Según el Libro de los Reyes, a la corte del rey Salomón llegaban cada año seiscientos sesenta y seis talentos de oro; al cambio, casi dieciocho toneladas. Semejante cantidad de metal dio pie para suponer que el monarca jerosolimitano disponía de grandes y productivas minas del preciado metal. ¡Para chasco! Un grupo de arqueólogos de la Universidad de California asegura haber dado con ellas y, las muy mezquinas, tan sólo producen cobre.
¡Hay que ver cómo viene de fuerte la crisis financiera! No te puedes librar de ella ni llevando muerto tres mil años.
6 comentarios:
Jajaja... ¿O sea que Ud. demuestra que la crisis viene de antaño?
... de antaño maricastaño, se entiende, ¿no?
Antañísimo.
¡Jó! ¡El Salo sí que sabía como mantener la expectativa!
El Salo era un listo.
Jo que pena, otra leyenda que se va a freír espárragos, anda queeee....
Besitos
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