Dos días antes de las elecciones norteamericanas se estrenará por aquellos parajes un nuevo capítulo de la popular serie de animación "Los Simpsons". Como muestra de apoyo a la candidatura demócrata, el ictérico zoquete y lamentable padre de familia Homer Simpson aparecerá en escena tratando de votar por Barack Obama.
No sé yo si la simpatía de un personaje cuya inteligencia ha sido desfavorablemente comparada con la de un chimpancé y que ha empleado la mayor parte de su ficticia vida en reventar sus escasas neuronas a base de cerveza y colesterol es la mejor recomendación posible.
Claro, que teniendo en cuenta que los demócratas ya cuentan con el apoyo de nuestro eximio presidente y, hasta la fecha, ninguna candidatura extranjera ha sobrevivido a sus buenos deseos, tampoco es tanto lo que tienen que perder.
3 comentarios:
Yo ya lo colgué en marzo, todo vale
Nunca he entendido por qué en una República Democrática unos son republicanos y otros demócratas.
Personalmente no creo que ninguno de los dos suponga un cambio positivo para el mundo.
Salud.
Eride:
La música mala siempre ha valido.
Céfiro:
Eso explica el bipartidismo
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