Esto de no tener ni padre ni madre ni perrito que me ladre tiene su ventajas. Si hubiera alguien por estos lares tomando nota de mis actividades tendría que explicar por qué, al regresar del trabajo tenía la camisa llena de largos cabellos de color claro.
Al no tenerlo, puedo conservar mi vergonzoso secreto. El traje de Papá Noel corporativo sufre de alopecia galopante.
jueves, diciembre 23, 2010
Pruebas
Categorías: Navidad
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2 comentarios:
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