Los indios yanomamos practican una antiquísima técnica de cultivo conocida como agricultura de roza y quema. La tribu se traslada a un punto de la selva, lo desmocha, lo incendia y lo siembra de batata, plátano y ñame. Cuando la tierra agota su fertilidad, los indios lían el petate, desmontan las chozas y se largan a chamuscar otra parcela. Como los yanomamos son cuatro gatos en taparrabos y la Amazonia es más larga que un día sin pan, el bosque tiene tiempo de sobra para regenerarse antes de que la tribu regrese con el mechero.
En los climas templados el sistema se usa menos: demasiados paisanos para tan poco bosque. No obstante, con esto de la crisis aguda, los gobernantes están dispuestos a intentar cualquier cosa. Ahora que el déficit público está disparado y los chamanes predicen una cosecha nefasta, el jefe de nuestra tribu se está planteando prorrogar un año la prestación por paro y repartir de este modo los pocos ñames que aún nos quedan.
Cuando se acabe el ñame, repartiremos los mecheros.
¡La carita que van a poner los portugueses cuando pasemos la frontera antorcha en mano!
3 comentarios:
Hombre, si es para repartir entre los hambrientos y no se dedican a quemar rastrojos montados en un Audi, nos daremos con un canto en los dientes.
Si prorrogan un año la prestacion la que se va al paro soy yo!
la leche!
Suri:
Oiga, que así sería más rápido.
Anónimo:
Por lo menos le durará más la pensión.
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