El Ayuntamiento de Madrid, que es concejo con costumbres de topillo, lleva meses socavando la calle Serrano para desesperación de los comerciantes del lugar, que han visto reducida su clientela a los saltadores de zanjas con diploma olímpico. Para empeorar su padecimiento ha sucedido lo que tantas veces ocurre: al horadar el suelo capitalino, los obreros han topado con unas piedras con solera y la construcción se ha suspendido hasta que se evalúe el posible interés arqueológico de los pedruscos soterrados.
Como a los prebostes del municipio les ha parecido mal echarle la culpa a los arquitectos de antaño, que lo mismo son los abuelos de alguien y no es plan de ofender, han ordenado colocar un cartel de grandes proporciones para informar que las obras se suspenden... por culpa de la Comunidad Autónoma, que se cree que toda piedra es de mármol y todo cascote un monumento.
¿Entienden por qué los madrileños votan con simultáneo entusiasmo a políticos tan antitéticos como Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardon? Es casi como elegir al gato Tom y al ratón Jerry. Un par de sobres a la urna y ya tienes cuatro años asegurados de carreras, trastazos, diversión y coscorrones.
6 comentarios:
Lo mismo es que se les ha comunicado el agujero con el Museo Arqueológico, que está ahí al lado.
Lo que sí hay que reconocer es que el cartel es más mono que los del Plan E. Sólo le falta una foto de Espe con un "Wanted" abajo.
Las obras se suspenden, ¿las van a dejar así, persecula seculorum?
No, si las obras se suspenden pondrán un cartelito que rece "Museo arqueológico comarcal, sección XVIII" y sugerirán a los comerciantes que cambien el negocio por el de la venta de suvenires. Total...
¡¡¡Por fin, Capi!!! Felicidades, por fin ha aparecido el dichoso tesoro... (espero) Aunque alomejor no era éste el tipo de "tesoro" que buscaban, no sé. En cualquier caso, animáos, Capi, con suerte este es el fin de la era de "la búsqueda del tesoro"...
Besitos
¡Que los manden aquí a Olsztyn a mejorar las calles!
Yo de vez en cuando me acerco a mirar, pero el tesoro está en los escaparates de al lado.
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