En un principio, el Ayuntamiento de Madrid instaló parquímetros en el centro de la ciudad con objeto de despejar de coches sus siempre colapsadas calles. Posteriormente, conforme los responsables del consistorio se dieron cuenta de la utilidad recaudatoria del invento, las despreciables sanguijuelas metálicas emprendieron una imparable migración centrípeta.
Servidor suele ser comprensivo con las necesidades presupuestarias del prójimo, pero creo que se están empezando a pasar. Acaba de llegar a mi casa una multa por estacionamiento indebido con la curiosa información que sigue:
"Lugar de la infracción
.
La próxima vez que saque el cohete lo aparco detrás de la nebulosa de Andrómeda. Es más discreto.
7 comentarios:
Tenga Vd. cuidado porque Andrómeda se acerca hacia nosotros a 140 KM por segundo. Yo aparcaría en la galaxia del Triángulo, que parece más alejada de los recaudadores.
Ya decía yo que Gallardón es un poco extraterrestre.
¿Y te han mandado el aviso vía SMS? En las noticias de TV lo ponían como la última moda en multas...
Jajajajajaja... Aish, Capi, no sabéis como os agradezco estas risas, tras una "agradable" tarde de domingo, dedicada a las visicitudes de la estructura económica española en lo que concierne al sector Turístico... Apuff...
Si eso, cuando saque el cohete, a la próxima, avíseme y nos tomamos unas cervecitas en un garito muy interesante que conozco, en un planetita muy cuco, en el sistema Épsilo Eridani, que nos queda cerquita... Eso sí, acordáos que si vuestra nave no va a hidrógeno, no podrá aparcar si estamos en la qincena par del mes...
Besitos
El problema de aparcar en Andrómeda es que luego hay que andar un montón para llegar al centro, ¿no?
Supongo que es lo que tiene visitar el Restaurante del Fin del Mundo, que luego se te olvida hasta dónde has aparcado el coche.
Sí, bwana:
Lo apunto para la próxima.
Suri:
¿Sólo un poco?
Cattz:
No, vía currita.
Esther:
La mía va a metano.
Er-Murazor:
Según a qué centro vayas.
Crystal:
Es un efecto secundario habitual.
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