Llueve. Eso es buena noticia.
Que a estas alturas del año unas cuantas precipitaciones constituyan noticia tan excelente es, en cambio, malísima señal.
Luego dirán que periodismo es una carrera fácil. Al lado de semejante galimatías, el Reglamento Hipotecario es un prodigio de claridad y precisión.
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