Cuando mi padre quiere hacer referencia a un trabajo sumamente ingrato y desagradable, usa siempre la misma y curiosa locución: "descapullar monos". Ignoro si alguien, en toda la Historia de la humanidad, se ha ganado la vida circuncidando macacos, pero hay trabajos que están al nivel del curro del cirujano de antropoides. Mamporrero, por ejemplo.
Según el diccionario de la Academia, mamporrero es el "hombre que dirige el miembro del caballo en el acto de la generación" y tiene pinta de se runa labor desagradable e ingrata.
Pues bien, acabo de hacer repaso de las andanzas de mis exnovias y me he dado cuenta que he sido sucedido en sus afectos por mejicanos, argentinos, panameños, indios y peruanos. Una de dos, o dejo una huella tan profunda y traumática que se extiende a todos mis compatriotas o tengo un trabajo a tiempo parcial como mamporrero de la ONU.
Voy a preguntar en Nueva York. Lo mismo me deben una pasta.
lunes, noviembre 22, 2010
Mamporrero
Categorías: amor, sexo, yo mismo y mi circunstancia
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2 comentarios:
Mi querido Capi Odiseo, tampoco hay que tomarlo tan a pecho... no creo que tenga nada que ver su testosterónica personalidad. Lo que pasa es que las mujeres en la actualidad ya no tenemos el espíritu de Penélope. Yo creo que ello está relacionado con el éxito de las diásporas en la aldea global... y es eso o es prueba evidente de que la economía mundial valió desde hace mucho progenitora...
Las deja usted colonizadas que se dice...
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