Parece un homenaje a Berlanga, pero no lo es. Comoquiera que las oficinas de Vigo y La Coruña forman una sola delegación, cada mañana los Coruñeses nos envían una valija que nosotros devolvemos por la tarde. No obstante, como tampoco tenemos tantas cosas que contarnos y las que tenemos las zanjamos por correo electrónico, la valija circula completamente vacía en uno de los periplos más absurdos que se puedan concebir.
Estamos pensando en buscarle una utilidad, pero no es tan sencillo. Yo he propuesto un negocio de contrabando de nécoras pero, de momento, no ha tenido mucha aceptación.
miércoles, noviembre 24, 2010
Valija
Categorías: empleo, surrealismo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Podéis organizar una partida de ajedrez.
Publicar un comentario