Como ayer se quedaron muy escandalizados con las andanzas del amigo Federico hoy les voy a contar el experimento de un monarca mucho más moderado, humanitario y tranquilo: Pedro I el Grande, Zar de todas las Rusias. Es lo que tiene pasar del siglo XIII al XVIII, que los déspotas se ilustran y les mejora el carácter. Concretamente, el zar sostenía, contra la opinión de sus amigotes, que los negros eran intelectualmente comparables a los blancos y que su problema estribaba en su déficit educativo. Para sostener su teoría y de paso levantarse unos dineros en correlativa apuesta, ordenó a su embajador en Constantinopla que le comprara el esclavo más joven, negro y espabilado que pudiera encontrar y, acto seguido, se lo mandara a Rusia.
El elegido, un avispado mozo de origen incierto -siempre se le tuvo por etíope aunque parece más probable que naciera en el actual Camerún- partió para Rusia y fue bautizado, con el zar como padrino, imponiéndosele el nombre de Abram Petrovich Gannibal. Con objeto de probar sus opiniones, el zar le pagó la mejor de las educaciones y el atezado muchacho no le defraudó. Educado en las mejores escuelas de París, Abram Petrovich destacó como matemático, político e ingeniero militar y alcanzó, por méritos propios, el rango de General en el ejército ruso. Claro, que cuando el zar se murió, los amigotes del difunto, que debían de tener un mal pagar considerable, consiguieron desterrar a Siberia un par de años al prometedor militar. Luego lo llamaron de vuelta, que para eso diseñaba fortalezas como nadie, y hasta consintieron que emparentara con la más estirada nobleza del lugar.
La historia tiene, sin embargo, un curioso colofón, pues, si por algo se recuerda al señor Abram Petrovich no es por sus méritos políticos, científicos o militares, sino por ser el abuelo materno del más admirado poeta de Rusia: Alexander Pushkin. Así que si alguna vez les enseñan un retrato de Pushkin y sus ricillos negros les parecen poco apropiados para el cantor oficial del alma rusa, acuérdense de su abuelito Abram, que por algo nació en el Camerún.
martes, mayo 22, 2007
Apostando al negro
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11 comentarios:
Seguramente todas las cortesanas harían cábalas sobre el talento militar del chico... XD
En ello queda demostrado la semejanza entre blancos y negros: nacemos igual de tontos y morimos por las mismas tonterias.
Un saludo.
A menudo me pregunto cómo sería ahora el mundo si en vez de considerar esclavos a las personas con piel oscura hubieran elegido, por ejemplo, el rasgo "ojos claros"
Pushkin se pondría polvos de arroz en el rostro, como las cortesanas... No me creo yo que sea tan blanquito como en la foto. ¿Y qué uñas tan largas no? Buff...
Estimado amigo, de vez encuando leo y practico el Tao riendome... gracias.
La cultura es lo es todo, como bien cuentas y me temo que en este sacrosanto pais esta llegando a alcanzar limites alarmantes.
Un saludo.
El Candidato enmascarado
Anda que no estaban contentas ni ná las rusas con la decisión de Pedro I de traerse al negro! Juá
¿Y no retrató nadie al tal Abram?
(le pongo un link a un blog que he encontrado, por si no lo conoce:
http://www.santiagonzalez.blogspot.com/)
¡pero qué curiosooo! hay que ver las cosas de la historia.Y digo yo mi estimado Cápi, todas estas "cosillas" que nos cuenta... ¿cómo hace para leerlas?, ¿no dice usted que se está preparando una oposición? ¿no ocupa mucho tiempo eso? ¿qué hace durante el tiempo que debe estudiar?...
como ve preguntas todas algo impertinentes, pero es la curiosidad que me embarga, no hay maldad en mi inquisición.
¿acaso los libros de leyes reposan encima de otro tipo de libros prohibidos para tal cuerpo de estudiantes (los opositores)?.
Coda; perdón por mi comentario anterior. Si, ciertamente estaba bajo los efectos de sustancias transtornadoras de la conciencia. Por favor no lo comente por ahí, ya sabe... mi re puta ción.
Gato:
Supongo, supongo.
Burnout:
Bueno, este murió noble y rico, así que tan tonto no sería.
Tamaruca:
Con un solo abuelo negro puede salir cualquier cosa. Conozco casos.
El Candidato Enmascarado:
Pues tendría que haber visto el impagable fragmento de un concurso de la televisión que me enseñaron ayer:
"¿Sansón y Dalila? ¿Y esos quienes son?"
Gin:
Puede ser, pero eso nunca trascendió.
Suri Kata:
No conozco ningún retrato suyo, aunque debió tenerlos.
Jody Dito:
Es cuestión de organización. El día tiene 24 horas, estudio 12, duermo 6 y aún me quedan otras 6 para estas cosas.
¡Cuánto me ilustran sus lecturas, Capitán!
Hasta ahora le he seguido en silencio, viéndolo desde la otra orilla. Pero ya llegó la hora de saludar.
Hombre cauto. Peor le habría salido de haber apostado al rojo.
Mariet:
Bienvenida sea usted.
Lethal Pink:
Que es lo que hizo Nicolás II
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