A mediados del siglo V de nuestra era, el Imperio Romano de Occidente sucumbió ante las invasiones de los pueblos bárbaros. Eran los dichos bárbaros gentes de procedencia diversa con una afición común al saqueo que resultaba de lo más incómoda. Por si fuera poco problema, eran unos tipos de lo más caprichoso, que lo mismo se ponían a cultivar nabos en la Renania que le pegaban fuego al Capitolio.
Hoy en día, preferimos educar a nuestros propios bárbaros en colegios y universidades. Sale bastante más caro, pero no conviene dejar algo tan importante como la decadencia de una cultura al imprevisible albur de las importaciones.
7 comentarios:
tenian que ponerlos a fregar ese estropicio con la lengua.
grandes las declaraciones del alcalde: "lo ha hecho gente de fuera"; de fuera de donde?
¡Ojo!, comentario políticamente incorrecto:
Ha sido patético leer las declaraciones de algún policía: "Era un desenfreno por el exceso de alcohol. Nos resultaba imposible hablar ni dialogar con ellos". Querían dialogar.... Jajajaja, madre de Dios... El diálogo que yo les daba era poner a cada policía con una kalashnikov, y los supervivientes quince años en la cárcel, levantando y volviendo a colocar el patio de adoquines del recinto todos los días, con picos y manos...
Genial el último párrafo, genial.
Lo único grande de toda esta mierda, las declaraciones del padre-de-cabrón que ha reconocido su propia responsabilidad y la de su esposa por su incompetencia al educar al cabrón en cuestión, y la del cabrón por sus cabronadas. En España resulta casi imposible encontrar a alguien que reconoce sus culpas.
Criaturilla:
Contratada para la sección de castigos creativos.
Blondie:
Han sido los forasteros, que son unos zanguangos.
Anónimo A:
¿A usted le hacen el botellón en su puerta? ¿Eh?
Anónimo b:
Gracias, hombre.
Hans:
Esas me las he perdido. Lástima.
Esa gente nos gobernará en diez años. Me quiero mudar de planeta...
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