martes, julio 13, 2010

Donde la tiene

La condesa de Beauregard, amante de Napoleón III, era mujer de abundante y prominente pechuga. Consciente de ser su busto la mejor baza de su juego, la condesa lucía unos escotes que a un tiempo quitaban el hipo y multiplicaban la lujuria imperial. La sufrida y cornuda esposa del monarca no perdió la ocasión de afear en público el descaro de su rival. La de Beauregard, muy digna contestó:

- Majestad, cada una enseña su cara allá donde la tiene.

Una táctica muy directa que conserva sus defensores. El viernes pasado un individuo de apariencia vagamente humana trató de seducir a una amiga mía enseñándole en su teléfono una fotografía de su descomunal carajo.

¡Animalico! Le quedaba muy abajo la cara como para usar escote.

4 comentarios:

Auriga dijo...

No quiero imaginar sus tarjetas de visita...

dehm dijo...

En el móvil todo se ve más grande

Achab dijo...

Auriga:

Lo mismo están troqueladas.

Petete:

Debería aportar un testimonio notarial.

Esther Hhhh dijo...

Capi, si vuelvo a visitaros, no me presentéis a ese "individuo", quizá si se le ocurre enseñarme la misma foto, sufre un pequeño "accidente" y pierde el instrumento protagonista de la misma...

Besitos