Pocas páginas se han escrito de las que rezume una sensación tan amarga de derrota como las que cierran "1984", la atroz distopia que escribió George Orwell en 1949. Tras haber sido convenientemente reeducado en las dependencias del gobierno, el protagonista, Winston Smith, un insignificante burócrata que ha intentado una futil y minúscula rebelión, estalla en lágrimas de adoración al contemplar en pantalla la imagen del tiránico Gran Hermano, presidente vitalicio de su país.
El pasado 23 de enero el joven estudiante cubano Eliécer Ávila puso en un brete a Ricardo Alarcón, veterano dirigente del Partido Comunista de Cuba, mediante una serie de preguntas atrevidas, afiladas y punzantes que le dirigió en un acto público en la Universidad de La Habana. El muchacho quería saber por qué los cubanos no pueden viajar con libertad al extranjero ni hospedarse en los hoteles nacionales, por qué un ministro que fracasa en su gestión permanece veinte años en el cargo, qué impide a sus compatriotas abrirse cuentas de correo en Google o Yahoo y otras cuestiones que rara vez se escuchan por aquellas tierras.
Tras pasar una semana en paradero desconocido, el joven ha reaparecido en televisión declarando que sus preguntas tuvieron por objeto "construir mejor el socialismo" y "mejorar dentro del camino de la Revolución". No le mandó abrazos al Gran Hermano porque el hombre está un poco pocho y se puede desencuadernar. Si no, también.
¡Pobres cubanos! Cómo tendrán la inflación si lo que para el mundo es "1984" es 2008 por allí.
(*) Dos lágrimas, perfumadas de ginebra, le resbalaron por las mejillas. Pero ya todo estaba arreglado, todo alcanzaba la perfección, la lucha había terminado. Se había vencido a sí mismo definitivamente. Amaba al Gran Hermano.
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P.S. Me informa un amable revolucionario que los artículos de prensa en que he basado mi opinión contienen don errores numerales. Al parecer, el señor Eliécer habló el día 18 y no el 23 y su desaparición sólo duró tres días. No creo que la modificación altere en nada el sentido y alcance del artículo, pero aquí se la dejo. Que no se diga que no nos hacemos la autocrítica cuando corresponde.
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10 comentarios:
Mira...da igual hacia que lado mire. Que los dioses te libren de una dictadura. Es la única verdad.
Mi reverencia, querido hermanito. Genial el paralelismo en la historia. Sólo falta que el pobre Eliécer también tema las ratas.
Un besín.
amigo
es de muy mal gusto ver a personas opinar de un tema que ni siquiera tienen toda la informacion del mismo. Es quizas por eso que los medios alternativos siguen siendo acusados de pocos serios, porque la verdad en muchos casos es asi.
Eliecer no debatio con Alarcon el dia 23 de enero, no tienes ni idea de lo que estas poniendo. La discusion fue antes de las elecciones generales en Cuba y las mismas fueron el 20m de enero. Para informate el encuentro ocurrio el 18 de enero. Eliecer no estuvo una semana ausente, fueron solo 3 dias.
El muchacho solo dijo, lo que muchos cubanos han reflexionado despues del 26 de julio del 2007 con el discurso de Raul. Todos los cubanos sabemos de nuestras limitaciones y creeme, las resolveremos, pero a nuestra forma, no como el mundo del dinero y la mentira lo desea.
Desgraciadamente para los bloggers, poner notas como estas, solo hacen de una buena tecnologia, un pesimo uso y lo peor de todo, es que siempre hay ingenuos que siguen la corriente de la mentira
A mí me parece de peor gusto que me tachen de ingenua sin conocerme o de dejarme arrastrar por corrientes porque nada más lejos. En cualquier caso, aquí nadie está diciéndole a nadie cómo dirigir un país, tan solo se ha establecido un paralelismo entre una historia y otra. El hecho de que haya desaparecido 3, 5 o 7 días, ¿de veras es tan importante? ¿Qué hizo esos días? ¿Reflexionar?
No me explico cómo hay gente de izquierdas que defiende ese régimen.
No lo entiendo Capi. ¿Tiene usted una explicación? se la pido por favor. Una que sea medianamente razonable y que no vaya en la línea: van en contra de los EE.UU.
Si me lo permite el propietario, guandar, la explicación es que las izquierdas no son ni han sido nunca lo que nos pretenden hacer creer -defensoras del débil, enemigas de la propiedad, debeladoras de la injusticia-.
Nepomuk:
Una verdad de las buenas...
Tam:
Asias mil.
Anónimo:
Venga, no se queje, que aquí puede manifestar sus discrepancias a gusto. Total, como no tenemos una revolución en marcha no puede fastidiar nada.
Guandarrr, Laura:
Yo pensaba que era por los mojitos, la verdad.
¿pero le respondieron las preguntas o que? Joe, que a mí me ha dejado ahora con la duda, ains
Besitos
Esther:
Por las ramas, pero sí.
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