Normalmente, los carteles electorales son aburridísimos. Natural. La foto de un menda feo junto a un lema taquigráfico no da para mucho más.
Para remediar tanto aburrimiento electoral, el Partido Socialista nos propone jugar a las siete diferencias con la lona de cincuenta metros que ha colgado en medio de Madrid.
Yo ya tengo cuatro:
- en la de arriba sale una mujer y dos maromos, los tres de abajo tienen pilila;
- unos asientos son rojos y los otros azules;
- las corbatas de los de arriba son espantosas; y
- los de abajo se tocan la cara, los de arriba vaya usted a saber el qué.
La próxima vez que coja el autobús me lo vuelvo a mirar. Seguro que saco las otras tres.
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lunes, febrero 25, 2008
El juego de las siete diferencias
Categorías: política, publicidad y propaganda
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10 comentarios:
¿No te gustan las corbatas de rayas?
¿Gris sobre marrón? No mucho, la verdad.
Hay que reconocer que la idea es buena...
Se ha dejado la que salta más a la vista: los de arriba se están cachondeando, mientras que los de abajo se muestran excépticos.
Igual piensan los socialistas que esto de las elecciones es un concurso para ver quién tiene una sonrisa más profident, o están haciendo méritos para que les propongan anuncios de pasta de dientes, o igual siguen el consejo de la Pantoja: "dientes, dientes", o convierten la labor de hacer gobierno en un "pasatiempo".
Será un cartel muy original, y con muy buenos publicistas detrás, pero parten de un error de base. Un candidato no debe venderse, sino convencer. A este paso, como me despiste voy a meter el cupón del ariel en el sobrecito.
Lo ten! lo ten! los de abajo son políticos y los de arriba payasos!
Ah! ¿que es lo mismo?????
jo.
Iba a decir algo del número de ojos pero no lo pongo, que es una maldad. Me gusta porque entretiene.
Podrían sacar un cartel con el que le escribió ayer a Rajoy el alegato final en el debate. Entretenido también sería.
Los de arriban han entendido el chiste y por eso sonríen. Los de abajo todavía no lo han pillado.
Luis:
Entretenida, por lo menos.
Guandarrrr:
Para erro rde base pensar que los carteles convencen a alguien.
Primaveritis:
Casi.
Suri:
¿Se refiere al cuento horroroso ese de la niña?
Pimkie:
Lo mismo ni siquiera era un chiste.
Que pesaditos son con eso de tirarse de los pelos, coño... podrían perder el tiempo en cosas más efectivas como... gobernar y hacerlo con buena mano.
Y me vale para los dos. Arriba, abajo, derecha e izquierda.
Desiring to avoid such drastic remedies for Cincinnati, newly appointed Superintendent Dr. Donald Waldrip pushed forward a program of alternative schools (later called magnet schools), designed "to calm the desires of parents for academic choice and to stem the demands of federal judges for court-ordered desegregation."[5] The theory behind alternative schools was open enrollment: students could attend any alternative school they chose at no cost, so long as an even racial balance at the new school was maintained
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