Vigo es una ciudad encaramada al monte. No resulta, por tanto, extraño que para ir de mi nueva casa al Corte Inglés tenga que subir una cuesta escarpada. Más raro me pareció toparme, de regreso, con un tramo ascendente de escaleras.
Una de dos, o aún no me conozco el camino, o me he mudado a un cuadro de Escher.
2 comentarios:
Estos gallegos...
¿Ya está allí asentado?
Así es la vida, Capi, uuuuuna paradojaaaaa... Por cierto,¿ya os habéis instalado en Vigo? Disfrutad de las rubias!!! (las que van en barril y las otras, jejeje)
Besitos
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