sábado, diciembre 31, 2005

De entradas y salidas

La farmacia de mi madre es un paraíso para el sociólogo aficionado. Te pones una bata y blanca y puedes observar las costumbres de una variada muestra de homo sapiens durante ocho horas diarias, llueva o haga sol.

Con este procedimiento, hemos descubierto que felicitar el año nuevo con el clásico y bienintencionado: "¡Feliz año nuevo!" está irremisiblemente pasado de moda. Ahora sólo se oye: "Feliz entrada y salida", de modo que, en vez de desearte felicidad para todo el año , se limitan a desear que disfrutes el instante infinitesimal en que cambia el año.

Aunque claro, como esta felicitación es una novedad, aún no está perfectamente estandarizada. Por ello, los clientes más descuidados u olvidadizos introducen interesantes mejoras:

- "¡Feliz entrada y salida!, huy no, que primero es la salida después la entrada, pues entonces salida y entrada, eso, ¡feliz entrada y salida!";

-"¡Feliz meter y entrar!" (en qué estaría pensando éste, por favor); o un insultante

-"¡Feliz entrada, salida!"

Mi madre devuelve deseos de felicidad por eso de conservar la clientela, pero prometo que al siguiente que me desee feliz entrada, salida, metida o sacada le voy a contestar: "Feliz metisaca a usted también".

Total, hace más de dos años que no me llevo una bofetada.

viernes, diciembre 30, 2005

La ley del silencio

Mi madre, aparte de dos hermanos que no intervienen en esta historia, tiene una hermana pequeña. Al verlas nadie sospecharía el parentesco: mi madre es alta y rubia, mi tía pequeñita y morena. Ambas, eso sí, muy guapas.

Por contra, psicológicamente, el parentesco es innegable: las dos son tenaces, trabajadoras, indecisas, amables y discretas. Esto último vale sobre todo para la hermana pequeña: mi tía transmite menos información que una radio sin pilas. La radio al menos dice: made in China.

La historia comienza cuando, estas Navidades, mi tía decidió lucirse guisando un espectacular redondo de ternera, que, las cosas como son, resultó ser pecaminosamente sabroso.

Tanto nos gustó que mi madre le pidió la receta:

- ¡Ay, qué rico! Me tienes que decir cómo hacerlo.

- No puede ser, porque si te la doy, os acabará saliendo mejor que a mí y ya no podré volver a lucirme.

- Pero...

- Que no, que no.

Si pensáis que se acabará ablandando estáis listos. Mi madre y su hermana trabajan juntas, comparten más de 40 horas semanales el reducido espacio de una oficina de farmacia y el aún más reducido espacio de un R5 para ir y volver de la misma. Pues bien, tras 10 años de matrimonio, aún ignoramos en qué trabaja su marido.

¡Como para revelar la misteriosa receta del redondo secreto!

jueves, diciembre 29, 2005

Hipotecas, plantaciones de caucho y siervos de la gleba

Ayer escuché que la BBK ha lanzado una hipoteca a 50 años. Hoy he comprobado que no era una inocentada sin gracia.

Como dicho así no impresiona lo suficiente, pondré un ejemplo de lo que un préstamo a 50 años significa. Pongamos que el pobre prestatario, tal vez un inocente muchachuelo de 25 años que confía esperanzado en comprar su primera casa, obtiene 60.000 € a un interés del 5%, sujetos a devolución en los mencionados 50 años.

En cifras escuetas y cantarinas:

- Cada mes apoquinaría al banco 272,48 €.

- Al final del préstamo, cuando el inocente muchachuelo haya cumplido 75 años, habrá desembolsado 163.489,96 €.

- Por tanto, además de los 60.000 € del principal, habrá pagado 103.489,96€ de intereses.

En ese momento me he acordado de las plantaciones de caucho que a principios de siglo XX menudearon en el Amazonas peruano. En dichas plantaciones los salarios se pagaban a años vencidos. Por tanto, al llegar, los trabajadores recibían un préstamo que les permitiera comprar lo imprescindible hasta el primer pago. Como los cauchales se hallaban en medio de la selva, los empleados no tenían otra alternativa que comprar en los almacenes de la Compañía. Así, ésta controlaba todos los ingresos y gastos de cada trabajador, quedando en sus manos el nivel de liquidez de los mismos. Tal ventaja se administraba de modo que los caucheros nunca fueran capaces de pagar los intereses del préstamo inicial. Así quedaban vinculados de por vida a la plantación. Una vez más, el inagotable ingenio humano se empleó para transformar hombres libres en siervos de la gleba.

Ya lo sé: no es lo mismo. Sé que no es lo mismo... Es sólo un principal de 60.000€ y unos intereses de 100.000€.

¿Quién ha encontrado su queso?

Para todos aquellos que dudáis de la capacidad rastreadora de los hamsters, para aquellos que cuestionáis el valor de una pesquisa bien hecha, para los que objetáis a la tortura y la amenaza como forma de investigación, para los que pensáis que los interrogatorios con hierros al rojo vivo no dan resultado, para todos vostros... ¡voilá! 10 kilos de queso sobre la mesa del capitán.

miércoles, diciembre 28, 2005

¿Quién se ha llevado mi queso?


Pese a la coincidencia de título, esto no es un manual de autoayuda. Bastante se ha autoayudado alguien afanándome diez quilos de queso como para que encima le indique yo cómo sentirse mejor.

Resumo los hechos: un cliente, amiguete, conmilitón o asimilado en Derecho de mi padre le ha enviado, en aras de la fraternidad y el peloteo navideño, la referida cantidad de viandas. Pues bien, algún listo lo ha recibido en nuestro nombre y está cebándose con manchego gratis et amore.

Disponemos de pocas pruebas para identificar al delincuente. La firma del albarán de entrega no ayuda mucho. Yo diría que es falsa, pues parece leerse como "Dixie" , con lo que, o bien los chorizos tienen tanto sentido del humor como caradura, o bien estoy colaborando a cebar un ratoncito gris de dibujos animados. Por si acaso, hemos cotejado la firma con las que figuran en las actas de la Comunidad y no, no parece que Dixie viva aquí.

Pero, si el robaquesos piensa que su crimen va a quedar impune, que se olvide. Estoy decidido a rastrear la ciudad paseando un hamster famélico, que diez quilos de queso serán sabrosos, pero huelen lo suyo.

martes, diciembre 27, 2005

Carbón en los zapatos

Hay preguntas que te hielan la sangre con sólo escucharlas. Cosas como "¿esos papeles garrapateados que había en tu mesa eran importantes?" o "¿tenías información de valor en el disco duro?"

Son preguntas que anticipan una desgracia irremediable aunque intenten aminorarla mediante la progresiva revelación del desastre.

Mi madre me acaba de preguntar de qué color me gustan los calzoncillos.

Se avecinan los peores Reyes de la historia.

lunes, diciembre 26, 2005

Memoria histórica en Sol mayor


Mi madre exige que para Reyes le regalemos un cancionero de villancicos populares. Argumenta, razón no le falta, que, dado que los excesos gastronómico-alcohólicos propios de las fechas inducen en determinados miembros de mi familia una irrefrenable pulsión canora, lo menos que puede hacer es proporcionarnos un repertorio adecuado a las fechas.

Me explico. A los postres de la cena, tras despachar una botella de champán francés (porque somos europeos), otra de vino de Oporto (porque somos ibéricos), otra de cava catalán (porque somos españoles), una de vino zamorano (porque somos castellanos), otra de Valdepeñas (porque somos castellano-manchegos) y ninguna de las que hacía mi abuelo (porque no somos suicidas), los tres miembros cantarines de la familia decidimos animar el cotarro con un poco de música.

Los tres cantantes requieren una presentación: mi hermano Starbuck es tenor solista en un coro de música medieval y renacentista; mi tío se pasó media mili en el coro de la División Acorazada Brunete Número 1 porque era muy guapo y quedaba bien en las fotos. Por último, un servidor de ustedes fue niño de coro hasta que el cambio de voz le relegó a cantar en la ducha par evitar daños irreparables en los oídos ajenos.

Con tal disparidad de repertorios, teníamos dificultad para hallar un punto de encuentro, así que echamos manos de lo que había por allí. Lo que había por allí era una recopilación de canciones de la Guerra Civil, un cancionero de la Sección Femenina y las partituras del anteriormente mencionado Coro de la División Acorazada.

Lo admito, el repertorio no era muy navideño, pero eso sí, era paritario: el Cara al Sol lo emparedamos entre ¡Ay Carmela! y El Quinto Regimiento y La Internacional quedó ubicada entre Montañas Nevadas y El Novio de la Muerte. No es culpa nuestra si la paridad se rompió al pedir mi abuela un bis del Himno de la Legión.

De la velada sacamos muchos aplausos y dos conclusiones:

- los sublevados ganaron la guerra porque sus canciones eran más rápidas y llegaban antes al frente; y

- dado que en la susodicha guerra mi familia acreditó una notable atracción hacia los pelotones de fusilamiento, mejor obedecemos a mi madre y nos pasamos al Fum Fum Fum.

sábado, diciembre 24, 2005

Catacaldos con suerte


Natural. Después de que mi amiga la francesilla me ilustara el miércoles sobre todo lo que alguien puede saber sobre los vinos de Burdeos (por lo visto la cosecha del 2000 fue la mejor en un siglo) ayer tenía el día catacaldos. De modo que organicé mi propia expedición sibarita a la taberna-vinoteca de la esquina.

Tras mirar el catálogo (que parecía un tomo perdido de la Enciclopedia Británica) elijo una botella medio al azar, ya que mis saberes enológicos son limitados.

El camarero empieza a mirar en sus estantes. Con cara de fastidio se mete en la trastienda a por un taburete. Se encarama al taburete. Con cara de fastidio va por una escalera. Se encarama a la escalera. Con cara de fastidio vuelve a mi mesa.

- Disculpe, señor. No comprendo qué ha ocurrido, pero ha desaparecido una botella que figuraba en inventario. Si es tan amable de escoger otro vino, le haremos un descuento para compensar la molestia.

El capitán vuelve al tomito enciclopédico y elige un segundo caldo.

Nueva sesión de búsqueda, taburete, escalera y camarero que regresa. Su cara ha pasado del fastidio al bochorno.

- Disculpe, caballero. Es absolutamente incomprensible. También figuraba en inventario. Permítame ofrecerle un 30% de descuento en la botella de su elección.

El caballero, es decir yo, escoge otro vino.

Camarero que va, camarero que trepa, camarero que busca, camarero que no sabe dónde meterse, camarero que duda si asesinar a quien hizo el inventario o buscar al encargado para llorarle en el hombro. Tras elegir la última opción, el encargado se acerca con una botella en la mano. No es ninguna de las que he pedido, es muchísimo más cara. Me la ofrece al precio de la primera. Por supuesto, acepto.

Esta mañana he calculado qué descuento me hicieron: un 61,35%

Si es que además tengo suerte.

viernes, diciembre 23, 2005

Animando

Si mi hermano aplicara a otros aspectos de su vida el talento que derrocha en molestar, a estas alturas sería, como poco, Emperador de la Europa Occidental y Territorios de Ultramar.

Me explico. Esta tarde, salgo un momento de mi agujero y me lo encuentro espatarrado en el sofá del salón. Con su sonrisa de incordiar, que tan bien conozco desde la infancia, me espeta:

- Ánimo, el trabajo duro traerá a largo plazo su recompensa... (un segundo de silencio para preparar el gran final) [...] La vagancia, en cambio, no te hará esperar.

Acto seguido, para corroborar sus palabras, se despereza ostentosamente en mi presencia.

Por esta vez, que diga lo que quiera. Esta semana y la siguiente, por mor de las fiestas, descansaré los fines de semana enteros. Puede que librar en domingo no suene como un gran avance, pero para mi es doblar mi tiempo libre. Si ambos domingos no fueran fiestas señaladas, de esas pocas en que cierran los museos, mi felicidad sería completa.

Aunque casi mejor así. La felicidad completa es peligrosa, engancha.

jueves, diciembre 22, 2005

Cátedra de laicidad

El otro día escuché que el programa de la nueva y flamante asignatura de Educación para la Ciudadanía iba a ser elaborado por la Cátedra de Laicidad de la Universidad Carlos III . Desde entonces le llevo dando vueltas a la cabeza: ¿en qué demonios ocupa su tiempo un catedrático de laicidad?

Porque si me dicen: -Fulanito es Catedrático de Física Cuántica entiendo que se dedica a estudiar y enseñar las leyes que rigen el mundo subatómico. En cambio, si me dicen que Menganito es Catedrático de Metafísica entiendo que se pasa el día pensando de dónde venimos, a dónde vamos, si estamos solos en la galaxia o acompañados. Pero si Zutanito es Catedrático de Laicidad, ¿qué demonios estudia y qué demonios enseña? ¿Estudia a los laicos? ¿Distingue a un cura de un laico al primer vistazo? ¿Enseña cómo hay que hablar y vestirse para que no te confundan con el párroco de San Juan Nepomuceno? Y, cuando ha llegado a dirimir esas cuestiones, ¿imparte clases de laicidad a razón de un crédito cada diez horas?

Yo, que tengo una mente enrevesada y perversa me relamo imaginando una clase de laicidad de esas:

- A ver muchachos, para ser laico lo más importante es no ordenarse sacerdote. De modo que si un extraño os ofrece participar en ceremonias extrañas y afeitaros la coronilla decid no, no sea el obispo de la diócesis que, en estos tiempos de crisis de vocaciones, no te puedes fiar de nadie.

Y todos tomando apuntes con la boca abierta y cara de "Hala, qué fuerte. Quién lo hubiera pensado".

miércoles, diciembre 21, 2005

Y está canción te la ofrezco con todo mi amor...

Hoy he quedado a comer con una amiga francesa. Como nos sobraba un rato antes de volver a nuestros quehaceres la he acompañado de porteador a hacer sus compras navideñas.

Tras comprobar cómo 100 euros se esfuman en media hora a base de champagne y vino de Burdeos (la muchacha ha decidido reivindicar su tierra a base de regalos etílicos) y echarle un repaso a mis esquilmadas finanzas de opositor, he decidido que todo eso de comprar regalos es un engaño consumista que desvirtúa el verdadero espíritu de la Navidad. Vamos, que estas Navidades regalo amor, sonetos, canciones y trabajos manuales.

A fin de cuentas, en octubre, le felicité el cumpleaños a una gentil pianista componiéndole un valsecito. Y la felicitada me sigue hablando. Hasta que lea esto y descubra que no soy un artista original sino un miserable y avariento émulo del señor Scrooge.

martes, diciembre 20, 2005

Amor asimétrico

Mi amigo el opositor-grunge anda enamoriscado de la Barbie-opositora.

A mí no me parece mal, pero se me antoja una falta de coherencia estética. Porque digo yo, si el chaval considera que ponerse guapo es introducir su escueta anatomía en unos pantalones a la medida del primo gordo de King-Kong, añadir una camiseta que proclama la apremiante necesidad de la revolución, cubrir lo anterior con el abrigo que le robó a un prisionero de Auschwitz y rematarlo sacando brillo a su aberrante colección de piercings ¿de verdad encuentra atractiva a una mujer que forra su carpeta de apuntes para que le combine con los zapatos?

Yo no quiero ser agorero, pero, de momento, cada vez que nuestro galán se acerca, la muchacha pone cara de "aquí llega el hijo póstumo de Lenin". Y eso, diga lo que diga mi amigo sobre la ceguera del amor, la atracción de los contrarios y demás tópicos al uso, no creo que sea el preludio perfecto para seducir a una damisela.

lunes, diciembre 19, 2005

Año nuevo, pecera vieja

Mi hermano ya está haciendo propósitos de año nuevo y su plan estrella es rellenar la pecera zen. Como muestra de apoyo he decidido inaugurar una porra peceril que especule sobre el resultado del intento. Ofrezco las siguientes opciones para que satisfagáis vuestra ludopatía:

a) Starbuck persevera lo suficiente como para introducir una colonia de peces. Inmediatamente, harto de que los peces no hagan nada interesante los abandona a su suerte. Los peces, ante el progresivo deterioro de su medio ambiente evolucionan en anfibios que intentan ligar con el capitán, el cual, por supuesto, no se entera.

b) Starbuck abandona antes de introducir los peces. Estimulados por los maléficos poderes de Teo, los hongos proliferan emitiendo sustancias alucinógenas. Éstas hacen que el capitán adquiera un dominio perfecto del Derecho Civil e Hipotecario, apruebe la oposición, domine el mundo e instaure el culto a Teo como religión universal.

c) Starbuck abandona antes de llenar el acuario. La pecera zen es definitivamente habilitada como gran templo de Teo, quien, agradecido, colma al capitán de dinero, mujeres y bocatas de calamares.

Cualquier otra opoción ha sido descartada por extremadamente improbable.

domingo, diciembre 18, 2005

Aquí yace Achab, que no fue consciente

Ya van dos fines de semana seguidos en que participo en conversaciones como las siguientes:

VERSIÓN A:
Interlocutor: ¿Tú eres consciente de cómo se le cae la baba contigo?

Achab: ¿Eh?

Interlocutor: Vale, no eres consciente.

VERSIÓN B:

Interlocutor: ¿Quién era esa que se te ha acercado mientras salíamos del bar?

Achab: No sé... debía ser alguién que conocía, porque me ha saludado y me ha preguntado que qué tal... pero yo no me acordaba de su cara así que le he dicho que nos teníamos que ir

Interlocutor: ¿No se te ha ocurrido que a lo mejor pretendía ligar contigo?

Achab: ¿Eh?

Interlocutor: Nada, déjalo.
********************************
Espero que sea culpa de la ginebra y no de la oposición. La ginebra estoy dispuesto a dejarla.

viernes, diciembre 16, 2005

Un nombre bien puesto


De nuevo el capitán baja a comprar el pan. Hecha la transacción y con la barra bajo el brazo, el capitán regresa al hogar y al Código Civil. Una señorita de buen ver y mejor palpar, que diría don Camilo, se acerca en dirección contraria paseando un perrito salchicha.

El bichejo, que debía estar entrenado para matar al olor del pan caliente se abalanza contra mi tobillo. Su dueña le para en seco de un correazo y le espeta:

- ¡Quieto, Rocco, quieto!

- No te preocupes, si yo fuera un perro salchicha y me hubiesen puesto de nombre Rocco estaría también muy cabreado.

Todavía no me explico como no tengo un cánido aflautado royéndome el tobillo.

Nota para mentes cándidas: Si aún no sabes porqué el nombre del perrito es tan adecuado, repasa en internet la biografía y filmografía de ese pilar (literalmente) del cine moderno llamado Rocco Sifredi

jueves, diciembre 15, 2005

Tu gran boda griega

El programa se llama "Mi boda gay". Mi hermano (Starbuck, de hoy en adelante), con su característico y cazurro sentido del humor, lo ha rebautizado como "Tu gran boda griega". No pienso explicar el chiste. Si alguien no lo ha cogido aún es mejor preservar el candor de su alma. Por completar la filiación del programa añadiré que lo emite el canal Cuatro de mis entretelas y que es tan cutre, tan malo y tan delirante que mi hermano se ha enganchado.

Una lástima que mi horario de estudio esclavista me impida unirme a Starbuck en la contemplación de semejante horror, pues ambos disfrutamos considerablemente contemplando estupefactos las miserias de la especie. A ver, calmaos, lo de la miseria no viene por la parte gay sino por la parte nupcial: esos chaqués blancos, esos novios portando un gladiolo inmenso a modo de ramo, esas tartas con extra de nata brutalmente atacadas con un espadón toledano, esos parientes vociferantes y orgullosos... A fin de cuentas, eso pasa en cualquier boda de pueblo que se precie.

Pero hoy se han rebasado los límites más elementales. La cosa ha llegado a tal punto que Starbuck ha violado mi clausura para que lo contemplara. Y en efecto, mi sentido estético ha sufrido un golpe brutal. He visto algo que ha removido mis entrañas y retorcido mis intestinos con un nudo marinero. En definitiva, he contemplado algo tan espeluznante que, venciendo mi natural timidez, he escrito la siguiente carta abierta.

Señor gay cuyo nombre desconozco,

No es mi inteción criticar su orientación sexual o el modo que tenga de satisfacerla. Considero que, en términos generales, cada cual es libre de gestionar este aspecto de su vida como mejor le parezca. Tampoco deseo criticar su afán exhibicionista: si usted quiere salir en televisión para ser el héroe de su cuadrilla durante quince días, lo ha conseguido. Felicidades. Si es tan importante para usted, es mi más sincero deseo que la vida le ofrezca la oportunidad de repetirlo; pero por favor, en tal caso, atienda la siguiente petición.

Si con objeto de redondear su imagen de hijo amoroso desea ser grabado mientras asiste a su padre enfermo y senil, actividad meritoria donde las haya, no vuelva a cometer el imperdonable error de esta noche. Si vuelve a dar puré a su padre delante de una cámara haga el favor de ponerle previamente unos pantalones. Que su avanzada edad y precario estado mental le impidan la defensa de su dignidad no es excusa para que usted la dinamite exhibiéndole por televisión con unos abanderados blancos contemporáneos de los Reyes Católicos.

Dicho lo cual me despido, no sin antes felicitarle por su televisado enlace.

Atentamente,

Achab

Motivos personales

Hay veces que tengo la impresión de que mi queridísima familia no me toma en serio.

Para muestra, un botón. En medio de unas vacaciones de verano, de esas que yo paso en el Toledo profundo sin soltar el pincel de la mano, una visita llega a casa de mi abuela. Mi madre, orgullosa, decide presumir de sus cachorrillos.

Primero se acerca a mi hermano y dice:

-Este es el mayor, es ingeniero de telecomunicaciones...

La señora de marras profiere un "¡Oh!" de asombro, arrobo y envidia. Mi madre se dirige a mí y añade:

- Y este es el pequeño, que pinta...

La señora mira a mi madre con cara de "en todas las familias hay una oveja negra", mientras yo trato en vano de poner cara de "sácate dos carreras para esto".

¿Comprendéis ahora por qué estudio las oposiciones más difíciles que he podido encontrar? Se trata de ver si cuando sea el Registrador de la Propiedad de Navalucillos del Río Tuerto o el Notario de Trumbalastrumba, mi santa madre tiene el cuajo de decir: "y este es el pequeño, que escribe tonterías en internet".

miércoles, diciembre 14, 2005

Sobre el bache generacional y el abismo tecnológico

Once de la noche de ayer. El capitán está viendo una interesante serie de romanos intrigantes y forniciarios en el hasta ahora decepcionante canal Cuatro-gatos. Mi madre se acerca con ese encanto tan suyo que es mitad innato mitad adquirido tras 25 años lidiando con clientes cansinos tras el mostrador de una farmacia.

- Achabito, guapo, mira a ver si tengo un mensaje nuevo en el móvil, que creo que me ha sonado esta mañana.

Espero que mi madre no reciba nunca un mensaje urgente, he llegado a leerle mensajes con fecha de tinto gran reserva.

-Ya voy. ¿Cuál es tu código PIN?

- 2-3-0-9-aceptar.

Entonces me he acordado del ordenador de la farmacia y del cuadernito donde tomaba apuntes que le ayudaran a sortear los menús. Eran cosas como: "Para hacer pedidos: F1, tres veces la flecha para abajo, INTRO, INTRO, dos veces la flecha de la derecha, INTRO, F2, INTRO y cuando termine apagar pulsando la tecla que es como un círculo con una rayita" que más parecían conjuros maléficos que auxilios de la memoria.

Y he llegado a una trágica conclusión. Da igual que seas una persona inteligente, vivaz, avispada, culta, la primera universitaria de tu familia, asidua visitante de museos y lectora de Tolstoi. Si a los cinco años no aprendiste a programar el vídeo para grabarte Dartacán, cualquier cosa con teclas que no sea un piano aprovechará la mínima excusa para reirse de ti.

Y lo peor de todo es que el que programaba el vídeo era mi hermano.

martes, diciembre 13, 2005

Evolución. Tragedia en dos actos y un Epílogo.

Acto I.

1989. Colegio San Agustín. Clase de Religión. Día N.

Señor Padre Cura: (serio, docto, digno) Y entonces Dios destruyó Sodoma y Gomorra...

Achabito: (10 años, cabezón y gafapasta) Profe, profe, ¿por qué las destruyó?

Señor Cura: Por su gran maldad.

Achabito: Pero, en concreto ¿que habían hecho?

Señor Cura: (Con cara de buscar una salida de emergencia) Lea el Génesis, ahí viene.

Craso error: si al pequeño Achabito le decías: "lee", leía.

*****************************
1989. Colegio San Agustín. Clase de Religión. Día N+1

Achabito: Profe, profe... Ayer leí el Génesis y ya sé lo que hicieron los de Sodoma. Pero, ¿qué hicieron los de Gomorra?

Señor Cura: Fuera de clase.

Acto II.

2002. Universidad. Clase de Psicología del Trabajo .

Profesora: (docta, seria, digna) Entre los test proyectivos se encuentra el test de Roschard. El test de Roschard, consiste en enseñar al paciente una serie de láminas con manchas en las cuales éste debe tratar de identificar figuras o situaciones. Las respuestas están tabuladas. De este modo pueden identificarse distintas psicopatías. ¿Algún voluntario?

Achab: (23 años, sonrisa maliciosa, gafitas a la Harry Potter) Yo.

Profesora: (mostrando una cartulina con un manchurrón informe) ¿Qué ve aquí?

Achab: (con la máxima seriedad) Moisés abriendo en dos las aguas del Mar Rojo.

La profesora mira incrédula la cartulina, medita, la vuelve a mostrar; esta vez cabeza abajo.

Profesora: Disculpe, estaba al revés. ¿Qué ve ahora?

Achab: Eso lo cambia todo. Es el Mar Rojo abriendo en dos a Moisés.

Profesora: Fuera de clase.

Epílogo.

Coro Griego:
Sabed que no se puede
luchar contra el destino;
aquel que nació lechón
morirá cochino.

lunes, diciembre 12, 2005

Teo, el poderoso

Como siempre hay dos opciones. Hacer clic en la imagen o quedarse ciego

Aquí Achab, aquí Teocacatzacti

Hay que reconocerle sus méritos al idolillo: será feo, siniestro y cabezón, pero es educado. Esta mañana se ha presentado.

Estaba yo encaramado a una estantería con ánimo de descolgar un tratado de Derecho Administrativo cuando lo difícil de la postura y mi acostumbrado desmaño han colaborado a tirar un libro al suelo. El libro, una monografía sobre Hernán Cortés y la conquista de México ha quedado abierto a los pies de mi mesa de estudio, donde de momento he aposentado al idolillo.

Como no soy capaz de dejar sin leer un texto que cae de este modo a mis pies he posado mis ojos sobre las siguientes palabras:

"Los esclavos negros atrajeron mucho la atención y los llamaron teocacatzacti; esto es, dioses sucios."

Dado que mi idolillo es negro como el betún y de indudable ascendencia mexicana, he dado por supuesto que ese era el concepto de presentación de los dioses mexicas. Por lo tanto se va a quedar con Teo. He intentado pronunciar lo otro y aún me duele la lengua.

Hasta aquí muy bonito, muy amistoso y muy tierno. Pero ya sabía yo que no podía durar. Para comprobar si Teo quería añadir algo he reabierto el libro para leer esto otro:

"Había una feria ordinaria donde se vendían y compraban esclavos, hombres y mujeres, en un pueblo que se llama Azcapotzalco que es dos leguas de México. Allí los iban a coger entre muchos y los que compraban miraban muy bien que el esclavo o esclava no tuviese alguna enfermedad o fealdad en el cuerpo. A estos esclavos, hombres y mujeres, después que los compraban, criaban con mucho regalo y vestíanlos muy bien; dábanlos a comer y a beber abundántemente y bañábanlos en agua caliente, de manera que los engordaban porque los habían de comer y ofrecer a su dios."

Si ese es el concepto azteca de una lista de Reyes, que se olvide. Mientras no manifieste más poderes que revolver mis libros, lo más que estoy dispuesto a sacrificarle es un clip de Playmobil.

domingo, diciembre 11, 2005

Donde cohabitan mi hermano, Cortázar, Bioy Casares y una oscura deidad


La misma historia conoce dos relatos memorables.

Bioy Casares lo escribió en 1948 con la fría precisión de sus páginas mejores; Cortázar 8 años más tarde, con la magia imprecisa de sus cuentos irrepetibles.

Un hombre guarda en su casa la figura de una deidad arcana y olvidada. Empujado por la necesidad de cumplir oscuros y olvidados ritos se desliza hacia el crimen, la locura, la depravación y la muerte.

Mi hermano ha regresado de México. De sus manos recibo, como regalo, un ídolo de obsidiana.

viernes, diciembre 09, 2005

Pues yo soy, George W., tu hijo amado y he vuelto


Entre las múltiples páginas delirantes que adornan la red con su inexplicable presencia hay una que me ha revelado mi verdadera naturaleza y destino. En http://www.myheritage.com existe un programa que, previa introducción de tu foto, compara tus rasgos con su amplia base de homínidos célebres y te señala con cuáles de ellos compartes importantes rasgos faciales.

No debe ser muy fiable cuando el resultado cambia a cada foto, pero mis resultados son, cuando menos, inquietantes.

Primer intento: 1. Carl Sagan (65%); 2. Bill Clinton (63%); 3. Matt LeBlanc (62%); 4. Ian Thorpe (60%); 5. George W. Bush (56%)

Segundo intento: 1. George W. Bush (63%); 2. Goran Ivanisevic (63%); 3. Sharon Stone (58%); 4. Stefan Raab (55%); 5. Mark Spitz (54%)

Tercer intento: 1. José Carreras (61%); 2. Sharon Stone (56%); 3. Stefan Raab (55%); 4. George W. Bush (54%); 5. Mao Zedong (49%)

Cuarto intento: 1. Ewan McGregor(62%); 2. George W. Bush (61%); 3. Plácido Domingo (60%); 4. Charles Manson (52%); 5. Miguel Induráin (48%)

Quinto y final intento: 1. Matt LeBlanc (49%); 2. Uday Hussein (49%); 3. Ewan McGregor (48%); 4. Britney Spears (44%); 5. George W. Bush (42%)

A pesar de las halagadoras menciones a guapos oficiales como el señor McGregor o el señor LeBlanc, de las inquietantes apariciones de Uday Hussein y Charles Manson y de las femeninas aportaciones de Charito Stone y "ombliguillo al aire" Spears, el componente básico es innegable: soy el hijo perdido de George W.

Pues esto lo voy a aprovechar, panda de hippies (léase amados lectores). Para Reyes me pido un pozo de petróleo, un sombrero tejano y un botón rojo de esos que tiran cabezas nucleares sobre las cabezas ordinarias. ¡Ya está bien de tanto sindiós y tanta anarquía en esta blogosfera!

Ahora, si tenéis narices, probad vosotros a ver qué os sale.

jueves, diciembre 08, 2005

Hybris

Ahora que los vientos se han calmado, voy a descubriros las verdaderas causas de la tormenta tropical que casi vuelve las Canarias del revés. ¿El cambio climático, la contaminación, la capa de ozono? Quiá, pequeñeces. El verdadero motivo es la hybris, muchachos, la hybris.

¿Y eso qué es? La hybris, marineros, es la presunción culpable que enoja a los dioses. Los griegos sabían mucho de eso: cuando un héroe se pasaba de fanfarrón acto seguido los dioses le cascaban para que escarmentara. Por ello, hay cosas que no se deben decir.

Por ejemplo, si vas a la guerra, nunca enseñes la foto de tu novia, ni comentes tus planes para cuando vuelvas a casa: eso cabrea a los dioses e indefectiblemente la siguiente bala es para ti. Las películas americanas están llenas de ejemplos que lo demuestran.

Del mismo modo, si eres ministro del interior de España nunca digas: "si un huracán como el Katrina azotara España los daños serían mínimos, ya que el país está muy preparado para afrontar desastres naturales". Juracán, dios tahíno de los vientos, tiene bastante malas pulgas y, ante semejante provocación, ha optado por cruzar el charco. Andad alerta, que como se saque el permiso de residencia vamos a tener que plantar los plátanos con pintitas en el parque del Retiro.

miércoles, diciembre 07, 2005

Fiambre en el maletero. Escenas de brutalidad carpetovetónica


Dedicada a Mr. Nepomuk, cuyo post del fiambre copiloto me recordó esta historia

La historia me la han contado tantas veces mis primos del pueblo que ya no recuerdo quién es el protagonista. En cualquier caso mejor para él: hay cosas de las que mejor no hacerse responsable.

Situémonos: una familia del Toledo profundo, del Toledo subterráneo y abisal, decide paar sus vacaciones en una de esas indistinguibles localidades levantinas de turismo aborregado, tarteras en la playa y sombrillas de propaganda.

Coloquemos acto seguido a dicha familia en una carretera secundaria ("la autovía se atasca, so bolo") detrás de un camión de transporte de cerdos. El cabeza de familia observa como uno de los cerdos se desliza peligrosamente por un lateral del camión. El cazador-proveedor neanderthal que lleva dentro toma el mando: "La tribu seguirá al gran monstruo de muchas ruedas hasta que caiga el nutritivo animal. ¡Unga! La tribu no pasará hambre". Dicho sea de paso, no hay que escarbar mucho en mis paisanos para dar con un troglodita agazapado.

Tras un largo periplo entre pueblos de mala muerte y recónditos páramos, el gorrino cae al asfalto, acción tan dañina para la salud que le causa la muerte instantánea. La familia frena, recoge el cadáver y lo mete en el maletero.

Desandar el camino lleva largas horas. Cuando llegan a su destino es noche cerrada. Eso favorece el plan de la tribu: despedazar el verraco en las duchas de la piscina al amparo del silencio y la noche. Pero ¡oh sorpresa! El bicharraco, espatarrado por el rigor ha quedado encajado en el maletero. El despiece ha de hacerse en el propio coche, entre chorros de sangre, vísceras descartadas y susurradas instrucciones de neanderthal a neanderthal. La sangrienta labor se prolonga casi hasta el amanecer.

El sol se alza por fin sobre los bloques de apartamentos. Mientras la sospecha de un crimen aborrecible cunde entre sus habitantes, una familia de ahítos trogloditas mesetarios se dispone a comenzar unas agradables vacaciones de sol, playa, mar y bocadillos de panceta.

Pintor que pintas con amor.

Como hoy Seshat me ha reñido por mi pasado escapista y desaparecedor no me queda más remedio que satisfacer el otro post que le debo para no ser colgado del palo mayor. Así que si alguien tiene objeciones contra la pintura aficionada que no mire.


martes, diciembre 06, 2005

Semos asín

Adivina, adivinanza:
¿Qué país europeo aprobó su Constitución un 28 de Diciembre
pero lo celebra el 6 porque viene mejor para hacer puente?

Respuesta:
Exactamente

lunes, diciembre 05, 2005

¡Oh, el romántico medievo!

Hoy toca lección. Qué le vamos a hacer. Yo no tengo puente, así que mis amables lectores tampoco. Hoy vamos a profundizar en la romántica y tierna época medieval. De paso demostraremos que los españoles hemos sido tiernos, amables, considerados y multiculturales desde el comienzo de nuetra historia. Para ello analizaremos el comienzo del célebre romance de Don Boyso, que dice así:

"Camina Don Boyso
mañanita fría
a tierra de moros
a buscar amiga.
Hallóla lavando
en la fonte frida:
-¿Qué haces aquí mora
o hija de judía?
-Reviente el caballo
y quien lo traía,
que yo no soy mora
hija de judía,
sino una cristiana
que aquí está captiva."

Analicemos, para no perder un ápice de este prodigio de sensibilidad, buen rollito y multiculturalismo.

"Camina Don Boyso / mañanita fría." Como el romance es anterior al calentamiento global, en los castillos hacía una rasca de tres mil pares de demonios, las piedras exudaban humedad a chorros y los tapices son muy bonitos pero no abrigan una leche. Ante dicha eventualidad nuestro caballero decidió buscar moza a la que arrimarse, que es forma tradicional de entrar en calor por las noches.

Nos lo confirma el siguiente par de versos: "a tierra de moros / a buscar amiga". Que se vaya donde los moros en vez de ligarse a la hija del noble de al lado, nos confirma que sus intenciones son solucionar de inmediato su problema calefactor, ya que es bien sabido que para abrigarse con cristiana se seguían trámites más engorrosos que incluían pagar dote, convencer a los padres, intercambiar anillos delante de un cura y otras solemnidades que en ese momento no terminaban de convencer a nuestro friolero héroe.

Llegado a su destino el caballero ve lo que le interesa: ubérrima moza moruna sacando agua de la fuente. Entonces, como es un intelectual, busca su mejor frase para romper el hielo: "¿Qué haces aquí, mora / o hija de judía?" Puede que desde nuestro punto de vista la frase sea mejorable, pero debemos comprenderle. El ubicuo: "¿estudias o trabajas?" era poco útil en el medievo. Estudiar, estudiar, sólo estudiaban los monjes... y arrimarse a un monje con fines calefactores estaba un pelín mal visto. Por tanto, pregunta a la moza por su familia y sus creencias religiosas, pregunta de lo más normal que no justifica en modo alguno la respuesta de la muchacha.

Llegados aquí podemos formular nuestras conclusiones:

a) los españoles siempre hemos sido amables, gentiles, galantes, educados y considerados;

b) la malinterpretación de las intenciones masculinas por las bellas damas es un fenómeno que viene ocurriendo como poco desde el siglo XV; y

c) el capitán Achab aprobó el comentario de texto de la selectividad porque en el fondo es un favorecido de los dioses.

viernes, diciembre 02, 2005

Por Dios, por la Patria y el Rey...

Post dedicado a Seshat, que lo pidió.
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Pues érase que se era, que, hace un par de años, el abuelo de un buen amigo mío se murió. Dábase también el caso que dicho abuelo era un filósofo de bastante prestigio en el mundillo. Sí, temblad, existe un mundillo de filósofos sueltos hablando de Dios, del infinito y de la transmigración del alma.
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Bueno, pues aunque cueste imaginarlo, los filósofos también tienen sus aficiones. El difunto, en sus ratos de ocio era consejero áulico, gran chambelán o vete tú a saber qué del Rey de España en el exilio don Carlos nosecuantísimos. Vamos, del pretendiente carlista. De modo que el público del funeral se dividía entre sabias calvas filosóficas y vistosas chapelas coloradas de carlistas irredentos, con un pequeño complemento de amigos del nieto entre los que se incluían Bella Señorita y el capitán Achab. En un sitio como la Iglesia de San Fermín de los Navarros, la cosa parece hasta normal.
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Y, ¡qué diantres! yo quiero un funeral carlista. Me da igual no saber quién es ahora nuestro supuesto monarca en el exilio, pero lo cierto es que resulta mucho más vistoso que el funeral de costumbre. Ni comparación con esas sosas misas en que el organista maltrata a Bach mientras las ancianas comulgan. Mucho mejor una comunión al son del Oriamendi, con los viejecitos de la boina cantando:
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Por Dios, por la Patria y el Rey,
lucharon nuestros padres.
Por Dios, por la Patria y el Rey
lucharemos nosotros también.
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¿Y qué pasó con Bella señorita? Pues absolutamente nada, porque cuando iba a decirle algo que me rehabilitara por llevar un tres años desaparecido, el coro de ancianos guerreros navarros se decidió a entonar un marcial, emocionante y solemne:
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Si nos preguntan: alto, ¿quién vive?
responderemos en alta voz:
los voluntarios del Rey Don Carlos,
viva la madre que nos parió.
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Y con eso de fondo, creedme, no hay modo de ponerse serio.

jueves, diciembre 01, 2005

El chiste del oso.

Para compensar por tanta protesta contra el mundo, un chiste surrealista de edición cutre.
Y HACED CLICK EN LA IMAGEN, QUE OS QUEDÁIS CIEGOS
Lo sé, debería usar un escáner, pero mi intalación informática es así de básica y soy demasiado vago como para bajar al Workcenter.

Achab contra los traductores II


Siempre me pareció cursi que el libro de Nietzsche "Die fröhliche Wissenschaft" (literalmente "El alegre conocimiento") se tradujera como "La Gaya Ciencia". Vale que era la traducción más cercana posible del provenzal gai sciencia, que era lo que el filósofo bigotudo tenía en mente al poner el título, pero que suena insufriblemente afectado es cosa que no hay quien niegue.

En la editorial Espasa Calpe han debido pensar lo mismo. Porque el otro día encontré el bonito volumen de la foto, con su ambiguo e inquietante título de estreno: "El Gay Saber".

Si entre mi ilustrado público hay alguien que al oir lo del "gay saber" piense en el arte poético de los trovadores provenzales que levante la mano. Prometo disculparme por tener una mente sucia y enferma.

miércoles, noviembre 30, 2005

Liberté, egalité, tolerance.

Hoy me voy a poner pesadito, filológico y absurdo. Voy a pelearme contra el uso masivo de la palabra tolerancia. Porque lo siento, pero detesto la entronización de esta palabra como piedra de toque del civismo y camino personal para la perfección ciudadana. Si miras el Diccionario de la Real Academia en una edición que haya cumplido la decena te encuentras esto:
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tolerar
(del lat. tolerare)
1. tr. Sufrir, llevar con paciencia.
2. tr. Permitir algo que no se tiene por lícito, sin aprobarlo expresamente.
3. tr. Resistir, soportar, especialmente un alimento o medicina.
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Modesta bondad. Qué lejos de la fraternidad que proclamaban los revolucionarios parisinos. Tolerar así entendido no implica esforzarse en la comprensión del otro, no implica aproximación ni escucha. Quien tolera sufre, quien tolera soporta, quien tolera aguanta; pero ni escucha, ni comprende, ni, por supuesto ama al tolerado. Si limita a no abrirle el cráneo a cantazos. Seré un iluso, pero yo pensaba que no quemar a los discrepantes era el comienzo de la civilización y no su gozoso culmen.
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Por eso, cada vez que alguien presume de su tolerancia, no puedo evitar pensar que lo que pasa por su magín es lo siguiente:
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"Te tolero. Tu sola presencia me revuelve las tripas. Si este mundo funcionara como es debido tu cuerpo se cubriría de pústulas ulcerosas y tendrías que rascarte las llagas con papel de lija, de modo que la corrupción de tu carne equivaliera a la de tu sucia alma. Pero soy tan jodidamente civilizado que no me voy a molestar en matarte con mis propias manos. Dejaré que te revuelques en tu inmundicia hasta que la naturaleza disponga de ti. Porque te tolero. Me das arcadas, pero te tolero."
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Cuánto mejor sería poder presumir de empatía, de comprensión, de diálogo o de la utópica fraternité de los communards de 1870. Pero no, eso es mucho pedir para una sociedad en rebajas: tolerancia como máximo. Esa parece nuestra máxima aspiración.
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A lo mejor es para rebajar la mala conciencia que las últimas ediciones del DRAE añaden una nueva acepción:
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4. tr. Respetar las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias.
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Eso está un poco mejor. Pero sigue siendo una virtud de baratillo. La formula del gorro frigio sonaba mejor: Libertad, igualdad, fraternidad. Está tan bien pensada que, en la traducción, no pierde la rima.

martes, noviembre 29, 2005

El peluquero del terror

Mi peluquero es un artista, un Miguel Ángel capilar, un Leonardo de los flequillos, un Brunelleschi de las patillas y, sin embargo, estoy considerando seriamente la posibilidad de cortarme el pelo en la bañera con una máquina de esquilar ovejas. No se trata de mi acuciante necesidad de ahorrar. Es más sencillo: mi peluquero me da pánico.

No es cuestión de su apariencia física, anque algo contribuyan esas camisetas con lamparones rojo-sangre ajustadas a su hipertrofiada musculatura, esos inexplicables piercings en el cogote (¿se los engancha directamente en la médula espinal?), esa cara de Tintín echado a perder que pone cuando se concentra o ese dragón tatuado que desde su bíceps portentoso parece susurrar: "para entrar de becario en mi banda debes hacerte uno de estos con la aguja de un tocadiscos."

Lo que de verdad me pone nervioso son esas miradas perdidas al infinito mientras las tijeras evolucionan a velocidades increíbles, ese ademán de comprobar el filo de la navaja sobre la palma de la mano, y sobre todo esa pose final de gran artista mientras parece meditar: "¿es digno este corte de mi fama o debe ser destruido junto con la cabeza que lo soporta?"

Me temo que algún día elegirá la segunda opción. Espero que cuando llegue ese día tengáis la decencia de echarme de menos.

lunes, noviembre 28, 2005

Huir hacia adelante o de la caradura como método de acercamiento

Hoy voy a reconocer uno de mis más graves defectos. Al fabricarme se olvidaron de poner la marcha atrás. No importa lo oscuras que estén las nubes en el horizonte, el capitán Achab nunca retrocede. No importa que el vigía vea montañas de hielo, se sigue de frente. ¿Los del Titanic? Unas nenazas. Intentaron esquivar el iceberg y así les fue. Si le hubieran dado de lleno lo habrían partido por la mitad. Total, sólo era un cubito de hielo que perdió su gin tonic.

Situemonos hace cuatro o cinco años. El capitán Achab se va de viaje a Túnez dejándose un ligue a medio cocer en Madrid. Vuelto de la lejana y misteriosa África sin una sola foto (el capitán es de los que olvida quitar la tapa de la cámara o, si lo recuerda, de los que plantan un dedo en el objetivo), descuelga su teléfono y llama a la bella señorita en cuestión.

Achab: Acabo de volver de Túnez. ¿Te apetece que quedemos el sábado?

Bella señorita: ¡Ay, sí! Y me enseñas las fotos.

Achab: ¿Las fotos? -comienza la huida hacia delante- Sí, claro, las fotos. Ya verás qué fotos, lo bonitas que son. Una mano que tengo para las fotos... (Una bocaza es lo que tienes, Achab)

Achab cuelga. Achab piensa: ¿a quién conozco yo que haya estado en Túnez? Ya sé... JL, JL ha estado en todas partes... y efectivamente, JL había estado en Túnez. Tras mucho suplicar, media hora antes de cenar con su dama, el capitán consigue un fajo de fotos con una sana y bien alimentada familia burgalesa pateando zocos.

Todo confianza, Achab corre a su cita y a los postres empieza el muestreo fotográfico. A cada pregunta de la señorita se improvisa una respuesta:

Bella señorita: Que pena que no salgas en ninguna....

Achab: Es que como la cámara es mía no la saben usar bien y, claro no puedo hacer fotos y salir a la vez...

El capitán se felicita a sí mismo. Esto funciona se dice... Momento en que Bella señorita pone una cara rara... y jugueteando con la última foto pregunta: ¿todas las fotos son de Túnez?

Achab: Esto... ¿sí?...

Bella señorita gira la foto.

Ante mí, enorme, contundente, inconfundible la catedral de Burgos.

La gran ventaja de derrumbarte en medio de risas histéricas es que después se olvidan de pedirte explicaciones.

viernes, noviembre 25, 2005

¡Por todos los dioses!

El capitán baja a comprar el pan. De camino a la panadería se topa con una madre y su hijo, de unos diez años.

Niño: ¡Mamá, mamá! ¿Quién puede más, Supermán o los dioses?

Madre: Andresito, Supermán no existe.

Eso zanja la cuestión. Punto para los dioses.

jueves, noviembre 24, 2005

Mi pequeño jardín zen


La inconstancia de mi hermano me han provisto de un pequeño jardín zen.

Me explico. Hace un año, por Reyes, su novia le regaló una pecera, la cual, por razones de espacio, acabó en mi habitación. Yo había desterrado la tele para evitar distracciones y en el hueco la pecera encontró su lugar en el mundo.

Fue verla allí, vacía, expectante, todo un mundo nuevo que colonizar y a mi hermano le poseyó el furor piscícola. Durante una semana y media su mundo giró alrededor de los peces. Leía libros sobre peces, consultaba a expertos en peces, buscaba peces en internet, elaboraba complejos planes para la cría de peces tropicales en cautividad. En definitiva, se convirtió en el mayor experto teórico en peces del mundo universo. Mientras tanto, a la espera de que la teoría diera frutos, la pecera seguía sin peces.

Después se fue de compras. Compró gravilla, una planta falsa, una piedra de diseño, un tronco ornamental de innegable forma fálica. Los colocó en una disposición armónica. Llamó a su novia, le mostró su obra. Mientras tanto, por supuesto, la pecera seguía sin peces.

Llegado a este punto, procedió a llenarla de agua desclorada, a controlar su salinidad y el PH. Hasta que todas estas variables estuviesen controladas era evidente que la pecera seguiría sin peces.

El PH se desmadró, la salinidad se desbocó, el tronco fálico crío un moho verde. El interés de mi hermano decaía por momentos. Aprovechando la oportunidad las bacterias colonizaron la pecera, que (todos a coro) seguía sin peces.

Entonces un velo blanquecino del que emanaba un hedor nauseabundo se extendío por la superficie, mientras el agua adquiría gradualmente el color del amontillado. Mi hermano, cuya atención se había desviado hacia los fundamentos teóricos de la navegación a vela, cambió su enfoque piscícola. Lejos de alterar el natural decurso de los acontecimientos dejaría que la evolución siguiera su curso: en cuestión de unos millones de años las bacterias y el moho evolucionarían en bacalaos.

Una lástima no disponer de cincuenta millones de años libres y tener un olfato sensible. En cuanto mi hermano se fue de viaje, le vacié la pecera. Ahora rastrillo la gravilla con un cepillo de lustrar zapatos, recoloco las ramas de la plantita plastiquera y dispongo el tronco en ángulos que disimulen la obscenidad de su forma. Es mi pequeño jardín zen. Cuando termino de estudiar me olvido del mundo y paseo mi mente por mi pequeño jardín de sobremesa.

lunes, noviembre 21, 2005

En la que el capitán divaga sobre la educación, la religión y las bellas artes

Al capitán Achab le gustan los museos y los de su ciudad los conoce bien... Quien tiene la osadía de acompañarle en sus sábados culturales (generalmente algún pariente) sufre un perjuicio que una ventaja recompensa: a cambio de escuchar las mil y una teorías sobre arte que el muy pedante del capitán cuenta sin ser invitado, recibe, sin aumento de precio, una somera explicación de los temas mitológicos que sirven de base a tantos cuadros.

El capitán Achab no posee esos conocimientos por su vida marinera o por revelación olímpica. Al capitán Achab, cuando era pequeño le regalaron un libro de mitología griega y romana (eso cuenta él, aunque en realidad se lo robó a su padre). Seducido por aquellas fantasías, se pasó media infancia leyendo una y otra vez las rijosas aventuras de Zeus, el desventurado matrimonio de Hefesto, el azaroso nacimiento de Dionisos, el errático vagabundeo de Odiseo, el trágico destino del fauno Marsias y el resto de las abigarradas historias que nutrían la religión de los griegos. De haber nacido en el siglo IV, el capitán Achab hubiera simpatizado con el emparador Juliano.

Que sus esporádicos acompañantes agradezcan estas historias no se debe a la seductora oratoria del capitán: se debe a que sus oyentes las ignoran en su mayoría. Cuando alguien decidió hace unas decenas de años jibarizar la enseñanza de humanidades en el bachillerato proclamó que la cultura clásica de la juventud no corría peligro, pues el estudio de la mitología antigua sería recogida por asignaturas transversales como la Historia del Arte.

Hace unos días, el capitán escuchó del portavoz de una asociación estudiantil que a nadie debía preocupar que las futuras generaciones ignoraran las tradiciones y mitos del cristianismo, pues estos serían recogidos por asignaturas transversales como la Historia del Arte.

El capitán Achab sospecha que si en su vejez logra convencer a un nietecito para acompañarlo a un museo, tras arrancarlo de la holotelevisión, la consola de realidad virtual, del orgasmatrón alleniano o el artefacto que por entonces se emplee para achicharrar neuronas, se verá obligado a explicar quién es el melenudo que cuelga de un madero en aquel cuadro de Velazquez, quién aquel improbable individuo que construye un barco desproporcionado en el cuadro de Turner de más allá y quién el tipo que decapita un barbudo en otro de Caravaggio.

A alguien que se ha pasado media vida relatando la maldición de Casandra o la transmutación de Dafne no es esto cosa que le asuste, si no fuera porque sospecha que deberá explicar también a su hipotético nieto qué es un museo y cómo alguien puede estar tan loco como para preferir malgastar sus tardes viendo eso en lugar de presenciar un derbi de mega-júngol en la 3-D visión.

Cuando al capitán Achab le asalta el desánimo le da por escribir en tercera persona.

sábado, noviembre 19, 2005

El canal Cuatro y la Prica-Cola

Entre ayer y hoy, intrigado por el hecho cuasicabalístico de que un canal que se llame Cuatro esté bailando el vals con el 4% de audiencia, he cometido el masoquista desliz de hacerle una rápida inspección visual y de programación. Después de quedar bastante decepcionado, he decidido torturar a mi escasa parroquia con una de mis atrabilarias reflexiones de día de descanso.

¿Qué ocurre cuando te posicionas frente al líder de mercado, pero en vez de ofertar algo distinto ofreces una imitación de bajo coste del producto ganador? Que tienes entre manos la Prica-Cola. Y la Prica-Cola la compran cuatro gatos, puede que incluso los mismos cuatro que homenajea con su nombre el nuevo canal de televisión.

Dos meses llevo oyendo que el nuevo canal iba a darle estopa a Telecinco, que íbamos a ver una nueva manera de hacer televisión, que esto iba a ser la reoca trufada y rellena de manzanas. Pero si hasta el nombre, "Cuatro", lo eligieron para que el público lo sintonice en el dial 4 y lo enfrente cara a cara a Tele5.

Pero en lugar de la prometida maravilla, ¿qué tenemos?

- una línea editorial calcada a Telecinco;

- desechos de tienta de Telecinco, como Boris Izaguirre o Eva Hache;

- reposiciones de "Melrose Place";

- el Telediario de Gabilondo, del que se esperaba mucho, pero que, de momento, tiene menos ritmo que un tamborilero manco....

Resultado: el porcentaje medio de espectadores de Cuatro es inferior al porcentaje de espectadores que cada semana veían codificada la película guarrona del Canal +.
Parece descorazonador, pero puede que ahí esté la solución: ¿por qué no prueban a codificar a Gabilondo? La gente tiene mucha imaginación: a saber lo que es capaz de intuir entre las rayas.

martes, noviembre 15, 2005

El juego de las cajas o la lotería en Babilonia.

Si no lo hubiera visto con mis ojos no lo creería. Pero lo he visto y, como mi estado de enajenación opositora no ha llegado aún al punto de provocarme visiones, debo creerlo.
Uno de los programas más vistos en España es un concurso con la siguiente mecánica:

1) Se distribuye una serie de premios al azar en unas cajas numeradas;

2) Se reparten al azar las cajas numeradas entre los concursantes;

3) Se elige al azar a uno de estos;

4) Éste va eliminando las cajas en el orden que su particular interpretación del azar determina; y, finalmente

5) Se queda con el premio que el azar dejó en su caja.

Pues esto da para ensimismar durante una hora a unos cuantos millones de españolitos. No es que tenga nada en contra del azar, pero, en los concursos, antes, la gente hacía algo, aunque fuera enumerar suertes del toreo... ¡un,dos,tres, responda otra vez!

Puestos a entregarse de lleno al azar podían haber montado una sucursal de la Lotería en Babilonia:

"Una jugada feliz podía motivar su elevación al concilio de magos o la prisión de un enemigo (notorio o íntimo) o el encontrar, en la pacífica tiniebla del cuarto, la mujer que empieza a inquietarnos o que no esperábamos rever; una jugada adversa: la mutilación, la variada infamia, la muerte."

¡Ah! Borges sí que hubiera diseñado un entretenido concurso azaroso.

lunes, noviembre 14, 2005

Teléfono roto.

Había un juego infantil que era algo así. Uno dice algo otro, otro lo entiende mal, se lo transmite peor al tecero, el cuarto al quinto y, al final el resultado ni se parece al comienzo.

Pues bien, en la realidad no tiene ni repajolera gracia. Ahora resulta que hay como cinco personas cabreadas porque les han dicho que yo he dicho, que me han dicho que alguien dijo...

Si aparezco colgado del palo mayor hago saber que soy inocente. ¡Ah!, y a partir de ahora hablo con taquígrafos y ante notario.

jueves, noviembre 10, 2005

Españoles, Franco ha vuelto


¡Inquietaos, oh mi tripulación! Terribles cosas pasan en el otro barrio. El espíritu de Franco no descansa en paz y para matar el rato ha decido manifestarse.

Primero ha sido en un bar de San Bernardo. El propietario estaba remozando la fachada y al quitar el enlucido ha aparecido un retrato de Franco. Como suena. Pero se ve que nadie le ha hecho mucho caso, pues su espíritu ha buscado nuevas formas de hacerse presente. Esta vez me ha tocado a mí.

Resulta que ayer, la novia de mi hermano me regaló un cuadernillo de pasatiempos. Supongo que es una especie de comentario irónico sobre el poco ocio que tiene un opositor; pero, ya que me lo ha regalado, me he puesto a resolverlos. Y ¡oh, sorpresa! Al resolver el pasatiempo llamado "puzzle japonés" allí estaba él, de uniforme, con su bigotillo, el pelo peinado hacia atrás y una inquietante media sonrisa galaica.

Uno ha surcado los siete mares, arponeado ballenas blancas y todo eso. Pero esto sí que acojona. De verdad.

miércoles, noviembre 09, 2005

Harry Potter y el traductor biempensante

Cosa curiosa. Según he leído hoy en el periódico, el último tomo de las aventuras del hechicerillo de marras ya se ha traducido al castellano.

No es que esté demasiado interesado ni en el mago ni en los príncipes mestizos. De los primeros me divierte más Tamariz y de los segundos sólo conozco al niño mulato de Albertito de Mónaco. Lo que me interesa del asunto es que el título del libro ha mutado desde "The Half-Blood Prince" ("El Prícipe Mestizo") a "El Príncipe Misterioso". Quiero pensar que el motivo haya sido que algún experto en marketing piensa que vende más el misterio que el mestizaje. Porque lo que me parecería abracadabrante es que "mestizo" hubiera entrado en la lista de palabras prohibidas para el hablante políticamente correcto.

Si me equivoco y hemos llegado a tal grado de absurdo neovictorianismo biempensante estoy ansioso por comprobar si la próxima edición de la gran novela de Conrad "The Nigger of the Narcissus" pasa a llamarse "El misterioso hombre de indeterminado color del Narcissus". Ah, por cierto, prometo preparar una versión de la "Canción del Pirata" en la que éste se rehabilite y se convierta en un ciudadano honrado, solidario y con conciencia social.

martes, noviembre 08, 2005

Jóvenes promesas.

Es uno de los tópicos favoritos de cualquier locutor deportivo sin imaginación. Plano de segundón en chándal comiendo pipas en el banquillo y el periodista compungido, comenta: "Mala suerte en la carrera de Fulánez: pese a brillar como joven promesa en las categorías inferiores nunca ha conseguido un puesto en el primer equipo" Para cuando se hacen estos comentarios el pelotero de turno le saca cinco años a la mitad del equipo titular. Y el capitán Achab se pregunta: ¿hasta qué edad se puede seguir siendo una joven promesa?

Vale, cualquier desavisado lector que se meta en esta página tiene derecho a hacerse su propia pregunta: ¿qué demonios le pasa a Achab hoy?

Sencillo, ayer después de aburrir a mi preparador contándole la teoría general de los actos de comercio fui a mi universidad a recoger mis títulos y me he dado cuenta de que después de dos años tengo lo mismo que cuando acabé: la esperanza de sacarme unas oposiciones. Voy camino de convertirme en la joven promesa más vieja de la historia de la humanidad.

lunes, noviembre 07, 2005

Exceso de ballenas blancas

Tengo un exceso de ballenas blancas.
Dado que firmo como el capitán Achab una obsesión compulsiva sería suficiente para satisfacer los requerimientos básicos del personaje.
Sin embargo yo podría competir con los balleneros japoneses: en ballenas blancas, se entiende. O por lo menos yo me entiendo. Creo.