Tal y como anda el panorama nacional lo normal sería que me entretuviera comentando el cínico juego de cromos -"sile, nole, nole, nole, sile, nole..."- que se traen entre manos el juez Baltasar Garzón y la redacción de El País con el fin de restregarse por el nalgatorio el secreto de los sumarios que el primero instruye. Asuntos más urgentes me obligan, sin embargo, a cambiar de tema.
Los lectores más veteranos de esta bitácora -"ceux de Friedland et ceux de Rivoli"- recordarán cómo, en cierta ocasión, se me apareció el espíritu de Francisco Franco en un librito de pasatiempos que me regaló mi cuñada. El militar gallego, que se asomaba risueño en la página del pasatiempo denominado "puzzle japonés", me sirvió en bandeja una de mis primeras entradas.
Un par de años más tarde he recibido otro ejemplar de la misma revista. Decidido a repetir la experiencia, me he puesto a resolver el antedicho pasatiempo nipón. A mitad de puzzle, esto es que me está saliendo:
Igual, cuando lo termine, es un ancla o el "Descendimiento de la Cruz" de Rogier van der Weyden.
De momento, se parece más al Valle de los Caídos.
7 comentarios:
O para ser fieles a la línea editorial, la cruz del valle de los caídos...
Cuando lo termine, creo que aparecerá un jamón con chorreras.
Hay que ser optimista, mi capitán.
Chiquillo! Pero tú dónde compras los libros de pasatiempos, en el Pazo de Meirás??
Besines.
Estos japoneses son unos siniestros.
Ejem... La verdad es que... Se parece mucho a la cruz del valle de los caídos... Acabadlo, Capi, a ver si hay suerte y sale otra cosa...
Besitossss
PD: ¡¡¡Me puse al díaaaa!!! llevaba unos días sin leeros. Empecé por el oscar de Pene. Más besitosssss
Me tienes que enseñar cómo se hace ese pasatiempos :)
Glenclous:
Mismamente.
Sí bwana, Esther:
Pues fue ancla.
Ana:
No sé, los compra mi cuñada.
Suri:
Son unos morbosillos.
Koala:
Claaaaaaaaro.
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