A pesar de las insidiosas maquinaciones de los controladores me he bajado de Galicia a Madrid para pasar el fin de semana en la meseta. Aprovechando la ocasión, me he citado con dos de mis mejores amigos y nos hemos puesto al tanto de nuestras vidas.
La medida tendría toda la lógica del mundo si uno y otra no fuesen gallegos.
En fin, son cosas que ocurren porque de pequeño me caí en la marmita donde se cuece el continuo espacio-tiempo.
1 comentario:
MUA!c.
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