viernes, febrero 09, 2007

Cosas que hacer en Tenerife cuando estás (callado como un) muerto

Hace unos años, el ayuntamiento matritense tenía instalado, en la esquina de un parque cercano a mi casa, un medidor de ruido. No obstante lo bucólico del emplazamiento, en mi vida lo ví bajar de los 60 decibelios. Debe ser que los madrileños somos escandalosos por naturaleza, porque en Santa Cruz de Tenerife estas cosas no pasan.

Allí, un tribunal ha suspendido cautelarmente los actos callejeros del Carnaval por atentar la alharaca que conllevan contra los derechos fundamentales de los vecinos. Precisando más, se ha señalado que los ruidos no deben exceder ni de 55 decibelios durante el día ni de 45 por la noche. No sé que baremos manejan sus señorías, pero para mí que son los de contaminación acústica en el desierto del Gobi, porque para una ciudad son tirando a bajitos. Para que se hagan una idea, el ruido de un atasco a cinco metros ronda ya los 70. Dicho de otro modo, en Santa Cruz de Tenerife está permitido hablar bajito, si es de día. De noche, mejor por señas.

Miedo me da que esto se generalice. Dado lo aficionados que somos en Carpetovetonia a la hipercorrección política no sería de extrañar. En tal caso despídanse del chupinazo en Pamplona, de la Semana Grande en San Sebastián, de los Moros y Cristianos en medio Levante y, sobre todo, de las Fallas valencianas. Si el Carnaval de Tenerife atenta contra los derechos individuales, las Fallas, como poco, constituyen un crimen contra la humanidad. Suerte tendrán los valencianos si no son deportados a Siberia en masa y sustituidos por suizos sordomudos, que son notoriamente más silenciosos.

Mientras tanto, fiel a mi autoimpuesta tarea de fomentar el bienestar común, he decidido elaborar una lista de actividades de las que todo buen tinerfeño debiera abstenerse en el futuro para no hacerse responsable de mermar los derechos de sus conciudadanos:

- Arrancar vehículos de motor. El modo correcto de comenzar la marcha no es ese, sino empujarlo cuesta abajo. ¿Se creían que el Teide estaba allí para hacer bonito? Pues no, la naturaleza es sabia y no gasta en balde.

- Frenar con brusquedad. Si ladera abajo el coche se le embala y pierde el control, en modo alguno pise el freno, ya que el roce de los neumáticos con el suelo produce un estruendo atroz. Tampoco es lícito estamparlo contra un muro. Lo suyo es arrojarse al mar, que suena menos. No se quejen, que es fácil, tienen mar por todas partes. ¿No les decía yo que la naturaleza es bachillera?

- Llamar a un Taxi. No sólo es que se prohíba berrear, es que, para volver a ponerlo en marcha lo va a tener que empujar hasta la cima del monte y no compensa. Mejor vayan andando, que la isla no es tan grande. Peor sería ser en Australia.

- Tocar las campanas para llamar a misa. Así contribuimos a la laicidad del Estado, que está muy de moda.

- Llamar a la oración desde el alminar o minarete. Lo siento, sé que no va a ser bueno para la Alianza de Civilizaciones, pero es que los almúhedanos gritan como condenados.

- Estornudar. La buena praxis debiera excluir de la prohibición los estornudos proferidos sin culpa del estornudante. Sin embargo, acatarrarse en Canarias, con el clima que tienen, es un acto doloso per se. Prohibido queda.

- Bailar zapateados flamencos. Son admisibles en cambio las isas, la sardana y el minué, que se bailan con pasitos pequeños y silenciosos. Son admisibles, claro está, siempre que se bailen sin música.

- Discutir de política.

- Discutir de fútbol.

- Discutir de lucha canaria.

- Discutir en general. Esto sí que va a ser un consenso y no lo de la Transición.

- Pero sobre todo, sobre todo, queda prohibidísimo jugar al tenis con María Sharapova. (1)


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(1) Supongo que en realidad será necesario prohibir todo genero de juegos con la tenista rusa, ya que si en el tenis alcanza los 110 decibelios, en otras actividades ha, por fuerza, de escandalizar lo suyo. No obstante, con todo el dolor de mi corazón se lo digo, carezco de pruebas.

11 comentarios:

Lek dijo...

Pues no sólo discutir, es que prohibirán acudir al estadio a ver jugar al fútbol... y los jugadores, calladitos, que eso de berrear que uno está solo no hace sino alertar al contrario.

Al final, yo creo que esto lo hacen para lograr mejores vigilantes con la nueva avalancha de cayucos... sin ruido, les oyes llegar desde que dejan Mauritania xD

Deyector dijo...

Sobre lo de tañer las campanas, ya hubo noticia de un pueblo donde un vecino había denunciado al párroco por el volumen excesivo con que llamaba a la oración. Lo que no recuerdo es si se llegó a juzgar ni la sentencia.
Eso sí, qué suerte tienen esos tinerfeños, cuando yo llamo a los municipales porque los mamones de enfrente tienen a las 5 de la mañana música que hace temblar mi edificio, me mandan a hacer gárgaras.

Hans dijo...

Lo bueno de una norma así es que no proscribe el uso de una cámara de gas pequeñita y de poco costo para resolver de una vez lo de la existencia de los políticos que aprueban semejante regulación. Silenciosísima, oiga.

rasputinsky dijo...

amigo, el silencio de lo innanimado tampoco sirve. Prohibe los huracanes, la lluvia torrencial, el ulular del viento. Prohibe la vida y la existencia de todo ser. Buen post.
Te hemos puesto como blog del día para mañana en Aragón Liberal.
http://aragon-liberal.lastinfoo.es/

frid

querida_enemiga dijo...

Es que ya no saben qué inventar. Cómo si no hubiesen cosas más importantes que controlar, cosas que realmente están jodidas... ahora nos salen con estas.

Alfor dijo...

Bueno, la creciente severidad de las leyes se compensará con su incumplimiento generalizado. Y, al final, nos acostumbraremos a incumplir leyes y también lo haremos con las que sean justas.

Nos lo habremos ganado.

Por cierto, que, ahora mismo, está sonando una mascletà del quince. Y no pasa nada.

Ginebra dijo...

Um... una amiga suiza me ha dicho que por las noches si te pilla un semáforo en rojo solamente pueden dejar encendido el motor los dos primeros coches que estén esperando a que cambie la luz; a partir del tercer coche tienen que pararlo para no hacer ruido. Tampoco les dejan tirar de la cisterna por las noches. Y suma y sigue.

PD.- de lo de la Sharapova no se fíe; yo por ejemplo en esos lances es que no digo ni pío. Pero ni pío. Y en condiciones normales muda, precisamente, no soy.

Esther Hhhh dijo...

Tengo noticias Capi, desde Valencia, que no sé si os gustarán o no, pero que salvaguardan nuestro amor por el petardeo del bueno: Ante la sentencia judicial de Tenerife, y haciendo caso a ese refrán que dice que si ves los trapos de tu vecino sacar, pongas los tuyos a airear (o algo así) se han dictado una serie de ordenanzas por las que se declara de excepción las fiestas, dando permiso para seguir alcanzando los 120 db en mascletas y castillos, como viene siendo habitual, y el disparo de petardos y cohetes en las zonas de fuego, además de permitirse las despertás, los pasacalles y en fin, todas esas cosas que tanto ruido arman en fallas... Así que estamos a salvo. Menos mal, si me dejan sin mascletas, capaz soy de pillar al juez de marras y dispararle una alrededor de sus oídos... O mejor todavía, meterle la cabeza en las campanas de la iglesia de al lado de mi casa, porque a esos no les prohíben dar por saco, no, grrrr...

Besitossssss

Tamaruca dijo...

Estornudar es un placer de dioses, imposible prescindir de él.

Yo podría jugar con Sharapova sin aumentar decibelios. Eso sí, estaría todo el rato corriendo a por la pelota. Sospecho no podría devolverle ni una. Qué bien juega, jo :'(

Un besico silencioso...

Achab dijo...

Lek:

Pues es verdad. Claro que a lo mejor, para semejante muermo, los subsaharianos deciden no ir. Que jugarse la vida paar luego tener que estar haciendo señas es un rollo.

Deyector:

Por que era una tontucia, como esto.

Hans:

Yo creo que con darles unas cuantas collejas que no suenen vale.

Anónimo:

Créame, amigo, si la policía está a punto de incautarle un alijo de LSD no lo ingiera de golpe, es malo.

Rasputinsky:

Muy agradecido.

Querida_enemiga:

Es que las que de verdad importan son más difíciles.

Alfor:

Deo gratias.

Ginebra:

Una vez me mandaron un bando ginebrés sobre las celebraciones que se permitirían si Suiza ganaba algún partido del europeo de fútbol. Era espectacular.

En cuanto a la Sharapova me quita usted una ilusión que yo tenía. En fin, recuérdeme que la invite a jugar al tenis.

Esther:

Creo que el refrán es de barbas y peladuras, pero por lo demás me alegro. Sigan haciendo ruido, que lo llevan en la sangre y les puede sentar mal si se reprimen.

Tamaruca:

Bienvenida al club de los tenistas silenciosos. Yo sólo hago ruido cuando me maracn un punto de chiripa y juro en hebreo.

Yo te mando un besico d elos que hacen ruido, que estoy en rebeldía.

Anónimo dijo...

Gracias a Dios la sentencia fue anulada, de todas maneras el pueblo chicha no le ivamos hacer ni caso. Una vez nuestro querido alcalde nos cambio el entierro de la sardiana dl miercoles al viernes, no le hicimos mi caso y salimos durante 2 años al entierro los viernes, eso si sin quema de sardina, al final reculo y la puso nuevamente en su sitio original.
Nosotros saldremos con sentencia y sin ella, porque haber como paras a mas de un millon de personas que se concentran los dias grandes, apagaran la musica, cerraran los bares pero siempre querara nuestro carnaval en la calle, con nuestras carrozas que nos pondran la musica hasta la hora que dios diga, y nuestro botellon si los bares no nos sirven, y sino sin beber. A ver señores seamos realistas el carnaval de tenerife fue de los pocos que siguio realizandose a las espaldas del gobierno franquista (para camuflarlo lo llamaron fiesta de primavera), y se realizaba en el mismo lugar que en la actualidad, si alguien se compro la casa alli sabia ya que en febrero o se unia a la fiesta o se iba a un hotel al medano. El caranaval no es la gala ni la reina, el carnaval es el caxondeo, las caretas, el dizfras, el buen rollo, ese es el carnaval en la calle y ese no nos lo pueden quitar porque es nuestro no lo hacen los gobernantes sino nosotros. Un saludo a todos y recomendaros una vicita, este año el tema es el cine de terror, vengan y no se arrepentiran.