domingo, mayo 21, 2006

De turistas y otros bichos


Ayer, aprovechando mi escueto día de descanso semanal me llevé a Ricitos de Oro de excursión con objeto de añadir más piedras románicas a mi colección de polvorientas ermitas contempladas y admiradas. En esta ocasión le tocó a Sigüenza, burgo episcopal venido a menos y en general, tierra de promisión para el devorador de monumentos vetustos.

Pues bien, resulta que después de arrastrar a la pobre y urbanita dama de iglesia en iglesia y de pedrusco en pedrusco se me ocurrió que, saliendo del pueblo y poniendo un poco de campo en medio se obtendría una bonita vista del lugar. Con resignación, la pobre, se dispuso a seguirme.

Cuando consideré que la distancia era suficiente, me giré para contemplar la panorámica y observé que la estampa del pueblo se completaba armónicamente con una rubia señorita que corriendo veloz, buscaba amparo entre las murallas.

Yo, que estaba muy metido en mi papel medieval, pensé: "Tate, he aquí que el espíritu inquieto del obispo Bernardo de Agen ha vuelto con sus hombres a tomar por vez segunda la ciudad de Seguntia a los taimados agarenos que la ocupan." Pero, al comprobar que los espíritus andaban bastante sosegados, decidí dirigirme de vuelta al burgo e informarme del motivo de tanta alarma.

- ¿Me he perdido algo, niña?

- ¡Había bichos!

- ¿Bíchos?

- Muchos, y zumbaban.

Definitivo, o me busco compañía más aguerrida para estas excursiones o abandono el románico por la vanguardia feroz, que suele ser más urbanita, aséptica y desparasitada.

¿Conocen algún buen manual sobre arquitectura de vanguardia?

7 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Puedo reirme? Aunque en la ciudad hay cucarachas, muy urbanitas ellas, y mi escena corriendo por la Gran Vía mientras los coches intentan no atropellarme nada tiene que envidiar a la señorita rubia, al contrario. Supongo que ninguno de esos bichos pesaba dos toneladas y estaba dispuesto a pasarle por encima.

Davy Jones dijo...

Capitán, con lo difícil que me resulta a mí que me soporten una mera conversación sobre el románico...eso es amor, o quizá algo que se le parece mucho.

En cuanto a la arquitectura de vanguardia, si se refiere a la estrictamente contemporánea, la mayor parte es una basura mediática; se salvan quizá algunas cosas de Jean Nouvel o Norman Forster:
Si quiere googlear un rato por los clásicos del movimiento moderno, busque éstos:

Los inevitables: Le Corbusier,Ludwig Mies van der Rohe,Frank Lloyd Wright.

Los mejores:Alvar Aalto,Arne Jacobsen,
Louis I. Khan, Giuseppe Terragni.

CGI MANAGEMENT dijo...

Depende de qué bichos, eh? que si eran avispas cabreadas hizo muy bien en huir.

Un tour Calatrava es una excusa para ir a Valencia en avión por la T4 y desoxidar un poco la oposición. Porque lo que es en Madrid, que no conozcáis sólo se me ocurre el Mirador de Sanchinarro...

Anónimo dijo...

Peeerooo capiiitáaannnn, cómo no se le ocurre ir a la defensa de la pobre damisela en apuros. Luchar contra ese feroz atacanteee. Ains...
Por cierto, hace poco estuve por esas mismas tierras y no fui atacada... ¿seguro que no fue una treta suya para hacerla correr??

Anónimo dijo...

Capitán, la dama es deliciosamente femenina.

Haga el favor de decirle a Davgard que, aunque seguro que el amor no falta en este caso, también existen mujeres capaces de mantener una conversación sobre el románico sin necesidad de tal incentivo (Uau!)

Achab dijo...

Cattz:

Debes reirte, es uno d elos principales propósitos d emis historietas.

Davgard, mialmainmortal:

A ver, a mi me escuchan porque soy ameno, informativo y majete. Con suerte algo de amor también hay.

Y no tengo yo muy claro que mi amor sea un incentivo. Hay quien opina que es una tortura china especialmente cruel.

Florecilla:

Abejas tranquilotas y moscas zumbonas.

DENZ:

Yo mantengo la paz con las abejas, Nada de violencia.

Isabel dijo...

A mí también me dan charlas de románico... Pero no me importa ni hecho a correr porque me encantan,jaja.

De hecho el que corre huyendo de bichos es él. Cuanto más grande eres...

Y por cierto, también me dan charlas de arte urbano y, sinceramente, es también arte. Ni mejor ni peor. Sólo distinto.

Un beso