas respetabilísimas activistas de la igualdad han organizado un acto público bajo la consigna "Soy una Osa" en el cual, una melodiosa cantante ha interpretado un chotis burlesco disfrazada de plantígrada.

Pues saben qué les digo, que bravo, que ya era hora de meter baza en tan espinoso problema. Con la cantidad de bichejos heráldicos que hay sueltos por ahí, ¿calculan la cantidad de géneros trastocados, identidades confundidas y sexos alterados que puede haber? ¿Será transexual el torico turolense? ¿Bisexual el águila toledana? ¿Epiceno el murciélago valenciano?

Se impone averiguarlo, proclamarlo y difundirlo. Es inaceptable que el mundo siga girando sin haberse resuelto la controversia. Por de pronto, yo he decidido contribuir a la campaña resolviendo el problema identitario de los dos gallináceos que habitan en el escudo de Santo Domingo de la Calzada. Para apoyar mi reivindicación he diseñado el siguiente cartel:



Ahora sólo tengo que ponerme a cantar la jota vestido de... de... de pollo hembra.

jueves, junio 14, 2007

De obsesiones, monedas e igualdades

Cuando alguien arrastra una obsesión recurrente lo más probable es que ésta acabe por alterar su percepción de la realidad. La mejor ilustración que se me ocurre para el fenómeno es el malintencionado chiste que Phillip Kindred Dick atribuyó a Bob Hope -emisión pirata desde el Canadá libre- en su inquietante distopía "The Man in the High Castle". El chiste cuenta cómo la Alemania nazi consigue enviar con éxito una misión tripulada a Marte. Conforme desembarcan los exploradores, tres horribles marcianos verdes de estrafalario aspecto se aproximan a recibirlos. El comandante, hondamente alarmado, decide comunicar con Berlín:

- ¿Berlín? Aquí Marte. No se lo van a creer, pero este planeta está lleno de judíos.

La gracieta es aplicable a muchas otras situaciones. De hecho, supongo que Mr. Phillip confiaba en que el lector sustituyera mentalmente nazis por republicanos y colocase comunistas en lugar de judíos.

Para los efectos del articulo de hoy, la obsesión prevalente es la fijación por hallar ejemplos de discriminación en razón del sexo que se ha instalado en la mente de algunos de nuestros políticos hasta impulsarles a rastrear atisbos de la misma en cualquier lugar donde se posen sus ojos. En concreto, tras echarle un vistazo a las monedas de uno y dos euros y comprobar que en su reverso sólo aparece el Rey Juan Carlos, notoriamente varón, nuestros parlamentarios han determinado -sin un solo voto en contra- que las monedas son discriminatorias y que procede incluir la efigie de alguna fémina famosa por eso de compensar. Se rumorea que en cuanto los euros lleven la cara de "la Pasionaria" (y no es broma, es una de las efigies propuestas) los salarios de hombres y mujeres quedarán inmediatamente equilibrados, todo residuo de machismo volará de las mentes patrias y hasta es posible que el Presidente del Gobierno, por mágico influjo, cambie inmediatamente de sexo.

Yo no termino de entenderlo. Un servidor pensaba que era uso de las monarquías poner el rostro del monarca en las monedas fuese cual fuese su sexo, pero se ve que no es así. Supongo que eso quiere decir que en 1840, cuando los reales llevaban la efigie de Isabel II las mujeres, aunque no pudieran contratar sin autorización de padres o maridos, habían alcanzado la plena integración e igualdad, mientras que ahora gimen oprimidas por el Juan Carlos sonriente que las mira desde los euros.



Da que pensar, oigan. Miren, si no, a los suecos, tanto presumir de igualitarios, de demócratas, de feministas, pero les coges una moneda de una corona y te encuentras con ese pedazo de falócrata opresor que es Carlos Gustavo XVI, Rey de Suecia. Pero peor es lo de los finlandeses, se creen que nos van a engañar eligiendo a una mujer como Presidenta de la República, pero nada, no pasan la prueba del euro. Tu coges sus monedas, les das la vuelta, y aparecen: o una flor, o dos cisnes o un león clarísimamente macho, pero ¡oh, terror! ninguna mujer.

Menos mal que aquí estamos los españoles para dar lecciones a esa panda de inciviles bárbaros del norte. No sé que harían sin nosotros las finlandesas.

miércoles, junio 13, 2007

Consultorio

Estaba tratando de decidir qué contarles hoy a ustedes -la cosa estaba entre una historieta de la China imperial y una reflexión sobre la última iniciativa absurda de los políticos patrios- cuando la realidad ha impuesto un tema nuevo mediante una exhibición de inapelable surrealismo radiofónico.

Resulta que, sintonizando la radio al tresbolillo, acababa de topar con un consultorio médico en directo. En él, una señora interpelaba a dos galenos sobre sus problemas de articulaciones. Comoquiera que el transistor de la señora sonaba al lado de su teléfono y esto perjudicaba al sonido, uno de los doctores procedió a solucionar el problema:

- Hay un poco de eco. Le ruego, por favor, que apague su receptor mientras dure la consulta.

- Claro, claro, no faltaría más... TI-TI-TI-TI-TI...

Momento de perplejo silencio en el sector médico de la conversación. Suponiendo que la buena mujer se hallaba en esos momentos explicando sus dolencias a un transistor de pilas, el más avispado de los expertos sugirió:

- Disculpe, señora, nos referíamos al receptor de radio, no al receptor telefónico. Si aún nos está escuchando haga el favor de volver a llamar, que atenderemos encantados su problema.

La suposición del galeno se probó cierta. Al minuto, la paciente estaba exponiendo sus problemas con la radio convenientemente apagada.

Finalizado el relato de sus padecimientos, la pareja de expertos sugiere a la paciente que cuelgue el teléfono y escuche la respuesta por las ondas. La señora, dispuesta a no dejarse engañar de nuevo replica:

- ¡Pero eso es imposible!

Perplejos, los interpelados exclaman:

- ¿Por qué lo dice señora?

- Porque con la radio apagada no me voy a enterar de nada.

Cada día admiro más a los médicos. Que en una situación así sean capaces de mantener la sangre fría, aguantarse la risa y prodigar sus más sabios consejos, en vez de abogar por la esterilización inmediata de la paciente y toda su descendencia en beneficio de la especie, es motivo de profundo elogio.

Yo no hubiera sido capaz.

martes, junio 12, 2007

La lista de la compra

Las listas de la compra que mi madre diariamente confecciona comienzan a adquirir tintes profundamente surrealistas. Ayer cerró el listado con un intrigante:

- Frutos secos, pero no para comer.

Con esas indicaciones yo hubiera traído a casa la momia de un limón, pero mi padre, en el libre ejercicio de sus facultades interpretativas ha comprado una bolsa de cacahuetes salados con miel. A mí me parecen de lo más comestibles, pero, no obstante, me alejaré de ellos. Bastante bien sé que mi progenitor A no desobedecría una orden directa de su coima sin motivo grave. Lo mismo los supuestos cacahuetes son piedras pintadas, están caducados o llevan salseado de curare.

En cualquier caso, no merece la pena arriesgar la vida por averiguarlo. Al menos no hasta la hora de la merienda.

lunes, junio 11, 2007

Entre tema y tema, napolitanas de crema


Estaba un nutrido grupo de opositoras en la puerta de la academia observando, palpando y midiendo el vientre de una embarazada compañera de infortunios (se ve que hay a quien la oposición le parece poco trabajo) cuando la futura madre comentó:

- ¡Qué ganas tengo de que acabe esto y quitarme la barriga!

En ese momento, una de las escrutadoras de vientres exclamó emocionada:

- ¡Y yo!

Antes de que el silencio que se hizo terminara de cristalizar desplomándose sobre nuestars cabezas, la muchachita se vio forzada a introducir una matización:

- Pero es que yo no estoy embarazada...

Está visto, en cuanto deja uno de recitar articulado, el frigorífico entona los grandes éxitos de las sirenas de Odiseo.
.
Será cuestión de amarrarse a la silla.

domingo, junio 10, 2007

¿¿¿???

- Oye, tú, ¿no deberías haber escrito algo en el blog?

- Sí, lo sé, pero es que los exámenes están ahí al lado y estoy hasta arriba de trabajo.

- Deberías organizarte mejor.

- Vale, cansino, prometo, de ahora en adelante, reservar un ratito diario para escribir.

- Seguro, igual que prometiste dejar de hablar solo.

- ¡Oye! ¡No vale! ¡Que has empezado tú!

viernes, junio 08, 2007

Democracia para todo

Si hay que creer a Sir Henry Rider Haggard, y el autor de "Las Minas del Rey Salomón" no es precisamente el mejor informador posible para los asuntos del África austral, entre algunas tribus bantúes existía la costumbre de honrar a los personajes ilustres fallecidos prohibiendo mencionar su nombre. De este modo, cada vez que era necesario nombrarlos, se hacía forzoso elaborar una perífrasis que aludiera a ellos. Este esfuerzo consciente y continuo contribuía, paradójicamente, a mantenerlos en el recuerdo colectivo.

Por estas latitudes no tenemos muchos valientes guerreros que honrar, pero lo mismo debiéramos plantearnos homenajear a la democracia de forma paralela antes que el abuso del término "democrático" para todo momento y ocasión acabe por devenir en incurable epidemia.

La primera manifestación de esta virulenta infección la observé hace ya muchos años. El representante de una asociación estudiantil amenazaba con enviar a sus simpatizantes a la huelga en defensa de "una educación científica y democrática". Mi hermano y yo quedamos muy desconcertados por la declaración, así que decidimos esforzarnos en hallar a qué diantres se refería este muchacho. Tras mucho deliberar, acordamos que la aludida educación científica y democrática debía de consistir en lo siguiente. Cada vez que fuera necesario impartir un nuevo conocimiento, el profesor lo sometería a votación determinándose la respuesta correcta por el voto mayoritario -ésta es la parte democrática- . Aquellos que votaran con la mayoría serían recompensados con una ración de alimento, mientras que los minoritarios recibirían una descarga eléctrica -que es la parte científica, como ya habrán adivinado-.

Si por entonces hubiéramos sabido de lo contagioso de la enfermedad nos hubiéramos ahorrado el sarcasmo, hubieramos alertado a la Cruz Roja y tras proveer de mascarillas y desinfectantes a la población, hubieramos librado al país de una espantosa epidemia prosódica. Nuestra infantil ignorancia lo impidió y ahora es demasiado tarde. Hace unos meses sorprendí a un destacado líder político proclamando su voluntad de realizar "una labor democrática y constructiva en el ámbito de la legítima discrepancia democrática" y ayer, sin ir más lejos, otro destacado y cursi prócer nacional afirmó no preocuparse mucho por las críticas dado que él "posee una gran paciencia democrática".

Esto de la paciencia democrática es casi tan complicado como lo de la educación... Tendré que consultarlo con Starbuck. Lo mismo es que, cada vez que el político de marras recibe una crítica, se reúne con los afiliados de su partido y deciden, votando a mano alzada, si ignorar al discrepante o partirle la cara a mamporros.

Ahora que lo pienso eso será democrático pero es muy poco paciente. A lo mejor es que tardan mucho en reunirse, en votar o en darse de galletas y por eso son pacientes.... Bueno, no sé, la verdad es que no tengo ni idea de cómo funciona esto.

Si alguno descubre la solución que me la cuente.

jueves, junio 07, 2007

Del dicho al hecho

El capitán Andrés Fernández de Andrada fue uno de los más notables poetas del Renacimiento español, lo cual tiene mucho mérito, ya que de su producción sólo se conserva un poema, la "Epístola moral a Fabio" de unos 200 versos de longitud. En dicha composición, dedicada a su amigo Alonso Tello, el poeta exhorta a despreciar las ambiciones cortesanas y la persecución de cargos públicos para dedicarse, en cambio, a una vida sencilla y retirada en el solar patrio.

Durante muchos años se desconoció qué incidentes jalonaron la biografía de los dos amigos sevillanos. Sin embargo, investigaciones realizadas a lo largo del pasado siglo permitieron averiguar que ambos pasaron a Indias, pretendieron todo tipo de cargos, se dejaron el pellejo buscando riquezas y murieron desempeñando empleos públicos de poco pelo y escasa retribución: en el caso de Tello alcalde mayor de San Luis Potosí y en el de Andrada contador de bienes de difuntos en el miserable villorrio de Ixmiquilpán.

Más conocida es la hipocresía del filósofo ilustrado Jean-Jacques Rousseau, que mientras escribía sobre el buen salvaje, la bondad inherente al ser humano y los más convenientes métodos de pedagogía, depositaba a sus hijos recién nacidos en la inclusa ginebrina, célebre por su elevadísima tasa de mortalidad.

Lo de Al Gore, fracasado candidato a la Casa Blanca y actual profeta en jefe del ecologismo conservacionista, no tiene el componente trágico de la historia de Andrada ni la cuasicriminalidad de la actuación del ginebrino. Lo que, en cambio, tiene el caballero americano es bastante morro.

Según dicen por ahí, el señor Gore, recientemente galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional por su tenaz defensa de la sostenibilidad ambiental y el medio ambiente en general, no sólo gasta en su poco modesto hogar 221.000 Kwh de electricidad (multiplicando por veinte el consumo medio en su país), sino que, mucho peor, posee una mina de zinc en Tennessee que emitió 1,8 millones de kilos de vertidos tóxicos en cinco años. Esto no influye en la veracidad o conveniencia de sus advertencias climáticas, pero como exhibición de rostro no está nada mal.

Con razón lo advertía el bueno de Andrada:

"No porque así te escribo, hagas conceto
que pongo la virtud en ejercicio:
que aun esto fue difícil a Epicteto."

Y Epicteto, hasta donde yo sé, no poseía ninguna mina de zinc.

miércoles, junio 06, 2007

Cuestión de tamaño


La cría selectiva de animales y plantas es un campo abierto a fecundas realizaciones. Normalmente, lo que se ha intentado es que los bichos o los frutos sean cada vez más gordos, lustrosos y apetecibles, cosa que, con paciencia y cruzando a los ejemplares más rollizos, se puede conseguir.

En otras ocasiones, el efecto deseado es, sin embargo, precisamente el contrario. Cuenta un chascarrillo caribeño que, hace unos años, el dictador cubano Fidel Castro, en plena campaña para lograr la autosuficiencia alimentaria de sus administrados, reunió un comité de científicos cubanos para explicarles la conveniencia de distribuir ganado vacuno entre los ciudadanos de la isla y que, de este modo, el suministro de lácteos quedara garantizado.

Sin embargo, como una buena proporción de dichos habitantes reside en ciudades, el comandante consideraba que debían tomarse las medidas genéticas precisas para reducir el tamaño de los bóvidos y sus necesidades alimenticias, de modo que pudieran vivir sin dificultad en los apartamentos más exiguos de La Habana.

Estaba el militar ocupado en describir al novedoso animal cuando uno de los sabios susurró al contiguo:

- Compañero, el comandante está a punto de inventar la cabra.

Supongo que la anécdota, aunque divertida, será falsa. Si la reunión existió de verdad, los consultados dirían "sí, comandante, lo que usted y la revolución manden" y después disfrazarían a una cabra pintándole manchas negras y colgándole un cencerro.

En fin, volviendo a este lado del océano lo que está claro es que los horticultores valencianos no se hayan sujetos a las limitaciones de espacio que agobian al barbudo militar caribeño. Mi madre fue ayer a comprar naranjas y, en dos kilos, le entraron cinco. Al contemplar la cara de espanto que la visión de aquellas rojizas bolas de cañón originaba en mi madre, el tendero, hábil en la venta y veloz en el quite, sentenció:

- ¡Compartir es vivir, señora!

Que no digo yo que no, pero si alguien quiere un zumito, que se traiga una garrafa y le exprimo media.

martes, junio 05, 2007

Rebeldes

"y, si alguno no considera tiempo de guerra
al de paz que hubo en medio,
su apreciación no es correcta."
.
Tucídides



A estás alturas ya habrán oído que las siniestras alimañas con capucha endémicas del norte de nuestra península han decidido dar por finalizadas las conversaciones, contactos, roces o tocamientos que pudieran mantener con el gobierno y dedicarse, de nuevo, a perforar nucas ajenas, que es lo que les pide el cuerpo y exige la patria en construcción. La noticia es mala, muy mala, pero no es en absoluto inesperada. Teniendo en cuenta que, mientras se discutía sobre la mortadela del ayunante De Juana, los disfraces de Batasuna o el corta-y-pega navarro, los valientes gudaris han robado, extorsionado, amenazado y asesinado cuando y cuanto han querido, la mala nueva no podía dejar de anticiparse.

Pero en fin, no era de esto de lo que quería hablarles, que ya encontrarán otras plumas que analicen la información con más tiempo, sabiduría y talento. Lo que yo quería comentar es el titular con que la agencia Reuters informa de la noticia. Agárrense las pajarillas, que corren riesgo grave de caerse al suelo:

"Basque rebels ETA call off Spanish ceasefire" o, en lengua vernácula, "Los rebeldes vascos de ETA ponen fin al alto el fuego".

¡Toma ya! ¡Los rebeldes vascos! ¡Cácenme esa mosca por el rabo! Se conoce que la fórmula habitual ("el grupo separatista vasco") les empezaba a parecer demasiado comprometida, ya que separatista rima con terrorista y lo mismo se ofendía algún asesino con chapela. Yo les sugiero, para la próxima, que les denominen "euskeric rascals", que lo de pilluelos eusquéricos queda mucho más entrañable y menos ofensivo.

Claro que, mejor que no protestemos mucho, porque es costumbre extendida en los medios patrios llamar "resistentes", "rebeldes" o "insurgentes" a los adorables pilluelos que colocan bombas en los mercados de Bagdad, decapitan periodistas o ametrallan a la gente en la cola de la panadería. Se podría decir que donde las dan las toman, pero yo, que soy más amigo de las citas bíblicas que del refranero español, prefiero unirme al Rey Salomón y proclamar a coro:

"Stultorum numerus infinitus est". (*)

-ooOoo-

(*) "Es infinito el número de los necios".

lunes, junio 04, 2007

Himnos

Parece ser que los cerebros pensantes del Comité Olímpico patrio, hartos de contemplar con envidia cómo los atletas extranjeros entonan emocionados sus himnos nacionales mientras los nuestros musitan "chunda-chunda-chunda" con cara de haba seca, han decidido encargar una letra que, convenientemente acoplada a la saltarina "Marcha Real" permita a nuestros deportistas ejercitar sus capacidades canoras. La iniciativa, como todas las que se toman en este país, ha suscitado una curiosa y surrealista polémica. Hozando veloz en un par de foros que trataban el asunto he encontrado opiniones para todos los gustos, entre las cuáles, tres me han dejado ojiplático, estupefacto y patidifuso. A saber:

- Un tipo señalaba que tener un himno con letra era fascista. ¡Vaya hombre! ¡Qué disgusto se van a llevar en China cuando descubran que, cada vez que los disciplinados cuadros del partido cantan la "Marcha de los Voluntarios", le están haciendo el caldo gordo a Mussolini;

- Otro decía que el himno ya tenía música: la del "himno del riego" (como suena). Yo he intentado encajar "Que llueva, que llueva la Virgen de la Cueva..." en la música y la verdad es que no queda nada mal. Lo mismo va ser ésta la solución correcta;

- Por último, un buenrollista inspirado ha declarado que, para que el himno no ofenda a nadie lo suyo sería incluir una estrofa en cada lengua o dialecto regional. Iba a quedar un poco largo y bastante difícil de memorizar, pero miren ustedes, los griegos llevan un par de siglos con un himno de 158 estrofas y nadie se ha quejado. Claro, que en las ocasiones solemnes sólo entonan las dos primeras. Queda feo recibir a un diplomático extranjero y que se te muera de viejo mientras le cantas tu himno.

De todos modos, en algo tenía razón el último proponente: tal y como están las cosas seguro que nos va a quedar una letra de lo más sosa, aburrida y políticamente correcta. De hecho, ya se ha filtrado que el hilo conductor de la misma girará alrededor del carácter abierto de la tierra hispánica. Menos mal que "patera" es fácil de rimar.

Una lástima, porque la tradición de los himnos es decir un montón de tonterías surrealistas. Por ponerles un par de ejemplos:

- La primera estrofa del himno holandés concluye con un curiosísimo: "al Rey de España yo siempre honré", que no sólo es una mentira como un piano de gorda sino que, en el himno de un país extranjero, queda raro de narices.

- El himno polaco, la mazurca de Dabrowsky, un prodigio de actualidad, afirma que Polonia está ocupada por los suecos y que los patriotas polacos la liberarán acompañados de Napoleón Bonaparte.

En fin, esperemos que si al final damos con una letra que nos guste, no nos pase como a los islandeses, que ni mencionan a Napoleón ni al Rey de España, ni tienen 158 estrofas, pero sí una melodía tan enrevesada y aguda que dos de cada tres lugareños se declaran incapaces de cantarla.

Lo mismo les podíamos alquilar "Asturias, patria querida", que es bien pegadiza y facilita, para que la canten entre volcanes, fiordos y glaciares.

domingo, junio 03, 2007

Marchando una de disciplina naval

.
Comoquiera que esta semana he distraído mis cada vez más escasos ocios con una delirante película de piratas y el domingo es la jornada que con más frecuencia dedico a las anecdotillas históricas, hoy, por no cambiar de tercio sin licencia del presidente, voy a contarles una historieta naval.

En los preliminares de la batalla de Trafalgar, el almirante Nelson ordenó a su oficial de señales, un tal John Pasco, que mediante la reglamentaria combinación de banderas, transmitiera a toda la flota inglesa la siguiente señal:


Tal galimatías colorista significaba "England expects that every man shall do his duty", que en cristiano equivale a "Inglaterra espera que cada hombre cumplirá su deber" y que, desde entonces, se ha tenido como ejemplo señero de la clase, distinción y elevado sentido del honor de la marina inglesa.

Pues bien, ni clase, ni distinción, ni honor ni pepinillos en vinagre. La proclama de Lord Nelson era una amenaza en toda regla. Sepan ustedes que, el párrafo duodécimo de la norma que regulaba el comportamiento de la marina británica de la época, los célebres Articles of War, aclaraba que:

"Cualquier persona en la flota, que, por cobardía, negligencia o desafección, se retirare o mantuviere aparte durante una acción de guerra o no viniere a la lucha o no hiciere lo máximo para tomar o destruir todo barco que tuviera deber de atacar o para auxiliar y aliviar cualquier navio de Su Majestad o de sus aliados que fuera su deber auxiliar y aliviar, cualquier persona que de este modo procediere, tras ser condenado en Consejo de Guerra, será inmediatamente ejecutado."

Vamos, que mucho honor y mucha gaita, pero, al que se amilane lo colgamos de la cofa. No crean ustedes que los ingleses se tomaban sus leyes en broma: al almirante Byng, por no arrimarse demasiado al enemigo durante la batalla de Menorca (1756), lo fusilaron en el puerto de Portsmouth el 14 de marzo de 1757. Voltaire, en un memorable diálogo de su "Candide ou l'Optimiste", argüía que la medida era notoriamente injusta, ya que, si el marino inglés había sido condenado por atribuirse su derrota a combatir demasiado lejos de su rival francés, resultaba por otro lado indudable que el almirante francés le había derrotado combatiendo a idéntica distancia.

Claro, que, como inmediatamente señalaba un interlocutor inglés:

"- Sin duda, pero en este país se estila matar a un almirante de vez en cuando con objeto de animar a los demás."

De todos modos, qué quieren que les cuente, el método sería un rato bruto, pero funcionaba bastante bien. Sirvan de ejemplo los 22 navíos que perdió la flota francoespañola en Trafalgar, donde Nelson sacó las banderitas, sin concederse, siquiera, el alivio moral de hundir un solo velero inglés.

viernes, junio 01, 2007

Ruedas de Molino

"If I were to suggest that between the Earth and Mars
there is a china teapot revolving about the sun in an elliptical
orbit, nobody would be able to disprove my assertion."
Lord Bertram Russell


Una encuesta elaborada por el instituto OPINA y publicada en El País, diario independiente de la mañana, revela, cinco días después del empate técnico de las municipales, que, en caso de celebrarse hoy nuevos comicios, el PSOE aventajaría al PP en seis puntos porcentuales; al cambio, unos 550.000 votos.

Otra encuesta, elaborada por el instituto TELAINVENTAS para El Capitán Achab, bitácora drogodependiente del mediodía, desvela que, de repetirse hoy el Gran Premio de Formula Uno que se celebró el domingo, lo ganaría un chino cojo montado en un triciclo rosa tras doblar al resto de participantes marcha atrás, derrapando y sin poner el intermitente.