Mi peluquero es un artista, un Miguel Ángel capilar, un Leonardo de los flequillos, un Brunelleschi de las patillas y, sin embargo, estoy considerando seriamente la posibilidad de cortarme el pelo en la bañera con una máquina de esquilar ovejas. No se trata de mi acuciante necesidad de ahorrar. Es más sencillo: mi peluquero me da pánico.
No es cuestión de su apariencia física, anque algo contribuyan esas camisetas con lamparones rojo-sangre ajustadas a su hipertrofiada musculatura, esos inexplicables piercings en el cogote (¿se los engancha directamente en la médula espinal?), esa cara de Tintín echado a perder que pone cuando se concentra o ese dragón tatuado que desde su bíceps portentoso parece susurrar: "para entrar de becario en mi banda debes hacerte uno de estos con la aguja de un tocadiscos."
Lo que de verdad me pone nervioso son esas miradas perdidas al infinito mientras las tijeras evolucionan a velocidades increíbles, ese ademán de comprobar el filo de la navaja sobre la palma de la mano, y sobre todo esa pose final de gran artista mientras parece meditar: "¿es digno este corte de mi fama o debe ser destruido junto con la cabeza que lo soporta?"
Me temo que algún día elegirá la segunda opción. Espero que cuando llegue ese día tengáis la decencia de echarme de menos.
martes, noviembre 29, 2005
El peluquero del terror
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11 comentarios:
prefiero tu peluquero del terror a mi peluquera-boxeadora. deberías ver cómo queda mi cabeza después de pasar por la pelu... has visto el club de la lucha?
No sufras achab. A partir de ahora yo te rasuro con la máquina cortapelos del de Asís.
¿Qué? ¿estás contento? ¡eh...! ¡EH! ¡¡NO ESCONDAS LAS OREJAS QUE TE VEO!!
...como me gusta este blog.
...te lo compro.
Gianis:
Puedes pasarte a una barbería tradicional de esas en que no se lava ni el suelo. Tu higiene lo lamentaría, pero te ahorrarías un trauma craneoencefálico.
Por cierto, el título de tu blog... me recuerda auna gran novela: Mother Night de Kurt Vonnegut. Por añadir una pequeña cita:
"Das Reich der Zwei, the nation of two my Helga and I had- its territory, the territory we defended so jealously, didn't go much beyond the bounds of our great double bed."
Nepomuk:
No lo puedo vender... es mi última defensa contra la locura del opositor furioso.
jajajaja.. yo hace 10 años que no piso una peluquería. Y durante 6 de ellos ni siquiera me corté el pelo yo misma... era el primo Eso
Jo, vaya par de posts buenos y yo sin Internet en casa (en el trabajo no siempre puedo) jooooo
Por favor una foto del peluquero con los lamparones de sangre.
Imagino que conquistarías a la bella señorita solo por las risas que se echó a tu costa.
Besos, capitán
Creo que deberias probar el mio. A parte de cortarte el pelo, en el trance te puede hacer unas fotos de carnet, el video de la voda, echarte una quiniela y una primitiva, arreglarte el reloj, venderte marcos de fotos, cascos pal walkman, un microfono profesional, una radio para el coche o venderte un par de sacos de carbón. Y sin despeinarse el tio.
Reve:
No sabía que te dedicabas al anarquismo capilar. Pero ánimo: ¡el pelo para quien lo trabaja!
Seshat:
Y se te ha echado de menos... Además la historia de fotos te la debía a tí. Por cierto, debería averiguar qué fue de la bella señorita... hace dos años que no la veo y la última vez fue en el funeral de un filósofo. Como suena.
Wardog:
Acabas d econfirmar mi sospecha. Los peluqueros forman el colectivo más freak entre los profesionales apañoles.
En el funeral de un filósofo? Eso no da para otro post???
La verdad es que da para un buen post costumbrista... lo pondré en la cola de posts pendientes.
Bien ¡¡¡¡
Aunque esto al final va a parecer un blog por encargo, que ya va el segundo post que te pido.
Me tienes consentida (y eso me gusta) :D
Besos
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