Mostrando entradas con la etiqueta fascistas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta fascistas. Mostrar todas las entradas

martes, abril 29, 2008

Donde se demuestra que el fascismo es cuestión de perspectiva y se glosa el arte de desenmascarar facciosos

.
En Roma acaban de elegir alcalde y, para sorpresa de muchos, el elegido ha sido Giovanni Alemanno, candidato de Il Popolo della Libertá, la coalición conservadora que lidera Silvio Berlusconi.

Alemanno no es un recién llegado a esto de la política. En sus mocedades fue el secretario de juventudes del Movimento Sociale Italiano, el partido de los nostálgicos del fascismo. Sin embargo, cuando el MSI se disolvió en 1995, Alemanno no se marchó con las facciones más radicales sino que, junto a Francesco Fini participó en la fundación de Alleanza Nazionale, un partido ciertamente muy conservador pero que, en sus estatutos, afirma ser plenamente favorable a la democracia, reniega públicamente del antisemitismo y la xenofobia y, en varias ocasiones, ha pedido el derecho de voto para los inmigrantes legales con permanencia estable en Italia. Un partido de derechas sin concesiones al centro. De acuerdo. Pero fascistas, lo cojas por donde lo cojas, no son. En las filas de la Alleanza, Alemanno ha desempeñado diversos cargos. El más notable, Ministro de Agricultura. No constando que haya puesto a desfilar a los labriegos a paso de oca, fuerza será concluir que don Giovanni, hiciera lo que hiciera en sus años mozos, es en la actualidad un político conservador más de los muchos que pueblan la itálica bota.

Salvo que lean "Público". Si leen Público y resisten la experiencia descubrirán que el que tuvo retuvo y de fascista no se puede dimitir.

"Roma despierta neofascista", proclama un artículo de la sección "Internacional". Si te metes en harina y lees el artículo entero veras cómo el alcalde se queda sin "neo" para devenir "fascista" sin más: "El fascismo no gobierna la capital italiana desde la época de Benito Mussolini", sentencia apocalíptico el corresponsal.

Para rematar la noticia, una fotografía impagable: el nuevo alcalde desenmascara su perfidia saludando al modo romano.
.




Lastima que, si cambias de periódico y ves la fotografía desde otro ángulo, se pierda la belleza del efecto:

.



Miren esos deditos separados y esa flexión de codo. Alemanno no está llamando al combate a los camicie nere. El nuevo alcalde, con el natural contento del vencedor, esta agitando la palma de la mano para saludar a sus electores.

Menos mal que no han mandado al corresponsal de turno a ver un partido de voleibol.

.


Con lo que estiran el brazo en dicho deporte el pobre no iba a sacar tiempo para tanta denuncia.

.