viernes, noviembre 30, 2007

El perfil bueno de la inflación

"Allways look on the bright side of death"


El chiste es muy viejo y, seguramente, lo habrán oído mil veces:

"Dios llama al presidente del gobierno y le comunica que, al día siguiente, se acaba el mundo. El mandatario convoca una rueda de prensa urgente y proclama:

-¡Conciudadanos, tengo dos buenas noticias! La primera es que soy un enviado de Dios. La segunda es que, a partir de mañana, se acaba la inflación."
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¿Que por qué les cuento chiste tan añejo? Pues verán. Hoy, el periódico de mayor tirada en España ha dado cuenta del aumento de la inflación publicando en portada que "El alza de precios obliga a una paga récord a los pensionistas".
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¿Son paranoias mías o Dios ha llamado de urgencia a un redactor de El País?
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jueves, noviembre 29, 2007

Se vende

En el año 111 antes de Cristo, un ejército romano comandado por el cónsul Lucio Calpurnio Bestia -no es culpa mía que el hombre se llamara así- derrotó al insurrecto Rey Yugurta de Numidia forzándole a negociar su rendición.

Las partes se sentaron a deliberar, discutieron un ratito y, en breve, alcazaron un acuerdo. Ahí debiera haber acabado la historia, pero no. Tan sospechosamente benévolo fue el amigo Bestia con el monarca derrotado, que el Senado receló la existencia de un soborno monumental. En consecuencia, tanto el romano como el númida fueron llamados a Roma para responder del fraude ante el Senado.

Yugurta, que era un hombre muy ducho en los manejos de la política romana, aplicó el más eficaz remedio contra una acusación de soborno: sobornar a los juzgadores. Tras un sonado proceso, Lucio Bestia fue condenado por aceptar dinero de Yugurta y éste absuelto de habérselo pagado. El veredicto le costó una pasta, pero el africano pudo coger la primera galera que salía para Numidia sin más preocupaciones que tramar una subida de impuestos que le resarciera del gasto.

Conforme abandonaba la ciudad, el desvergonzado reyezuelo se despidió con una frase para la posteridad: "Roma, urbem venalem et mature perituram, si emptorem invenerit". En cristiano, la mordacidad significa: "Oh, Roma, ciudad en venta y madura para la perdición... si encontrases quien te comprara."

Afortunadamente, la política ha progresado mucho desde los tiempos de Yugurta. No es que ya no se pueda comprar legisladores, pero al menos, ahora, la prensa publica los precios.

Que un avance sí que es.
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miércoles, noviembre 28, 2007

Barrio


Ayer vino mi hermano a cenar a casa y yo, como buen chico que soy, lo acerqué a la suya en coche:

"- ¡Jo! Esto va camino de convertirse en un barrio respetable y todo.

- ¿Por qué lo dices?

- Pues porque se han ido las putas y en su lugar ha aparecido un pub irlandés.

-¡Oye! ¡Que hay barrios con putas de lo más respetables!

- ¿Los hay?

- Claro, el barrio rojo, el barrio chino, el Soho..."

Definitivo. En cuanto mi hermano emigre, el barrio será de lo más respetable.
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martes, noviembre 27, 2007

Lijepa naša domovino

Los croatas son gente que goza de todas mis simpatías. Unos tipos que viven en un país con forma de boomerang, poseen varios centenares de pintorescas islas, inventaron la corbata y hacen deporte vestidos con camisa de cuadros tienen que caerme bien a la fuerza.

Su principal problema, reconozcámoslo, es el idioma, que tiene la menor concentración de vocales por metro cuadrado del planeta. Para que se hagan una idea de cómo se las gastan en materia de dicción, el nombre vernáculo del país es Hrvatska (ganan las consonantes por 6 a 2), un turístico pueblo costero se llama Vrbnik (5 a 1) y este se sitúa en la turística isla adriática de Krk (3 a 0 y Zamora de portero).

Con tales antecedentes idiomáticos no es de extrañar que tengan problemas para conseguir que su himno nacional, "Lijepa naša domovino", se interprete en el extranjero con la corrección adecuada. El último incidente ocurrió en el estadio londinense de Wembley, en los preámbulos de un Inglaterra-Croacia de fútbol.



Los ingleses, muy correctos ellos, contrataron al tenor Tony Henry para que cantara el himno visitante y el pobre, cosa normal, se trabucó. En lugar de finalizar el himno con el adecuado:

"Mila, kuda si planina" / "Amada [patria], amamos tus montañas"

el buen hombre profirió un cuestionable:

"Mila, kura si planina" / "Amada, mi pene, una montaña."

Pero no se crean que los balcánicos se ofendieron. Ni mucho menos. Tras ganar 2 a 3 están convencidos de que la innovadora letra procaz atrae la buena suerte. El vídeo con la nueva versión del himno es un éxito de ventas en toda Croacia, el tenor ha recibido varias ofertas de trabajo en el país adriático y hay quien propone que se le contrate para cantar antes de cada partido de la selección.

¿Ven cómo hay fundados motivos para apreciar a los croatas? En cuanto aprenda a pronunciar grupos de 4 consonantes, me presento en el consulado y solicito la nacionalidad.

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lunes, noviembre 26, 2007

De los Pirineos al Peloponeso (parte III)

Ánimo muchachos, que esto se acaba hoy. Con ustedes, el capítulo final:


Si vas a Constantinopla no te fíes ni de tu sombra


Dice un proverbio de mi tierra: "Dios te ponga donde haiga". No sé que dirían en la de don Roger, pero debía de ser algo muy parecido. Cuando el hombre vio la opulencia de Bizancio, los ojos se le pusieron como huevos de avestruz y se decidió a prosperar por allí. El emperador Andrónico se dio cuenta de qué tipo de móviles estimulaban al muchachote y actuó en consecuencia: lo casó con su sobrina, le prometió extensos feudos, apalabró una copiosa soldada para sus hombres y los mandó a todos al Asia Menor a brearse con los turcos. La campaña fue un sonado éxito militar y los turcos cobraron de lo lindo.

El problema fue que los almogávares no. Ligeramente molestos con el retraso en el cobro, ocuparon la ciudad de Gallipoli y robaron sus riquezas para resarcirse por las bravas.

Era el turno para que el emperador se molestara. Andrónico empleó un viejo recurso de la diplomacia oriental: invitó a un banquete a Roger y sus comandantes y los asesinó a los postres. La idea era que los almogávares, sin líderes que los mandaran, se desmoralizaran, se dispersaran y fueran presa fácil del ejército imperial. Pues verán, más bien fue que no. Los almogávares supervivientes, que no llegaban a 1500 se pusieron al mando de un tal Berenguer de Entença y destrozaron de tal modo al ejército bizantino que el emperador, para salvar la vida, hubo de encerrarse tras las murallas de Constantinopla.

Dejados a su aire, los mercenarios cesantes se dedicaron a saquear los alrededores con lo mejor de su considerable habilidad destructiva. Para que se hagan idea de cómo sería la cosa les cuento que quedan pueblos en los Balcanes donde, cuando llegan las fiestas, en lugar de gigantes y cabezudos pasean un guerrero de tres metros que come niños y se llama el Katalan.

Cuando se hartaron de saquear, matar y violar, que no fue pronto, los aguerridos muchachotes se buscaron un empleo honesto y respetable: Gualterio de Brienne, duque de Atenas, los contrató para que arrimaran estopa a sus vecinos. Los aragoneses lo hicieron a conciencia. Después, no se lo van a creer, el duque se negó a pagar. A los pocos meses, Gualterio murió de una indigestión de mandoble amb mongetes y los almogávares se quedaron su ducado. El de al lado, como quien no quiere la cosa, lo afanaron también.


Por lo menos el escudo les quedó bien


No obstante, como a pesar de todo, los almogávares eran unos chicos educados y unos cumplidos patriotas, pusieron sus nuevos feudos bajo soberanía de la Corona de Aragón. El rey aragonés, encantado de que sus antiguos empleados hubieran encontrado domicilio fijo y, sobre todo, de que este estuviera tan lejos, aceptó el regalo y se olvidó de ellos para siempre jamás.

En consecuencia, durante casi ochenta años, Atenas fue un trocito de Aragón. Pero claro, ni el paisanaje habló jamás catalán, ni preparó cargols a la llauma ni brindó con Freixenet. La gente del lugar, como siempre, siguió hablando en griego, bebiendo retsina y comiendo yogur, que es lo que, en el fondo, les quería contar.

Los aplausos, mis pequeñines, a la cuenta de tres.

viernes, noviembre 23, 2007

De los Pirineos al Peloponeso (parte II)

Lo prometido es deuda. Para continuar en plazo y forma la historieta en curso hoy toca cabrear nacionalistas y largar una buena parrafada sobre el caballero Rutger von Blum, por otro nombre Roger de Flor.

Los catalanes nacen donde les da la gana aunque se apelliden von Blum

Cuando los Hohenstaufen abandonaron su Alemania natal para ocupar el trono de Sicilia, numerosos compatriotas, nobles y plebeyos, los acompañaron en la expedición. Entre aquellos figuraban los von Blum, pequeños señores arruinados que, faltos de posibles, se dedicaban a hacerle la rosca al soberano en espera de prebendas. Tras mucho pelotear, Richard von Blum consiguió para sí y sus descendientes el puesto hereditario de halconero real. Asegurado el pan para su primogénito, don Ricardo se planteó qué hacer con Rutger, su hijo menor. Suponiendo con razón que el Rey no iba a aflojar más pasta, tomó al pequeño Rutger y se lo entregó a los caballeros templarios para que lo convirtieran en un piadoso monje y un avezado militar.


Niño, agarra bien la lanza, que te suspendo.



Los templarios cumplieron el encargo a medias. Tras unos años de entrenamiento, el chavalote, con un arma en la mano era capaz de cualquier cosa. Ahora, como monje no tenía demasiado futuro. A los 24 años ya le habían expulsado de la orden por ladrón, insubordinado, mentiroso y hereje. Por eso de que Dios abre una ventana cuando cierra una puerta, el exfraile se trasladó a Génova, estafó una cantidad considerable de dinero, se compró una galera y comenzó a labrarse un cómodo futuro de pirata y ladrón.

Después de alcanzar una cierta maestría en el robo a pequeña escala, Rutger reflexionó y se dio cuenta de que el latrocinio verdaderamente rentable era el robo a escala industrial; que uno asalta una galera y se soluciona el mes, pero quien asalta una ciudad y se lleva sus riquezas se puede asegurar la vida. En consecuencia, Herr Rutger puso su galera al servicio de Federico de Aragón y se dedicó al pillaje a escala mayor.

Acabada la guerra en Sicilia su pasado volvió para perseguirle. Alguien en Roma se acordó de que von Blum era un hereje, alguien en Génova recordó la de pasta que debía, alguien en el Temple se acordó de todo lo demás y don Rutger decidió juiciosamente quitarse de enmedio. Se presentó ante Federico, le expuso la situación y le ofreció un trato. Si le ponía al frente de los almogávares él los embarcaba a todos, los ponía al servicio del Emperador Romano de Oriente y se dedicaba a matar turcos a cinco mil quilómetros de distancia. Si los belicosos montañeses la liaban allí ya no era problema del Rey. Este aceptó encantado.

Sellado el pacto, el germano trocó su nombre por el de Roger de Flor, más adecuado al oído de sus nuevos subordinados y menos conocido de sus acreedores, constituyó la "Compañía de los Francos en Romania", echó mano de los almogávares y se embarcaron todos para Constantinopla. Llegados allí, Roger se presentó ante el emperador Romano de Oriente, Andrónico II Paleólogo y le ofreció sus servicios como experto militar, conductor de almogávares y debelador de fortalezas.




Emperador Andrónico, supongo.




El pirata alemán estaba a punto de convertirse en el héroe por antonomasia de los nacionalistas catalanes. Pero esa parte de su historia la contaré en la siguiente entrega: "Si vas a Constantinopla no te fíes ni de tu sombra".
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De los Pirineos al Peloponeso (parte I)

El otro día, una fiel lectora me preguntaba si es verdad que, en el Medievo, el idioma catalán llegó a expandirse hasta Grecia. Hay dos maneras de responder a su pregunta. La rápida consta de dos letras, una "n" y una "o", emparedadas entre un montón de exclamaciones. La lenta es mucho más entretenida. Para que no se me atraganten se la ofreceré en cómodas raciones diarias.

La primera de ellas la sirvo a continuación.

Almogávares, angevinos y otras gentes de mal vivir.


A finales del siglo XIII, Carlos de Anjou, hermano pequeño del Rey de Francia, reinaba en Sicilia. Carlos había obtenido el trono palermitano cuando, con el apoyo del Papa, venció, capturó y ejecutó a Manfredo Hohenstaufen, anterior monarca del lugar. Los sicilianos no se lo tomaron demasiado bien. Manfredo sería un alemanote pendenciero, pero era su alemanote pendenciero. Además, los secuaces del monarca angevino (1) no sólo pasaban olímpicamente de aprender el idioma y respetar las costumbres del lugar, sino que dedicaban lo mejor de su tiempo y esfuerzo a saquear granjas, violentar mozas y cobrar impuestos excesivos.


Carlos de Anjou con cara de estreñido.

Hartos de aguantar al francés, los sicilianos se rebelaron y pasaron a cuchillo a todo aquel que no supiera pronunciar con siciliana corrección la palabra "ciciri"(2). Aquel fue un día malísimo para franceses, gangosos y tartamudos. Para Pedro III de Aragón, yerno del difunto Manfredo, fue un día excelente ya que los rebeldes le ofrecieron el trono. Don Pedro aceptó, el Papa lo excomulgó y se formó la Dios es Cristo.

Durante los siguientes 20 años, aragoneses y angevinos se estuvieron arreando mamporros a lo largo y ancho de Sicilia con resultado dispar. Visto que la cosa no se resolvía por las buenas y como no era cuestión de desaprovechar los recursos disponibles, los monarcas aragoneses decidieron reclutar para la causa a los más asilvestrados de sus súbditos: los almogávares. En la vida civil, los almogávares eran pastores y cazadores de montaña. En la militar, en cambio, eran unos animales de bellota con acento montuno. Gente ruda, a medio cristianizar, a un cuarto de civilizar y sin el más mínimo atisbo de compasión, los almogávares, una vez armados, probaron su carácter letal. En lugar de dejarse masacrar por la caballería, como hacía la infantería bien educada, los aguerridos aragoneses se lanzaban a la carrera gritando "¡Aragó, Aragó, Aragó!" (3), desjarretaban a los caballos, degollaban a los jinetes y les robaban hasta la ropa interior.

Aragoneses de crucero por el Mediterráneo

La creencia más extendida tiene a los almogávares por uniformemente catalanes. Es error que se deriva de que su crónica la escribiera en catalán un tal Ramón Muntaner, natural de Perelada y miembro de tan belicosa compañía. Si bien es cierto que los primeros contingentes de almogávares salieron de los obispados de Lérida y Urgell los criterios de reclutamiento nunca fueron demasiado estrictos: si eras lo suficientemente bruto y desprejuiciado podías alistarte con ellos aunque hubieras nacido en el Tumbuctú. En consecuencia, pasados unos añitos había almogávares catalanes, aragoneses, valencianos, mallorquines, navarros, franceses, sicilianos e incluso algún que otro alemán.

Finalmente, la guerra se decidió del bando aragonés. Solucionada la pelea con los angevinos, el problema para Federico de Aragón, nuevo Rey de Sicilia, era qué hacer con los almogávares. Sin ningún enemigo al que degollar, los belicosos montañeses no paraban de asaltar prostíbulos, emborracharse, robar y causar problemas. Afortunadamente para el Rey apareció en escena uno de los mayores sinvergüenzas de la época, un tal Rutger von Blum, y le ofreció la solución.

Del amigo Rutger y de su propuesta hablaremos en el segundo capítulo de esta serie: "Los catalanes nacen donde les da la gana aunque se apelliden von Blum."

-ooOoo-



(1) Angevino viene a significar natural de Anjou, pero suena mucho mejor.
(2) Garbanzos.
(3) O "¡Aragón, Aragón, Aragón!" Eso ya dependía del idioma de cada cual y de las ganas que tuviera de berrear.

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jueves, noviembre 22, 2007

Le photographe


No es que yo tenga demasiada querencia por la vieja metrópolis de los parisios. Para mi gusto contiene demasiadas avenidas, exhibe demasiada grandeur y usufructúa demasiados retretes de pago. No obstante, una cosa puedo decir en elogio del lugar: convirtió a mi hermano en fotógrafo. En uno bastante bueno, además.

De siempre, mi padre había tenido a su cargo dejar constancia gráfica de los viajes familiares. Además, queriendo lucirse en tierra extranjera, había decidido mimar la logística e importar, desde los USA esos, una mastodóntica cámara de inagotables prestaciones y posibilidades técnicas. Tan buena disposición y tan sólidos medios parecían augurar magníficos frutos.

Lamentablemente, su ingeniero interior se resistía a morir sin batalla. Trataba el artista improvisado de inmortalizar el obelisco de la Concorde cuando, de pronto, se dio cuenta de que no le cabía entero. Como no quería alejarse más del monumento no fuera a colársele algún japonés entre medias, inclinó la cámara y lo fotografió en diagonal. Semejante aberración compositiva fue demasiado para la sensibilidad artística de mi hermanito. Aquella misma mañana tomó posesión de la cámara y no ha dejado desde entonces de practicar.

Han pasados ya diez años desde aquello. Hace unos días le photographe volvió a París.

El obelisco le estaba esperando.



Nota. La autoría de ambas fotos, por supuesto, corresponde a mi hermano. Si tienen tres horas libres y quieren ver la serie completa, despídanse de sus deudos y pregunten por él.
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miércoles, noviembre 21, 2007

¡Salvajes!

"En otro extremo de España, una chica de Huelva
estudiará la Guerra Civil como si se tratara de una invasión
de Andalucía por parte de fuerzas de ocupación y,
simultáneamente, un niño de La Coruña leerá en su manual
de Lengua que en Cáceres el gallego no goza de protección."
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EL Mundo, 20/11/2007


La Isla Centinela, un pequeño trozo de tierra de 72 km² pertenece al archipiélago de las Andamán. Sus habitantes, los centinelenses, constituyen, tal vez, la cultura más pura y libre de influencia exterior del planeta. ¡Como para influirles! Forastero que pone los pies en la isla forastero que flechan, trocean, asan y devoran.

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En contrapartida a tan celosa pureza étnico-racial, los centinelenses desconocen la agricultura, la rueda, la polea, los metales y la escritura.

Una auténtica lástima esto último. Si publicaran libros de texto se iban a forrar.

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martes, noviembre 20, 2007

Determinismo fotográfico

Para que no me digan luego que no atiendo sus pedidos, me he puesto a revolver en mis cajones y estoy en condiciones de confirmar lo que ya apunté el domingo: las fotografías que te toman en la infancia determinan ineludiblemente tu futuro.

Porque, vamos a ver, un mozalbete que:

- da sus primeros pasos a la orilla del mar;





- viste de marinero;



- fuma en pipa;



- intenta someter a bicharracos blancos que le triplican el tamaño;



¿No esta acaso condenado a devenir el Capitán Achab?

-ooOoo-

P.D. Cumplido mi compromiso me comprometo firmemente a dejar de hacer el indio con el archivo fotográfico. ¡Jau!


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lunes, noviembre 19, 2007

Tres tristes tigres comían tigre en un trigal

Un malintencionado individuo me comentó en una ocasión que los únicos animales que no están incluidos en la gastronomía china son aquellos que corren demasiado veloces, nadan a demasiada profundidad o vuelan demasiado alto.

Pues bien, ¿han oído ustedes aquello de donde fueres haz lo que vieres?

Porque los tigres .
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domingo, noviembre 18, 2007

Arqueología de salón

Mi abuela ha decidido repintar las paredes de su piso de Madrid. Es medida digna de elogio pues, con lo aburrida que está la televisión, las visitas se entretienen sacando faltas y, si te descuidas, te refriegan un algodón por el encalado.

Para evitar que los pintores decoren el mobiliario con churretones blancos, mis consanguíneos y yo dedicamos una buena porción de la tarde de ayer a clasificar y empaquetar el abigarrado contenido de los aparadores como paso previo al traslado de los mismos. Yo pensaba que conocía de sobra el contenido de aquellos cajones. A fin de cuentas, me pasé media infancia y un buen tercio de la adolescencia hojeando las revistas de mis tíos, leyendo sus libros y explorando sus improbables vinilos setenteros en un tocadiscos desechado que también reposa por allí. No obstante, el proceso de empaquetado desveló tesoros ignotos para mí . Por ejemplo, una caja con fotos añejas sirvió para recordarme que mi madre y sus hermanos formaban el más encantador ramillete de mocosuelos que haya conocido la Mancha manchega.


Confiésenlo. Quieren una niña igual.

Confiesen de nuevo. Ahora quieren dos.

Claro, que en el cajón vecino apareció la "chorbagenda" que el pequeño tuno de la foto manejaba veinte años después. ¡Angelito! Más de cincuenta entradas con nombre, teléfono, edad, fecha de conocimiento y descripción sucinta para evitar enojosas confusiones.

Está visto, los disfraces de tuno, como el bautismo, imprimen carácter. En consecuencia, si en el futuro difundo mis genes, vestiré a mis niños de tiroleses.

Es muchísimo más seguro.

viernes, noviembre 16, 2007

De cómo por envidia se perdió la China

Habíamos dejado ayer al señor Chonghuan en la cúspide de su gloria: desde los más oscuros escalones del funcionariado, el habilidoso mílite se había elevado a lo más encumbrado de la sociedad imperial. Tan rápido ascenso, no obstante, atrajo muchas miradas y no todas amistosas.

Con justo odio le miraba el sucesor de Nurhaci, Huang Taiji. Motivos no le faltaban. En primer lugar, Yuan era el principal responsable de la muerte de su padre, cañoneado en el campo de batalla. Por añadidura, desde que Yuan comandaba los ejércitos del norte, los antaño invencibles manchúes no paraban de perder batallas, prestigio y terreno. Más injusto era el rencor que le profesaban los eunucos de la corte, quienes, después de haberse dejado los huevos -literalmente- al servicio del emperador contemplaban apesadumbrados como el advenedizo militar los aventajaba en fama, riqueza y honores.

Huang Taiji poniendo cara de malo

Tras varios reveses en el campo de batalla, el manchú se hartó de jugar limpio. Mandó escribir amistosas cartas a su enemigo, las firmó con su sello personal, las acompañó de oro y regalos y las envío... a los eunucos de la corte. Los envidiosos cortesanos, ansiosos por librarse del exitoso militar, presentaron las cartas al estupefacto emperador. Este, creyendo haber descubierto la más reprobable de las traiciones, condenó al acusado a la más horrible de las muertes: el Líng Chí o suplicio de los mil cortes.

¿Tortura china? ¿Alguien dijo tortura china?

Antes de ser ritualmente mutilado, Chonghuan se permitió la chulería de dictar un poema de despedida:

"El trabajo de toda una vida ha de quedar inconcluso. /Mi fama y mi gloria parecen cosa de sueños. / Sin embargo, no me preocupa que tras mi muerte falten guerreros, / pues mi fiel espíritu seguirá protegiendo Liaodong."


En chino, el poema no sólo suena mejor. Además rima.


Lo malo es que los espíritus, por fieles que sean, no disparan cañones. Los manchúes sí.

En 1643, pocos años después de su muerte, los ejércitos de Fulin, hijo favorito de Huang Taiji, tomaban Pekín.

jueves, noviembre 15, 2007

De cómo un suspenso salvó a la China

Comoquiera que el suspenso es amenaza que acecha a todos los que en estudiar nos empeñamos y que la oposición, como la pólvora y los tallarines es invento del Celeste Imperio voy a aprovechar este espacio para contar una consoladora y verídica historia oriental.

Allá a principios del siglo XVII, el joven Yuan Chonghuan era la desesperación de sus honorables e industriosos progenitores. Por más que se presentaba a las más relumbrantes oposiciones imperiales, el joven Yuan, que se aburría soberanamente memorizando a Confucio y Lao-Tsé, tornaba siempre a casa cargado de calabazas chinas. A él, lo que le gustaba de verdad era viajar, conversar con los misioneros jesuitas y examinar el armamento occidental que importaban los portugueses. Tras mucho insistir, el perpetuo estudiante, que ya contaba 35 años, consiguió aprobar unas oposiciones muy menores: segundo secretario del inspector de artillería del Ejército Imperial.

El nombre del prota en su lengua natal


En virtud de su nuevo cargo, el funcionario novato fue enviado al lejano norte. Allí, las desmoralizadas tropas del Emperador se batían en franca retirada ante la pujante ofensiva del caudillo manchú Nurhaci. En tales circunstancias y con el decadente imperio de los Ming deshaciéndose como un castillo de naipes lo verdaderamente necesario era un milagro. A falta de uno, un poco de inspección no vendría del todo mal.

Sin embargo, fue llegar Yuan al frente y desencadenarse el Apocalipsis. En lo más crudo del duro invierno de 1626, Nurhaci y sus 160.000 aguerridos jinetes atravesaron en tromba la frontera. Contra la horda manchú los asustados militares chinos no pudieron reunir más de 9,000 hombres y unos pocos cañones. Al frente de estos últimos y a falta de artilleros experimentados se situó el inexperto Yuan. Total, ya que iban a morir todos de un modo horrible y deshonroso, que por lo menos el novato se divirtiera con sus trastos favoritos y, de paso, cargara con la culpa del desastre. La decisión torció la mano del destino. Yuan sería un zoquete memorizando proverbios, pero dirigiendo la artillería era un genio. El primer disparo de sus cañones desmontó al caudillo invasor, lo hirió de muerte y puso a sus hombres en retirada.

Nurhaci posando antes de ser cañoneado


¿La suerte del principiante? No. El mediocre opositor ocultaba un militar de primer orden: resuelto, decidido, honesto, y fanáticamente leal al Emperador. Oportunamente elevado al generalato, Yuan Chonghuan reocupó las perdidas provincias de Jinzhou y Liaodong, bloqueó el contraataque manchú y, efectivamente, aplazó unos pocos años el inevitable ocaso de la dinastía Ming.

Hasta aquí el relato resulta muy consolador para aquellos que tenemos tendencia a trabucar artículos del Código Civil y farfullar fragmentos del Reglamento Hipotecario. Sin embargo, la historia de Yuan Chonghuan tiene un triste y descorazonador epílogo.


Pero este ya lo contaré mañana.

miércoles, noviembre 14, 2007

Ratas


Las roedores tienen una relación ambivalente con el ser humano. Por una parte, los hombres les proporcionamos enormes cantidades de alimento que ellos pueden afanar y devorar. Por el otro, tenemos la incordiante manía de perseguirlos, envenenarlos y exterminarlos.

Con tales premisas, una rata consciente que busque habitación, tratara de localizar un habitáculo cercano a los hombres pero que, a la vez, le permita guardar las distancias.

Mismamente, el despacho de Gallardón, que da para correr un maratón sin dar la vuelta.

Actualización: Me está bien empleado por maledicente. Tanto criticar y resulta que, en un alarde de previsión y buen hacer, el Ayuntamiento de Madrid contaba en plantilla con dieciséis rateros.

martes, noviembre 13, 2007

Peluquería

Tengo que apuntarme en alguna parte que, cuando se comparte agudeza visual con los topos, hay que visitar la peluquería con lentes de contacto.

Caso contrario, uno se sienta en la silla, explica lo que desea, intuye como una mancha de aspecto humanoide le aligera de pelos la sesera, achina los ojos, da el visto bueno al rapado, paga, se vuelve a casa y descubre con horror que las patillas le llegan a la nuez.

Ahora no sé si afeitármelas yo solito o alistarme en la Legión.

lunes, noviembre 12, 2007

El Rey se enfada


Vlad III, príncipe de Valaquia, era hombre de notable susceptibilidad.

Cuenta la leyenda rumana que, en cierta ocasión, el sultán envió a Valaquia un par de emisarios con la misión de protestar por los numerosos actos de piratería, rebelión y bandidaje que cometía el príncipe en cuestión. Vlad escuchó sus protestas con atención y añadió que él tenía otra queja que presentar: era inconcebible que en su real presencia los mensajeros hubieran sido tan descorteses de no quitarse el turbante.

Los emisarios replicaron que, conforme a la etiqueta turca la grosería hubiera sido quitárselo y que su alteza, que había pasado media vida de rehén en Estambul lo sabía muy bien. Vlad reconoció su error y, para no cometerlo otra vez, ordenó que les clavaran los turbantes al cráneo.

¡Y va Hugo Chávez y se queja de los arranques de nuestro Juan Carlos! Mucha camisa roja, mucha revolución y mucho Bolívar, pero este no agunta en Valaquia ni media hora.

domingo, noviembre 11, 2007

Seducción

Fíjense con lo que me he topado en el periódico y, en especial, la fotografía que acompaña a la noticia.


Por lo menos ya sé por qué nunca podré seducir a la Johansson. Llevo media hora mirando la foto y aún no he conseguido subir del cuello.

viernes, noviembre 09, 2007

Alcornoques

"alcornoque: 3. m. Persona ignorante y zafia."

R.A.E.



Los amiguetes de Greenpeace han publicado un curioso libro de fotografías con ánimo de asustar un poco a la parroquia y moderar su contaminante proceder. En páginas contiguas se enfrentan los más bucólicos rincones de la España actual a futuros espantos nacidos de la infausta coyunda del calentamiento y el photoshop.

La galería de horrores del mañana incluye:

- el Ebro transmutado en acequia,

- la huerta valenciana enarenada y desnaranjada,

- el Monte Perdido con la nieve extraviada,

- las Islas Cíes en roca desnuda,

- el Mar Menor arrejuntado con el grande y, por último,

- la sierra gaditana requemada y sin alcornoques.

Yo entiendo que para asustar hay que ponerse tremendistas. Comprendo que si no gritas ¡que viene el lobo! nadie te ayuda a cazar al zorro. Pero con lo de los alcornoques se han pasado. Podrán secarse los ríos, derretirse los glaciares, arder pinos y chamuscarse olivos, pero alcornoques tendremos siempre más de los que necesitemos.

Fíjense a dónde llegará la cosa que no pasa una legislatura sin que alguno llegue a ministro.

jueves, noviembre 08, 2007

C.S.I. Ciudad del Vaticano

A Juan Calvino, teólogo protestante y dictador de facto en Ginebra, no le gustaban las reliquias. No es sólo que su culto le pareciera rayano en la idolatría. Además, consideraba que su comercio dejaba abierto el camino a las más descaradas estafas. En una frase célebre comentó: "Hay suficientes fragmentos de la Verdadera Cruz como para llenar un barco".

Uno, desconfiado con la naturaleza humana y su habitual trapacería tiende a pensar que el tipo tuviera razón, pero lo más curioso del caso es que Calvino se equivocaba. Un desocupado erudito francés del siglo XIX, Rohault de Fleury, se dedicó a recorrerse toda Europa pesando, midiendo e inventariando los fragmentos. El sorprendente resultado fue que el volumen total tan sólo ascendía a 0,004 metros cúbicos de madera. Es más, la mayor parte de los fragmentos eran del mismo tipo y similar antigüedad aparente. Se conoce que cuando los Cruzados saquearon Constantinopla, donde se conservaba metro y medio de supuesta Cruz, eran muchos los saqueadores y siguieron el viejo principio de una astilla para cada uno y el que se quede la más corta limpia después. De dónde sacaran el madero los bizantinos ya es harina de otro costal.

Pero eso era en el Medievo. La Iglesia Católica actual prefiere atajar las discusiones en el inicio y no correr riesgos de estafa. No hace ni quince días que subieron a los altares a mi tío-bisabuelo, y ya le han tomado muestras de ADN a mi abuela para verificar si la camisa ensangrentada que mis parientes custodian es la que el meritorio varón llevaba puesta cuando le abrieron el cráneo a martillazos el 9 de agosto de 1936.


Espero que dé positivo, la verdad. Con lo que le hicieron pasar al hombre por el solo hecho de ser sacerdote, lo mínimo que merece es un relicario en condiciones.

Además, después de setenta años aplazando la colada las manchas no van a salir sin frotar.

miércoles, noviembre 07, 2007

Mohammed y los Mamertinos

En el siglo III a.C Sicilia era un lugar bastante conflictivo. Como una lanza mocha asusta menos que una escopeta recortada, la Mafia no existía aún. Para compensar situación tan escasamente siciliana, merodeaban por allí los mamertinos. Los susodichos eran unos sanguinarios mercenarios que el Rey Agatocles de Siracusa había importado del sur de Italia para canearse a gusto con sus vecinos púnicos. Fallecido su empleador, los belicosos muchachotes se dedicaron al autoempleo, tomaron Mesina a la fuerza, mataron a su población masculina y violaron a la femenina.

El Rey Hierón, sucesor de Agatocles, molesto por la mala educación de los mamertinos y tentado por la importancia estratégica del puerto de Mesina, organizó una expedición que pretendía desalojar a los mercenarios y ocupar, de seguido, la localidad.

Cuando Hierón se las prometía tan felices aparecieron los romanos. Roma no poseía un palmo de suelo en toda la isla ni tenía razón alguna para reclamarlo, pero empezó a meter baza en el asunto un día sí y otro también: que los mamertinos tenían derecho a organizarse como les diera la gana y violar a quien se pusiera a tiro, que el tal Hierón era un expansionista peligroso y un enemigo de las libertades, que los cartagineses, que no pintaban mucho en esta historia, también eran un peligro y debían ser controlados...

Entre protesta y protesta, batallas y escaramuzas (la Primera Guerra Púnica, mayormente), los romanos acabaron por quedarse la isla entera, que era lo que, desde un comienzo, habían deseado.

Veintitantos siglos más tarde, Mohammed VI, sultán de Marruecos, protesta airado. El motivo de su ira es que el Rey de España haya visitado dos ciudades españolas que jamás fueron marroquíes ni ganas de serlo tienen.

¿Será que nos ha visto cara de mamertinos?

martes, noviembre 06, 2007

Pilates

Para prevenir sus dolores de espalda mi querida progenitora se ha apuntado a unas clases de pilates. Ayer tomó su primera lección y regresó un tanto decepcionada:

- Mucho nombre pero es sólo gimnasia.

¡Vaya timo! Si en la siguiente clase no comparece el Prefecto de Judea y se lava las manos, pediremos la devolución del dinero.

lunes, noviembre 05, 2007

Buñuelos de nata



La mitad de la buena cocina es tener imaginación. La otra mitad consiste en hacer croquetas.

Ayer vinieron a comer a casa mi hermano y su mujer. Como es su deliciosa y ejemplar costumbre, llegaron con el postre incorporado. Para la ocasión, mi cuñada se había esmerado en aportar al condumio unos suculentos buñuelos caseros rellenos de nata, los cuales fueron sumariamente engullidos sin juicio previo. Entre bocadito y bocadito, la habilidosa cocinera comentaba la receta con mi madre:

- Lo malo es que me ha sobrado un montón de nata.

- ¿Y cómo la vais a gastar si no es temporada de fresas?

La mitad de la buena cocina es tener imaginación. Mi madre hace croquetas.

domingo, noviembre 04, 2007

Time to be manly

"Truly manly men do not dance.
Think of John Wayne, Arnold Schwarzenegger...
Arnold doesn't dance, he can hardly walk."
In&Out

No se lo van a creer ustedes -y eso no es una sugerencia sino una orden- pero, por esos mundos de Dios, hay gente tan desencaminada y confusa que llega a dudar de mi orientación sexual. El otro día, una lejana conocida, tras oír mi nombre yuxtapuesto al de cierta fermosa y rizada muchachuela, tuvo el cuajo de preguntar: "¿pero ese chico no era gay?"

Pues no, no lo es y a partir de ahora va a actuar en consecuencia. Es hora de aclarar la situación del modo más terminante. Es hora de emprender acciones que publiciten mi profunda y declarada heterosexualidad. En definitiva, ¡es hora de actuar como un hombre!

Mañana mismo tiro las existencias de té al jazmín y me compro medio kilo de té con vainilla y bourbon.

¡Hombre, ya! Mariconadas, las justas.

viernes, noviembre 02, 2007

Suplantación de personalidad

"Quede, pues, sentado, si lo permitís,
que así como el galgo jamás fue podenco,
el hombre del Rastro no es nunca flamenco,
por no ser oriundo del mismo país."
Ricardo de la Vega (1839-1910)

Échenle un ojo a la noticia que acabo de encontrar:



¿Pero esto qué es? ¿Se creen que semejante engañifa puede colar? Super Ratón vuela, levanta grandes pesos, tiene visión de rayos-x y, sobre todo, se supervitamina y mineraliza con ejemplar regularidad. Lo que no hace es correr. Del mismo modo que los conductores de Fórmula-1 no acostumbran a coger el metro, los roedores volátiles no se rebajan a desgastar suela.

El que corre que se las pela es Speedy González, que es más morenito, más descarado, lleva sombrero y ni siquiera "es oriundo del mismo país".


¿Es que estos científicos no tuvieron infancia?

jueves, noviembre 01, 2007

Si

Si hubiera comido más, mi estomago habría rugido menos.

Si mi estómago hubiera rugido menos, no me me habría fijado en la pastelería.

Si no me hubiera fijado en la pastelería, no me habría inclinado sobre su escaparate.

Si no me hubiera inclinado sobre el escaparate, no habría averiguado que el cristal se situaba delante de la reja metálica.

Si no hubiera averiguado que el cristal se situaba delante de la reja metálica, no tendría un hermoso chichón decorándome la frente.

Si no tuviera un hermoso chichón decorándome la frente, no se notaría tanto que soy más tonto que Abundio.