Emplear animales para adivinar el futuro era práctica común en la antigüedad: donde los arúspices no leían las entrañas de las ocas los augures interpretaban el vuelo de las aves, donde los brujos no analizaban las conchas de los moluscos los sacerdotes observaban con atención el apetito de los pollos sagrados.
La generalidad de estas prácticas ha caído en desuso pero aún hay quien se aferra a las viejas tradiciones. Según parece, el pulpo Paul, un cefalópodo residente en el acuario de Oberhausen, vaticina con notable precisión los resultados de la selección alemana de fútbol. En general, el bicho les baila el agua a sus anfitriones. Sin embrago, para la semifinal de mañana, el muy ingrato se ha decantado por un triunfo de la selección española.
Ya me veía venir yo que nos iba a caer la del pulpo. Esperemos que haya suerte y sea la del pulpo Paul.
3 comentarios:
Como acierte se lo van a comer a feira con Sauerkraut.
Der Krake Paul soll umgebracht werden!
Suri:
No creo, son muy buenos perdedore slos germanos.
Anónimo:
Der Krake Paul ist sehr klug.
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