jueves, agosto 11, 2011

Es finito el número de las moscas

Por eso de llevar la contraria a todo el mundo y remontar el río como los salmones cuando les entra el rijo, he abandonado el relativamente fresco clima de Galicia para pasar unos días en la Mancha manchega, donde hay mucho vino, mucho pan, mucho aceite, mucho tocino y un soletón enrabietado que te fríe los sesos en el interior de la mollera.

Lo que no abundan son las moscas. Mi cuñada, que era de la opinión contraria interrogó, al taquillero de la piscina, una suerte de Sócrates cazurro y en chancletas y este le describió la certera realidad:

- Oiga, ¿ y aquí por qué hay tantas moscas?

- Moscas, muchas moscas, no hay, pero es que en esta época se ponen mu' cansinas.

Se conoce que la moscas del lugar siguen la táctica del general Queipo de Llano, que ponía a sus tropas a desfilar en círculo por Sevilla para que parecieran más numerosas. Mañana, si eso, hago recuento de moscas y les pinto un número en la barriga.

Total, tampoco hay muchas otras cosas que hacer hasta la hora del almuerzo.

2 comentarios:

petete dijo...

Cuestión de contarlas, para ver si el taquillero lleva razón.

Jose dijo...

Su habilidad con la pluma es digna de veneración. Consigue transformar lo insignificante en una experiencia de lo más amena. Acaba de ganarse un nuevo y bien dotado lector junto con un enlace en mi bitácora.

No obstante discrepo con su opinión acerca de la fundamentalidad del orujo en el postre. Pensé que le gustaría saberlo.

PAZ