Un equipo de científicos ha encontrado, en un rincón deshabitado de la selva de Nueva Guinea, el hogar de las ratas más grandes conocidas por la Ciencia. Los gigantescos roedores -ochenta y pico centímetros de hocico a rabo y kilo y medio de peso- conviven con peces aulladores, grandes lagartos, ranas con colmillos y otros bicharracos de pesadilla.
El descubrimiento prueba dos cosas. La primera es que la evolución tiene querencia por los bichos desagradables y por cada minino encantador hay toneladas de engendros deleznables. La segunda es que los papúes, que con razón dejaron inhabitado el lugar, serán primitivos, agresivos y a ratos caníbales, pero de tontos no tienen un pelo.
¡Anda que no hay selva libre! Hace falta ser doctor en biología para montar el campamento donde viven las ratas de kilo y medio.
8 comentarios:
¡Diommío, peazo bisho!
Ni Tártaro ni cuchubambas, la Puerta del Infierno está allí.
Yupi.
La puerta del infierno es esa y la guardan ratas de casi un metro de largo. Dios, menuda barbaridad, seguramente sean capaces de devorar a un hombre.
¡Saludos!
Efectivamente, la evolución tiene querencia por los bichos cada vez más desagradables; tenemos un claro ejemplo en la vicevogue.
jajaja
Pero que ascazo!
jaja
Normal que se fueran.
Y ahora que hago que me pica todo?!
Saludines,
YoMisma
Grénmabar, David Saltares:
Ni puertas ni nada. El Tártaro completo.
Sí, bwana:
¡Uff! No plante esas imágenes en mi cabeza.
Yo Misma:
Bañito con sales aromáticas.
Pues, Capi, con una de esas ratas, en caso de necesidad, uno se puede hacer un buen asado...
Besitos
Esther:
Asquito....
La Rata Lanuda de Bosavi, tal el nombre que ha recibido el animalito, tiene la característica de ser vegetariana, así que resultaría inofensiva para la fauna silvestre, incluyendo a la fauna humana.
Un abrazo.
Publicar un comentario