Estaba tratando de decidir qué contarles hoy a ustedes -la cosa estaba entre una historieta de la China imperial y una reflexión sobre la última iniciativa absurda de los políticos patrios- cuando la realidad ha impuesto un tema nuevo mediante una exhibición de inapelable surrealismo radiofónico.
Resulta que, sintonizando la radio al tresbolillo, acababa de topar con un consultorio médico en directo. En él, una señora interpelaba a dos galenos sobre sus problemas de articulaciones. Comoquiera que el transistor de la señora sonaba al lado de su teléfono y esto perjudicaba al sonido, uno de los doctores procedió a solucionar el problema:
- Hay un poco de eco. Le ruego, por favor, que apague su receptor mientras dure la consulta.
- Claro, claro, no faltaría más... TI-TI-TI-TI-TI...
Momento de perplejo silencio en el sector médico de la conversación. Suponiendo que la buena mujer se hallaba en esos momentos explicando sus dolencias a un transistor de pilas, el más avispado de los expertos sugirió:
- Disculpe, señora, nos referíamos al receptor de radio, no al receptor telefónico. Si aún nos está escuchando haga el favor de volver a llamar, que atenderemos encantados su problema.
La suposición del galeno se probó cierta. Al minuto, la paciente estaba exponiendo sus problemas con la radio convenientemente apagada.
Finalizado el relato de sus padecimientos, la pareja de expertos sugiere a la paciente que cuelgue el teléfono y escuche la respuesta por las ondas. La señora, dispuesta a no dejarse engañar de nuevo replica:
- ¡Pero eso es imposible!
Perplejos, los interpelados exclaman:
- ¿Por qué lo dice señora?
- Porque con la radio apagada no me voy a enterar de nada.
Cada día admiro más a los médicos. Que en una situación así sean capaces de mantener la sangre fría, aguantarse la risa y prodigar sus más sabios consejos, en vez de abogar por la esterilización inmediata de la paciente y toda su descendencia en beneficio de la especie, es motivo de profundo elogio.
Yo no hubiera sido capaz.
miércoles, junio 13, 2007
Consultorio
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9 comentarios:
yo tampoco, capitan
Mientra iba en el coche he podido oir la primera parte hasta que la señora ha colgado (por cierto, la risa ya la debían haber contenido antes cuando el doctor ha preguntado por Antonio y le ha contestado una mujer).
Soy coima, hermana y nieta de médicos. Qué quiere que le diga, yo he pasado de la admiración a la idolatría.
Mi querido Capi:
Escribo hoy formal porque ya hace días que no aparezco por vuestro barco... Por fin me libré de los exámenes, ahora a ver si he logrado aprobarlos, jejeje.
He leído todos y cada uno de los post que llevaba de retraso.
Vuestras conversaciones con vos mismo son para preocuparse.
Las barriguitas producto de mucho estudiar y poco moverse son peores que las que provocan las navidades. Sin duda.
La lista de la compra de vuestra madre es sorprendente, pero más si cabe la interpretación de vuestro progenitor, osea que para vuestro padre los cacahuetes cubiertos con miel no son comestibles... Bueno es saberlo.. Yo creo que vuestra madre lo que quería era frutos secos para algún guiso, picaditos en el mortero dan un sabor muy peculiar, aquí son el secreto de algunos platos muy conocidos (no os diré cuales, jejejeje).
Y por fin llegamos al post que nos ocupa. Si yo os contara lo que he llegado a sufrir con ciertos oyentes... Que esto de hacer radio no es tan fácil como parece... Lo de aguantarse las risas tampoco es fácil, no señor, y si no que me lo digan a mí, que alguna carcajada se me ha escapado en algún directo.. Lo peor es cuando el directo es un informativo, menos mal que nunca ha sido en el informativo propiamente dicho, si no en alguna despedida oooo cierta vez que unos compañeros me cambiaron palabras de los titulares y bueno... No querais saber lo que ponía (que canallas).
Los oyentes en general son entrañables, pero a algunos los colgarías y otros ponen la nota divertida del día y los que amamos la radio y vivimos de ella, no sabríamos estar sin ellos...
Besitosssssssssss
¡Jajajaja!
Yo creo que ese poder que tienen lo adquieren al picotear conguitos en vez de zanahorias :D
Capitán, mire esto y dígame si la raza humana (o, al menos, parte de ella) no merece la esterilización...
http://www.elmundo.es/elmundo/2007/06/13/madrid/1181748070.html
Qué quiere que le diga, unos médicos que se lanzan a hacer consultas por la radio es lo menos que se pueden encontrar. Yo me he reido más de una vez en antena y nunca ha pasado nada excepto una vez que no podía parar (literalmente) y tuve que meter como tres canciones seguidas hasta que dejé de carcajearme.
Pero eso es por el punto de friki que tiene cualquier médico... o acaso no son frikis los que después de la carrera hacen el Mir, la especialidad, tirándose años y años estudiando... y les gusta ver vísceras, tripas y demás cosas?
A mi es que no me sorprende.
Elenita:
Por eso te decias a los peces.
Suri Kata:
Es que lo de la sconfusiones de género les pasa mucho, son ya inmunes.
Esther:
Te tengo que contar la que me hicieron a mí cuando pasé un verano trabajando en un banco.
Tamaruca:
¿los médicos son de conguitos? ¿Todos?
Myca:
¡Cómo está al patio!
Gin:
Cuidadín, que la gente se ofende con facilidad. A un presentador belga le despidieron por reirse de un invitado.
Guandarrr:
Oye, que yo sólo paro de estudiar para ver tripas en House y el CSI
Claro, pero es que tú eres un poco friki :p. (con cariño, no se me ofendan)
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